lunes, 25 de abril de 2022

30 de abril: Sierras de la Yedra y la Higuerilla, en Nívar - Sª de Huétor

Participantes: 12

Antonio M., Fini, Pilar, Jesús R.,  Luis,  Paco R., Manuel D., Mª José,  Jesús C., Paco Z., Mª Victoria y Jerónimo

Distancia recorrida:

17,7 kilómetros

Desnivel de subida acumulado:

620 metros

Altura mínima: (1.080 m – Proximidades de Nívar)

Altura máxima: (1.427 m – Pto. entre las Sierras Yedra e Higuerilla)

Tipo de recorrido:

Circular

Tipo de camino:

Veredas y carriles

Desayuno en bar Lozano de Alfacar. Medias tostadas con pan de Alfacar, poco cocido, contundente, a menos de 2,5€. En la panadería Jacinto, al lado del aparcamiento, se pueden comprar tortas de chicharrones y dulces.

Bienvenidas al redil Victoria y María José, ambas sin salir a caminar desde hace tiempo.

Partimos de la urbanización Alfaguara, en la carreta de Alfacar a Nívar, muy cera de Nívar, para realizar esta caminata, novedosa para todos excepto para nuestros guías Antonio y Fini.

De la carretera parte la senda en dirección norte entre las flores del tomillo, abejera amarilla y herraduras, por la base oeste de la sierra de la Hiedra. Es una senda de herradura hecha para la repoblación forestal que va ascendiendo muy suavemente, con un piso terroso, casi sin piedras, excelente, y nos va ofreciendo panorámicas a vista de pájaro, primero de Nívar y su entorno, y luego de Cogollos Vega, ambas rodeadas de olivares. Como telón de fondo las sierras de Elvira y Parapanda con la manchita blanca de Moclín a media ladera.

La senda se mete en la ladera noroeste de la sierra de la Hiedra, sobre el río Bermejo, con los tajos del Sismógrafo, Campana y Covacha en la ladera de Cogollos al enorme peñón de la Mata, cuya cúspide rocosa preside todo el valle.

Vamos al noreste por bosque de pino carrasco de repoblación, por la suave sendita, amparados además de por el pinar por la sombra de la sierra de la Hiedra, pasando los barranquillos que de ella bajan al río Bermejo, hasta que en un giro de noreste a casi sur aparece a nuestros pies la enorme hoya ocupada por el cortijo por el cortijo Carifaquín. La hoya está delimitada por el peñón de la Mata y su prolongación hacia la Joroba y el Mahalijar al oeste, al este la cabecera del Bermejo cerrada por los cerros del Esparto y del Corzo, y al sur oeste las sierrecillas de la Higuerilla y Hiedra. Por encima del cortijo un tajo de color rojizo es el que da nombre al río Bermejo. Llevar a Antonio como guía es una gran suerte, pues va explicando cada detalle del recorrido.

La senda que llevamos continúa llana o con ligeros descensos hasta el río Bermejo, pero tiene dos ramales al sur que suben al puerto entre Hiedra e Higuerilla el primero y al final este de la Higuerilla el segundo. Nosotros tomamos el primer ramal, hacia el puerto, no sin antes haber voceado, a Luis y Jesús R. que iban delante y habían dejado atrás el cruce.

La subida al puerto es la única cuestecilla de consideración en el recorrido. Se hace por bosque de pino que va cambiando de carrasco a resinero conforme ascendemos, por la ladera derecha de la cañada que desde el puerto baja al Bermejo.

Poco antes de coronar el puerto, cuando ya lo tenemos a la vista, nos acercamos a la izquierda a visitar las trincheras de la Hiedra. A un lado y otro del río Bermejo se estableció la línea de fuego entre los republicanos en el norte, entre el peñón de la Mata y el Mahalijar, y los nacionales al sur, en estas sierrecillas de la Hiedra y la Higuerilla. Debió de ser una línea de fuego duradera porque las trincheras están sujetas con hormigón, obra que perdura hasta hoy.

Al lado de las trincheras hicimos el Ángelus por costumbre, aunque poco lo necesitábamos. Hambre no teníamos pues llevábamos aún el pan del desayuno en el estómago y cansancio tampoco pues la subida había sido muy suave y por excelente senda.

Salimos a un carril que al decir de Antonio se construyó desde la pista de la Alfaguara, al este, hasta una prospección minera al oeste, sobre la sierra de la Hiedra. Bajamos a la pista, al puerto de las Tablillas, donde dejamos el asfalto por la pista terriza al este, hacia Prado Negro, llevando a la izquierda el cerro de la Higuerilla.

Poco tiempo anduvimos por la pista pues enseguida la dejamos para entrar a la izquierda por un carril que nos condujo a las trincheras de la Higuerilla. Aquí llega el segundo ramal que sube desde la senda de la ladera noroeste de la Hiedra e Higuerilla. Las trincheras, mayores que las visitadas anteriormente, también sujetas con hormigón, ocupando la cresta de la Higuerilla, y con vistas tanto al norte como al sur.

Vueltos a la pista terriza continuamos al este hasta los llanos del Fraile donde se quiso establecer un área recreativa que no se llegó a abrir porque tenía difícil evacuación en caso de incendio. En los Llanos dejamos la pista para internarnos en una senda al norte que nos llevó a las trincheras del Fraile, el tercer y último grupo de trincheras visitadas, también hechas de piedra y hormigón, con la particularidad que conserva un nido de ametralladoras.

De las trincheras descendimos por una sendilla al norte. En este descenso Antonio nos presentó a un durillo específico de la sierra de Huétor y Jerónimo descubrió un par de ejemplares con flor. La senda termina en el carril que del cortijo Carifaquín sube al collado de Fardes, por donde entra en el valle la acequia de Fardes. Tomamos el carril hacia abajo, al oeste, buscando un restaurante fuera del carril. Lo encontramos poco más abajo, en un llanillo herboso bajo los pinos.

Tuvimos un ágape de los que hacen historia. Aparte de las chacinas, tortillas y carnes acostumbradas tuvimos asadurillas, caracoles de caldo al estilo cordobés y habitas de la vega granadina, amén de ensaladas y boquerones en vinagre. Cervecitas heladas, que hoy apetecían para abrir boca, y vinos de Rioja, un Luis Alegre que se lo debemos a Miguel, un Encanto del Bierzo, y un Andrés Iniesta de la Manchuela. Ricos los tres. Quesos, tarta, tés y orujos. Una comilona de postín.

A duras penas dejamos el restaurante para descender casi monte a través al río Bermejo y al carril que de cerca del cortijo Carifaquín va hacia el oeste siguiendo la acequia de Fardes. El recorrido se puede hacer tanto por el carril como por la orilla de la entubada acequia. Ambos van en ligero descenso, por pinar o bosque de ribera con sauces y chopos.

Si se va por la acequia se llega a un punto donde una malla metálica la corta y obliga a descender al carril que tiene en ese punto una barrera. En unos tajos sobre la acequia se veían sarcocapnos. Sólo Jerónimo tuvo arrestos suficientes para trepar monte a través hasta el pie de los tajos y fotografiarlos.

Ya en el camino de la Esperuela pasamos por las fuentes de Güevéjar y de la Sartén antes de llegar a la entrada de Nívar, donde principia el camino, y por la carretera a la cercana entrada a la urbanización de la Alfaguara donde estaban los coches. De despedida unas fotos a la blanca Sierra Nevada.

Día muy bueno, con sol, una brisilla fresca que ayudaba a caminar, y un recorrido por bosque, con muy buena senda y en excelente compañía.


Tajos sobre Nívar

Sendero de subida por la Sª de la Yedra

Panorámica de Nívar y alrededores

A la sombra de los pinos

Orchis olbiensis

Momento grabadora

Tulipa sylvestris esperando a la tarde para abrir - Tulipanes

El sendero bordea el norte de esta sierrecilla

Cogollos Vega

Una parada para fotografiar 

unas orquídeas - Ophrys dyris

Lithodora fruticosa - Yerba de las siete sangrías

En las trincheras de la Hiedra

Arabis planisiliqua

Geum sylvaticum

El Peñón de la Mata

Trincheras de la Higuerilla

¡A las trincheras!

Bjando de la cresta

Doronicum plantagineum

Narcissus triandrus subsp. pallidulus

Por los Llanos del Fraile

Sobre las trincheras del Fraile

En el nido de ametralladoras de la trinchera

Bajada hacia el valle del Río Bermejo

Amelanchier ovalis - Guillomo

Observando lo que creíamos Viburnum lantana

pero que resultó la más común Viburnum timus

Vinus

Praderillas verdes en el pinar

Adonis vernalis

Sarcocapnos enneaphylla - Hierba de la Lucía, Zapatitos de la Virgen

Coronilla glauca

Ophrys lutea - Abejera amarilla

Ornithogalum bourgaeanum - Leche de gallina

Crataegus monogyna  - Espino majoleto

Androrchis collina - Orquídea pobre

Panorámica de Sierra Nevada

viernes, 22 de abril de 2022

23 de abril: Por la ladera sur de la Sierra Blanca de Marbella


Participantes: 9

Paco R., Lucía, Jesús R., Pilar, Jesús C., Manuel D., Lily, Paco Z.  y Jerónimo

Distancia recorrida:

13 kilómetros

Desnivel de subida

780 metros

Altura mínima: (470 m – Puerto de las Pitas)

Altura máxima: (120 m – Cascada de Puente Palo)

Tipo de recorrido:

Circular con un pequeño tramo lineal de i/v.

Tipo de camino:

Veredas principalmente, algún tramo de carril y algunas calles de Marbella

Desayuno en el bar La Piedra de Coín. Muy buen pan con aceite, manteca blanca y lomo. Estupendo servicio. Para volver. Abren a las 8 los sábados.

Este sábado nos ha dado quebraderos de cabeza para buscar un recorrido por donde no predijeran lluvia. Se pensó en el Genal, se cambió por la sierra de Huétor y al final en Marbella había poco riesgo de lluvia y allá fuimos.

Comenzamos bajando a la cascada del Chorreaero en Puente Palo. La entrada a la bajada es extraña, entre los palos de la barandilla del aparcamiento, pero después la sendita de bajada sorprende por los escalones labrados en el travertino. Del pie de la cascada partía una acequia hacia la fundición del arroyo de las Represas; para la realización de esa obra y para su mantenimiento se labrarían los peldaños de la escalera.

Una vez admirada la cascada partimos por el carril de Puerto Rico para dejarlo por la senda que sube a unirse con la de Cabañiles. La mañana se presentaba luminosa, pero fresca y la subida por la senda, en paralelo a la cañada de Cabañiles nos quitó el frío y los chaquetones pasaron a las mochilas.

La lluvia de los días pasados ha reverdecido el campo, aunque no ha sido suficiente para hacer correr muchas de las cañadas. La cascada de Cabañiles, sin ir más lejos, sólo tenía un hilillo de agua cuando la esperábamos con mucha mayor potencia. Y lo mismo le ocurría al manantial de Puerto Rico Alto, el agua no salía de la caseta de la captación como en otras ocasiones, así que nos metimos hacia la Vereda del Faro sin mojarnos las botas.

La subida al puerto del Pino, bajo el sol matutino, nos hizo despender de las pocas prendas de abrigo que quedaban puestas. Del puerto bajamos a la vertiente de la Laja. La cañada de Puerto Rico tan apenas llevaba un chorrillo de agua, en cambio esta de la Laja sí que llevaba un buen caudal, suficiente para que bajáramos a contemplar la cascadita y poza que hay bajo la senda.

En la vertiente de la Laja iniciamos la subida al puerto de las Pitas por Malpaso. En este tramo merecen atención un par de enormes pinos carrasco junto a la misma senda. En las Pitas decidimos alargar un poco el recorrido y bajar a los Monjes dando un pequeño rodeo por el puerto de la Cruz. El descenso por la rozá de las Pitas es más suave y permite ir disfrutando de toda la loma de la Plana con el sobresaliente picacho de los Monjes.

Antes de llegar al puerto de la Cruz hicimos una pequeña parada para el Ángelus. Parar por parar, porque había poco apetito después del contundente desayuno. Descendimos por la hoya de la Barranca. En esta senda es especialmente atractiva la llegada a la cañada de los Monjes. Allí quedan algunos albarraces que sujetaban los bancales cultivados en la época de los monjes, bancales llanos, fértiles, en los que ha crecido una vegetación exuberante.

Pasamos por la ermita de los Monjes sin tan apenas detenernos para enfilar la ladera de la Lastra hacia el puerto de Camoján. En esta subida se tienen unas vistas extraordinarias de la cañada de los Monjes y de la loma del Lobo entre el cerro de la Cruz y las Pitas.

Del puerto de Camoján al cruce del pinar de las Ranas, donde tomamos la sendita hacia el llano de las Ánimas.

Al llegar al llano se nos cayó el alma a los pies. Todo él está siendo convertido en chalets de lujo. No queda nada del antiguo cortijo de las Ánimas, ni del llano. El bosquete de alcornoques en torno al manantial de Camoján ha quedado constreñido por muros y alambradas y para llegar a la cascada Alta hay que pasar entre máquinas, cascotes y material de la obra. Después de esta horrenda sorpresa no nos quedaron ganas de entrar a la cascada Baja, sino que por la calle del Olivar salimos al carrilillo de las Ánimas.

La luminosa mañana se había empañado con nubarrones, acordes con el estado de ánimo del grupo después de ver el desaguisado del llano de las Ánimas. Pero hay que ser prácticos. Más ante lo que nada podemos hacer. Y previendo que los nubarrones pudieran ir a más decidimos parar a comer en el carrilillo. Unas gotillas casi nos hicieron desistir y dejar el restaurante, menos mal que se impuso la cordura de algunos y empezamos a sacar viandas de las mochilas. Las gotillas pasaron y el sol nos acompañó en el almuerzo.

De aperitivo chacina de León y Valencia, aguacate, el típico ajobacalao de Semana Santa y una rica pastela. Después tortillas de patata y de chorizo, caballa en escabeche, lomo en manteca, filetillos de pollo y solomillo de cerdo con ajos. Cervezas fresquitas que ya apetecen y vinos de Ribera y Bierzo. Muy buenos quesos variados y para terminar torrijas en vez de tarta, té y orujos.

Habiendo cambiado el peso de las mochilas a las barrigas bajamos a la cañada de los Monjes y por Xarblanca salimos al llano de la Capellanía. En el cerrillo de Buena Vista nos solazamos con la vista de Marbella y el mar, para continuar después hacia la cañada Santillana y a la Montúa. Descendimos al olivar de Puerto Rico y a Puente Palo.

Como final de fiesta nos acercamos con los coches al arroyo de las Represas para visitar la antigua fundición y la cascada de Puente Palo cayendo sobre la gran poza entre la lujuriosa vegetación de ese húmedo entorno.


Aristolochia baetica - Candilitos

Cascada del Chorreaero

Gladiolus communis - Gladiolo, gitanilla

Scorzonera baetica - Barbuda

La primera subidita de la mañana

Vistas de la Sª Blanca desde la senda de Cabañiles

Dorycnium hirsutum  - Trébol peludo

Calicotome intermedia - Jérguenes

Momento fotografía

El travertino de Puerto Rico Alto

Viola arborea - Violeta arbórea

Por Puerto Rico Alto con el Pico del Juanar al fondo

Por la vereda del Faro

En el Pto. del Pino

Anacamptis coriophora - Orquídea con  olor a chinches

Toca bajar

Anagallis arvensis -Murajes

En el Pto. de las Pitas

Hacer mas bello y fácil el camino

Una nueva bajada

Unos enormes pinos junto al sendero

El Picacho de los Monjes

Por la Ermita de los Monjes

Scorpiurus muricatus - Hierba del alacrán

Por la ladera de la Lastra

Hacia el Pinar de las Ranas

Unos pinos caídos cortan la senda que baja al Llano de las Ánimas

Cascada de Camoján aislada del caótico y deprimente entorno de obras, maquinaria y escombros

Por el carrilillo de las Ánimas

Zerynthia rumina - Arlequín

Vinos

Genista hirsuta var. lanuginosa - Aulaga

Lythrum junceum - Vara florida

Por el Llano de la Capellanía

Latyrus cicera - Chícharos, almorta

Desde el Cerro de Bella Vista hacia en mar

Y en el mismo cerro, hacia la sierra

Ornithogalum narbonense - Leche de cisne

Por la Cañada de Santillana

Vinca difformis - Alcandorea

Por el pinar de la Montúa

Frondoso y alto pinar en Puerto Rico Bajo

Cynoglossum creticum - Lengua de perro

Thapsia dissecta - Cañaheja

Urtica membranacea - Ortiga

Poza y cascada de Puente Palo

Lathyrus tingitanus - Almortas

Antirrhinum... - Conejitos