Participantes: Paco Hernando, Quirri,
Paco Ruiz, Antonio Usieto, Manuel, Antonio Muñoz y Jesús
Distancia recorrida: 29 km
Desnivel acumulado: 1250 m
Desayuno en el hostal a la entrada de
Purullena. Buen pan, aceite del terreno, bien de precio. Bienvenido Paco Ruiz a este grupo.
Partimos de Lugros con una mañana
espléndida, sin viento y sin nubes. Descendimos por la carretera de entrada a
buscar el comienzo de la senda en el puente sobre el Alhama. Al lado del río
había unos agentes de medioambiente del Parque impartiendo una lección práctica
a un grupo de jóvenes. Antonio conocía a los agentes y nos vinieron bien porque
Jesús se había dejado la libreta en el coche y nos acercaron hasta él para
recogerla.
La senda parte de la carretera (PR-A33), ascendiendo
para remontar el valle excavado por el río y salir a la llanura aluvial. La
vista de toda la Sierra nevada en su parte alta y con bosque de encinas en la
más cercana, en esa mañana tranquila y serena, era espectacular, inolvidable. Y
hacia esa vista proseguimos por la acequia de Policar, con el rumor del agua al
lado, el profundo valle del río a la izquierda y el encinar a la derecha. Para
pasar un barranquito cruzamos la acequia antes de él y retornamos a ella
después por un par de puentes cuya base son enormes lajas de piedra.
Más adelante, otro puente similar nos
saca a la pista al Camarate. Atravesamos el río pasando a la margen derecha.
Hasta allí hemos llevado a la derecha la finca Maguillo; termina Maguillo y
comienza Actiles. La pista continúa subiendo suavemente con el encinar de la
finca Fraguas a la izquierda y el bosque de galería formado por sauces, fresnos
y alisos a la derecha. La acequia de Policar nace ahí cerca, abajo en el río y
unos metros antes nace también la de Guadix, ésta por la margen derecha, que
será nuestro camino de regreso.
El río que llevaba poca agua en cambio
más arriba de la toma de las acequias es ya caudaloso y ruidoso. Pronto llegamos al Horcajo del Camarate,
lugar umbrío, donde se unen al río Alhama los barrancos de Guadix por la
derecha y el de las Rozas por la izquierda. Ahí principia la dehesa del
Camarate anunciada por una portada de obra, con una puerta para vehículos y
otra para personas a la derecha, y termina la cañada real del Potro, por la que
hemos venido, que no penetra en la fina privada del Camarate. Traspasada la
portada nos recibe la fachada reconstruida de una ermita y la pista se torna en
otra mucho más cuidada con rodadas de mampostería. Ahí dejamos el río Alhama
para entrar al valle del barranco de las Rozas. Es un valle estrecho, umbrío,
con encinar en la ladera izquierda (sur) y robledal, con mostajos y fresnos en
la derecha (norte). Son unos bosque muy bien conservados, utilizados de siempre
para la ganadería y para la caza pero no para carboneo, en una finca privada,
de ahí su buena conservación del bosque original. Según la dirección de la
pista a veces nos deja ver el Mirador Bajo y el Picón de Jérez, ya a 3000 m, y
otras los cerros Corona y Tres Lindes mucho más bajos. En el valle hay algún
ejemplar de abedul y de sauce cabruno.
Dejamos a la derecha una estación
meteorológica y aparece a la derecha, arriba, destacando en la ladera, la
piedra Malnombre. Más adelante, a nuestra izquierda caen al barranco unos
grandes tajos de piedra, son la peña del Águila. La pista cruza el barranco de
las Rozas y se encarama a la cresta de la ladera derecha en un colladito que
termina en el cerro de los Carneros. Ahí, al sol, tomamos el Ángelus mientras
Antonio charla con el dueño del cortijo del Camarate. Continúa la pista un
trecho casi por la cresta dando vista al río Alhama y al cortijo del Camarate
con sus verdes praderías, para volver más adelante al valle del barranco de las
Rozas, a una zona llana con un tentadero, fuente sin agua y restos de majada.
Como no hay toros para que Quirri demuestre su arte, proseguimos por la pista,
ya sin rodadas de mampostería, con un par de tejos sobre el tentadero. Más
arriba el bosque se convierte en matorral arbustivo y luego en matorral bajo. A
nuestra izquierda el río Alhama termina en la zona de las Chorreras, en tres barrancos
que son su origen: Chapitel, Chorreras y Espino. El Chapitel lo cruzamos por
encima de Hoyo Alto, con el tiempo ya metido en nubes y la nieve en nuestros
pies. La pista nevada se acerca a otra estación meteorológica, pero no llegamos
a ella pues salimos de la pista a la derecha para atacar el repecho que nos
lleva a la piedra del Soldado, unos peñascos en el collado que comunica el
Camarate y la zona de Jérez con el valle del Maitena, los lavaderos de la Reina
y la zona de Güejar Sierra. Por aquí pasa el sendero Sulayr comunicando los
refugios Postero Alto y Peña Partida. Este es nuestro final y regresamos a buen
paso porque comienza a nevar y el tiempo se ha tornado muy frío.
Almorzamos en el tentadero, aprovechando
las gradas sobre él y dudando si quedarnos allí o entrar al refugio para
protegernos de la llovizna. Finalmente nos quedamos al aire libre, almorzando
deprisa porque el frío no da tregua. Cuando nos levantamos tenemos 2,1ºC, las
manos ateridas y lo que apetece es ponerse a caminar para huir del frío y de la
llovizna.
Como la tarde ya va avanzada Antonio nos
mete por un atajo. Del collado del Carnero entramos a la finca del cortijo del
Camarate, descendiendo fuertemente por el robledal en dirección noreste hasta
que aparece una vereda bien marcada. Es la vereda que iba al cortijo por la
ladera derecha del río Alhama y nos baja justo detrás de la ermita de entrada
al Camarate. La rodeamos por nuestra izquierda y salimos ya a la pista por la
cañada real del Potro hasta que cruza el río Alhama. Allí tomamos a la derecha
la acequia de Guadix siguiendo el PR-A33 de la mañana, la temperatura no es tan
fría, la llovizna ha cesado y volvemos a caminar con comodidad aunque deprisa
porque comienza a oscurecer. Dejamos la acequia para subir a la loma Bañuelo.
Bañuelo llaman también a la hoya a nuestra derecha. ¿Habría por ahí algún
manantial de agua caliente y antiguos baños que dieran sentido al nombre del río?
Anocheciendo entramos en Lugros después
de una caminata más larga de lo que creíamos. Hemos disfrutado de un bosque
precioso, del manto nevado de la alta Sierra, de una excelente mañana que se ha
tornado en tarde nubosa y fría, y hemos hollado la nieve inmaculada por primera
vez en este invierno. Como siempre, lo mejor el buen ambiente.
INICIANDO LA RUTA CON EL PICÓN DE JÉREZ NEVADO AL FONDO
POR LA ACEQUIA DE POLÍCAR
POR EL CARRIL DE LA CAÑADA REAL DEL POTRO. EL OTOÑO ESPECTACULAR
LA ERMITA DEL CAMARATE
ACEQUIA RECONSTRUIDA
PISANDO LAS PRIMERAS NIEVES
SUBIDA AL COLLADO CON MAS NIEVE
EN LA PIEDRA DEL SOLDADO
BAJANDO PAR HUIR DEL FRÍO
LOS VINOS
RESTAURANTE "EL TENTADERO"
LA TEMPERATURA EN EL RESTAURANTE
BAJANDO POR EL ROBLEDAL DE CAMARATE
OTOÑO COLORIDO
REGRESANDO A LUGROS POR LA ACEQUIA DE GUADIX
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