domingo, 24 de noviembre de 2013

Salida día 30 de Noviembre: El Huma desde el Valle de Abdalajís

Participantes: Jerónimo y Tere, Paco Ponferrada y Pilar, Ana, Miguel de Alhaurín, Fali, Ricardo, Luci, Antonio de Fornes, Paco Ruiz, Manuel de Nerja, Carlos y Jesús.
Distancia recorrida: 14,5 km
Desnivel acumulado: 1200 m
Nutrido grupo con gente poco asidua a la que saludamos con muchísimo gusto: Tere, Pilar y Miguel.
Desayuno en la estación de Álora, en el bar Los Caballos con unas rebanadas de pan gruesas y apretadas que necesitaban dos cafés para pasarlas. Aceite, mantecas blanca y colorá, bocadillos de todo tipo…un buen desayuno.
Iniciamos la caminata en el Valle, por el carril que sube por el valle del Charcón. El carril estaba practicable hasta la última salida a los cortijos, después era un pedregal: el arroyo del Charcón lo ha dejado que no sirve ni para caminar. El girar de oeste a este ya mejoraba el piso, pero ahí se formaron dos grupos, el mayor que siguió por el carril y uno pequeñito que optó por meterse en el bosque de palmitos que cubre el empinado valle. En él había paso de ganado que se ha perdido lo que hace más difícil la subida. Como compensación están las rocas del torcalillo en la pared norte del valle.
En las ruinas del cortijo del Charcón nos reunificamos y buscamos la ladera del cerro Corona para bajar al cortijo del Arrejanado. Miguel se adelantó y nos esperaba en el cortijo charlando con un par de obreros que llenaban un tanque de agua en la balsa debajo de la fuente. pensábamos hacer el Ángelus en la fuente pero el ruido de la bombita de llenado del tanque nos hizo continuar la caminata al sur, a la base del valle del Rosalejo, donde lo tomamos sin Jerónimo que había echado hacia arriba.
Bajando al cortijo parecía haber una senda en la base de los pedregales del Huma y allí nos dirigimos. No había nada y tuvimos que remontar el valle del Rosalejo como habíamos hecho otras veces, hasta la valla de los pinos y de allí al Huma. Paco Ruiz subió bien por la ladera este desde una cantera; ya tenemos pues una nueva vía de acceso.
La mañana estaba soleada y con el viento en calma, pero al llegar a lo alto del Huma empezó a levantarse un poniente fresco que nos hizo aligerar la estancia en el vértice. Bajamos directos a la fuente y balsa e Pozos Altos, en el puerto de Rosalejo. Fuente y balsa estaban sin una gota de agua, no se podía esperar otra cosa dado el otoño tan seco que tenemos, y luego nos acercamos al Pozo Alto donde nos esperaban Fali, Tere y Pilar.
Demasiado viento frío para comer en el Pozo Alto, así que decidimos bajar a la fuente del Arrejanado. La cara norte de los tajos del Arrejanado, tan húmedos siempre, también estaban secos y la sequía nos facilitó cruzar a la pista por un terreno que con frecuencia está embarrado. En la fuente proseguía el viento frío. Nos refugiamos al abrigo de unas junqueras y allí fueron saliendo ensaladas, verduras, tortillas, carnes, pescado, fiambres… de todo lo imaginable, con cervecita fresca primero y una buena colección de vinos después, todo de primera calidad, con el nivel exigido por la Vinoteca. Para terminar alguna fruta, tés, brownie, pastitas de Alhama y los orujos leoneses. Una comida y una charla digna de los mejores tiempos de la Vinoteca.
Con el ánimo y el estómago reconfortados emprendimos la subida hacia el llano del Charcón. Desde él Ricardo nos bajó por el valle de la Ratilla, por una sendita de ganado cerca de los tajos en la pared sur del valle. Preciosa la caminata hasta una mesetita ya cerca del pueblo. Desde la meseta parten dos vallecitos, uno hacia el sur acercándonos al pueblo y otro hacia el norte, alejándonos un poco por el valle de la Ratilla. Tomamos el del sur y fueron 45 minutos llenos de matorral, piedras, grietas y tajos para llegar al manantial que hay junto a la carretera y al cementerio. A ver si nos acordamos que para disfrutar el valle de la Ratilla hemos de seguir por el valle hasta la carretera, aunque después tengamos que caminar un trecho por ella hasta el pueblo.
 
Subiendo por el carril del Camino del Canal, que con la tormenta de septiembre de 2012 ha quedado completamente destrozado y lleno de piedras.

Tajo de las Palomas con el pueblo del Valle de Abdalajís al fondo

Tajo de las Palomas y Pico Capilla

Últimas rampas fuertes del carril

Mole caliza del Pico Capilla

En las ruinas del antiguo cortijo de Los Charcones

Por el Torcal del Charcón

Torcal del Charcón

Otra del Torcal del Charcón con el Capilla de fondo

Ángelus

Torcalillo entre el Capilla y el Huma

Fali

Pedreras de la cara noreste del Huma

Carlos encarando los últimos repechos del Huma

Ya queda poco para la cima

Vistas de los tajos de Sª Llana con el embalse de Guadalteba al fondo

Grupo en la cumbre

Comida con vinos tras los juncos en el Cortijo de la Rejanada

Tajo

Equilibrio

Profundas grietas

Por una ancha cornisa en un vallecillo que baja al este del Capilla

Bajo los tajos

Curiosa piedra

Como un cencerro bajo los tajos

Última... penúltima bajada por el pedregal

El pueblo ya está ahí... o eso parece

El día se despide con cielos rojos

domingo, 17 de noviembre de 2013

Salida 23 de Noviembre: Chamizo - Sª Camarolos desde Vva. del Rosario

Participantes: Victoria y Paula, Paco Ruiz, Luci, Antonio de Fornes, Manuel de Nerja, Carlos, Paco Ponferrada, Paco Zambrana, Lola Díaz, Jesús.
Distancia recorrida: 9 km
Desnivel acumulado: 690 m
¡Qué sorpresa tuvimos al ver a Victoria y Paula en la plaza! Y paula, ¡cómo ha crecido! Después de tanto tiempo hay que darles una calurosísima bienvenida para que vuelvan pronto.
En el centro de Villanueva del Rosario hay un par de bares abiertos temprano. Uno frente al galpón donde aparcamos, el otro un poco más allá, en la esquina es el que escogemos. Tostadas grandes y tres tipos de aceite; el verde, fuerte de los que hace falta estar acostumbrado para pasarlo.
Aparcamos en el sitio de costumbre, en el camino que baja del Hondonero, y comenzamos a caminar por la pista hacia el este, hacia la sierra del Jobo. Un área recreativa nueva junto a la laguna y más arriba otra, junto a una fuente que Paco conoce.
Subida por esa cuesta tan pendiente, al lado de la cerca, con los pedregales dejados por los derrumbes a la izquierda. Llegamos hasta la repisa superior y allí cruzamos la cerca y vamos por la repisa entre majuelos desnudos, restos de nieve y hiedra en los roquedos.
Evitamos subir a la cresta y echamos hacia un valle que sube a nuestra derecha. Nos lleva a una gran dolina con árboles y vegetación en el interior. De ella salimos como podemos y ascendemos al vértice geodésico del Chamizo con bastante viento que nos hace buscar el resguardo del mogote hacia el sur.
Reanudamos el paseo por la cresta, hacia el oeste, despacio, buscando los pasos menos complicados por esos riscos calizos. Al final de la parte alta de la cresta echamos un poco hacia el sur y cuando ya tenemos el puerto de los Perdigones cercano hacemos la parada del Ángelus.
Volvemos a caminar y a Manuel no se le ocurre otra cosa que meter un pie entre dos rocas, desequilibrarse, volar un ratito por encima de las rocas y terminar dándose un porrazo morrocotudo. Detenemos el paseo, se comprueba que no tiene nada roto pero el golpe ha sido tan grande que se marea. Al cabo de un ratito ya parece estar capacitado para seguir. Baja del pedregal a los aledaños del puerto de los Perdigones y allí Victoria le pone mercromina por todas las heridas de cara, manos, brazo…mientras el manitas de Paco Ruiz le arregla el puente de las gafas.
Desinfectado y con gafas camina mucho mejor. Bajamos al llano entre el puerto y el torcalillo donde pastan unos preciosos caballos que encandilan a Paula.
Del final del torcalillo bajamos por una cañada en dirección al Hondonero y en una llanurita soleada comemos con la alegría y buen humor de siempre. La cañada va paralela a la del Hondonero, más al oeste. Siguiendo la huella del ganado vamos bajando y ya en el llano la senda se divide: un ramal al frente va hacia le pista y otro a la izquierda hacia el carril que baja del Hondonero.
Día con tiempo excelente, con un poco de viento en el Chamizo, y excursión cortita pero alegre porque la caída tan aparatosa de Manuel quedo en unas magulladuras.
 
Tajo del Hondonero con las primeras luces del día

De camino al Chamizo por el carril

La niebla cubría toda la comarca de Antequera

Grupo

Colores otoñales

Subiendo, con la niebla de fondo

Por el Derrumbadero

La niebla desde la subida al Chamizo

Crestones rocosos

El Chamizo

Tajos del Sabar, la Maroma y el Pantano de la Viñuela desde la cumbre del Chamizo

Bajando hacia el Pto. de Perdigones

Ángelus

Dolina en el Pto. de Perdigones

Bajando por el roquedo tras la caída de Manuel

Llaneando por una dolina verde a pesar de este seco otoño

Cogiendo una cañada en dirección a Villanueva

Ya vemos el Tajo Hondonero más cerca

Piletas

Vinos

Humedad

Arce vestido de rojo