martes, 25 de enero de 2022

29 de enero: El Chorro, Almorchón o Sª de la Pizarra y Cerro Rebolo

Participantes: 15
Paco P., Pilar, Jesús R., Luis, Nori, Paco R., Tere, Lily, Lucía L., Manuel D., Jesús C., Paco Z., Lola V., Ricardo  y Jerónimo
 
Distancia recorrida:
19 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
820 metros
Altura mínima: (290 m – Pantano del Gaitanejo)
Altura máxima: (652 m – Almorchón)
Tipo de recorrido:
Tramos circulares y tramos lineales
Tipo de camino:
Veredas, carriles, carretera y campo a través.

Desayuno en el Cruce de Ardales. Mejor el mollete que la rebanada, al menos en esta ocasión. Ponen aceite, mantequilla, mermelada, lomo en manteca y manteca colorá, a discreción de los comensales. Servicio excelente. Y a un buen precio: 2,60€.

El grupo hemos dado en llamar sierra del Amorchón a la existente entre el desfiladero de los Gaitanes y el embalse de Conde de Guadalhorce. En los mapas a esta sierra la llaman sierra de la Pizarra. Los tajos que caen de la sierra al este, al desfiladero de los Gaitanes y al sur, a la carretera al Chorro, sí los denominan tajos del Almorchón. Quizá deberíamos cambiar los apelativos que usamos.

En el primer espacio para aparcar después del centro de visitantes del Caminito del Rey aparcamos los 4 coches. Mientras preparábamos las mochilas, Jerónimo y Paco Ponferrada fueron a dejar un coche junto a la Cantina, para evitar en el regreso un buen trozo de carretera y que los que esperasen pudiesen tomar una cerveza.

Desde el aparcamiento entramos en la sierra de La Pizarra, por el suroeste, ascendiendo por sendillas de cabras hasta encontrar el colladito de la senda que cruza entre las carreteras del Chorro y de los Embalses. Allí hay senda al norte marcada por las huellas en la arenisca y por mojones. Pero no hay una sola senda, sino varias. Al principio tomamos la correcta, la que ascendía, pero más adelante dejamos la que ascendía para otra, más tendida, que entraba a la sierra por el oeste. Con un poco de esfuerzo tornamos a la correcta que nos subió a lo alto sin más.

Esta parte de la sierra la forman areniscas y conglomerados muy friables. Por ello están marcadas las huellas en las sendas y en los tajos hay numerosos tafonis que amenizan la subida a la vez que se van teniendo muy buenas vistas sobre el embalse del Conde de Guadalhorce.

Por los cortafuegos de lo alto de la sierra se camina casi en llano, primero al este y luego al norte, hacia el pico del Convento. El pinar nos protegía en parte del viento de levante, pero subiendo al Convento, sin esa protección, el viento era muy fuerte, desagradable. Y más en la cima del pico. Por eso estuvimos en la cima los escasos minutos que necesitamos para reagruparnos y hacer una foto de grupo. Las vistas desde el pico son extraordinarias, a los embalses y hacia en Huma; hoy no las disfrutamos.

Llegados al carril que va a los tajos del Almorchón decidimos dejar el mirador de los Tajos para otra ocasión porque con el viento era peligroso acercarse al borde del mirador. Sólo Jerónimo fue mientras los demás bajábamos a tomar el carril de la orilla del embalse del Gaitanejo. El carril comienza en la misma entrada al Caminito del Rey, con una multitud de gente esperando.

En una de las mesas del área recreativa del Gaitanejo tomamos el Ángelus y, claro, con el personal sentado cómodamente en los bancos de la mesa, el Ángelus se alargó bastante más de lo debido. Por el carril subimos a la carretera al estar cerrada la salida de ese carril a la presa, y en la carretera encontramos una barbaridad de gente, coches y motos aparcados en cualquier sitio. Seguramente en el centro de Málaga había menos gentío que aquí. Los coches estaban aparcados casi hasta el inicio de la presa del embalse Guadalhorce-Guadalteba.

Cruzar la presa del embalse fue épico porque el viento nos llevaba literalmente. Más de uno pasamos agarrados a la barandilla por temor a que el viento nos echara a la carretera. ¡Con qué gusto dejamos la carretera y tomamos la Gran Senda de Málaga al final del puente sobre el Guadalhorce, donde el cerro nos protegía del viento!

La senda va bordeando el embalse del Guadalhorce. Embalse con muy poca agua, tanto que hoy está incomunicado con el del Guadalteba. La senda asciende con mucha suavidad, siguiendo la orilla del embalse, por encima de lo que fue el poblado de Gobantes. Nuestro objetivo era llegar a los tafonis del cerro del Rebolo, pero era tarde y el personal pedía descanso y comida, así que en el llanito superior de una península que se adentra en el embalse, con unas excelentes vistas al embalse, a la sierra Llana y al norte de los tajos del Estudiante, paramos a comer.

Acomodar a 15 personas es casi tan trabajoso como a un ejército. Llevó su tiempo hasta que nos sentamos, más o menos cercanos, para que las fiambreras pudieran circular. Se comenzó con aperitivos de chacina, gambas, aguacate, encurtidos y croquetas. Vinieron después la ensaladilla rusa, la tortilla y el pastel de atún. Luego las albóndigas, los filetillos con ajos, salsa y rebozados, el roast beef con mostaza… y alguna cosa más que olvido. Al final salieron los quesos, de tres tipos. La bebida no estuvo hoy a la altura de las circunstancias, no por la calidad, sino por la cantidad. Tuvimos 4 botellitas de vino y unas cervezas. Terminamos con la consabida tarta de Jerónimo, esta vez de pomelo, deliciosa, para repetir, porque algún día se le acabará el repertorio a este hombre; tés y orujos variados.

Después del almuerzo el grupo se dividió. Unos se tumbaron a dormir la siesta y otros, los menos, seguimos hacia el Rebolo pasando por encima de las ruinas del cortijo del Chopo. Cruzamos la carretera y por una cañada que estaba con mucho matorral pero que se está desbrozando, subimos sin otra dificultad que el desnivel a la cima del Rebolo. Dimos la vuelta a la cima por la base de los tafonis y regresamos.

Los conductores, los Pacos Ruiz y Ponferrada y Jerónimo son grandes caminantes. Por eso los mandamos de avanzadilla para que trajesen los coches al encuentro del resto del grupo que somos caminantes más lentos. Regresamos por la Gran Senda y por la presa del Guadalteba, ahora sin viento, pudimos recrearnos con el entorno que el viento nos había vedado a la ida. Esperamos a los coches en el aparcamiento del hotel del Conde, ahora casi despejado. Despedida y a casa.

Sierras muy agradables, dignas de recorrerse, a poder ser en un día con menos viento, evitando sábados y domingos para no tener la aglomeración que atrae el Caminito del Rey. La sequía ha disminuido las flores, por suerte aún hemos encontrado lirio de invierno (antiguamente Iris planifollia, hoy renombrado Juno planifolia), Narcissus cantabricus y Ophrys fusca.


Mapa de la ruta

Comenzamos la marcha

pisando roca

 buscando el camino 

parando para alguna foto

procurando seguir la huella marcada en la piedra

Salimos al cortafuego

Las caídas del Almorchón hacia el Guadalhorce

Viento

La subida al Convento

Grupo en la cima del Convento

desde donde se tienen unas vistas impresionantes

La bajada rápida pero con tiento, que el viento arrecia

Los que esperan la bajada

y los que la continúan

Desde el Mirador de los Gaitanes, hoy sin apenas nadie por el fuerte viento

La inmensa grieta en la caliza por donde se abre paso el Guadalhorce

Covacha junto al camino

Juno planifolia - Lirio de invierno

Lo que llaman el Arco Gótico

Hoy reponer fuerzas es especialmente placentero

Sendero hacia la presa del Conde del Guadalhorce

Ophrys fusca - Abejera oscura

Tramo por la carretera

La pertinaz y preocupante sequía

Un escalón solventado con ayuda

Vinos, cerveza y agua

Narcissus cantabricus

Horno

Casa covacha

En la cima del Cerro Rebolo

Taffonis bajo el Rebolo

Una cama al sol

La luz

de la flor del almendro

Embalse del Guadalhorce, Sª Llana y Tajo de los Cabritos

miércoles, 19 de enero de 2022

22 de enero: El Cielo por Lomas Llanas

Participantes: 12
Ana, Paco P., Jesús R., Jerónimo, Paco Z., Manolo, Lucía, María José, Paco R., Antonio S., Ricardo, Jesús C.
Distancia recorrida:
15,5 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
1.260 metros
Altura mínima: ( 470 m – El Pinarillo )
Altura máxima: (Sobre los 1.580 m – Ladera del Alto de la Cuesta del Espartal)
Tipo de recorrido:
Circular con un tramo de ida y vuelta
Tipo de camino:
Carril de tierra, veredas  y pequeños tramos campo a través.
    

Desayuno en la gasolinera de Nerja.

Tenemos un tiempo anticiclónico, con viento de levante fuerte, que acumula nubes y alguna llovizna en el oeste de la provincia. Por eso buscamos rutas por el este, como esta del Cielo.

En el desayuno y en el aparcamiento del Pinarillo nos juntamos con uno de los grupos de La Bota Viajera. Algunos de los nuestros conocían a otros de La Bota. Salimos juntos por el carril del Pinarillo, pero al llegar al barranco de la Coladilla los dejamos ir delante para caminar en grupos más reducidos. Iban a Navachica subiendo por los Tajos del Sol.

La mañana estaba despejada, sin viento, al menos en el fondo del barranco de Cazadores, y con buena temperatura. Las flores de la violeta arbórea, del escobón y de la olivilla nos dieron la bienvenida, acompañadas de las del romero y aulaga, aunque de esta última no se pueda esperar nada bueno. ¡Con la sequía que tenemos y aún hay alguna florecilla! Parece mentira. Con las flores y la vista de esos tremendos paredones de la garganta del Cazadores este primer tramo es delicioso. Por muchas veces que se pase siempre impresiona.

Al llegar a la primera salida de la senda del fondo del barranco nos dividimos: Paco Ruiz y Manolo decidieron ir por el fondo del barranco mientras que el resto, más conservadores, tomamos la senda, si se puede llamar así al primer tramo que se perdió en 2007 y ahora trepa por una cárcava pedregosa e incómoda; después ya en la senda tradicional, el piso es bueno y las vistas excelentes. Aparte de la aventura, no tiene ningún aliciente caminar por el fondo del barranco sin vista alguna.

El grupo caminaba a buen ritmo, el que imponían Ana y Manolo, que habían salido con fuerza, pero cuando entramos al barranco de la Encina el ritmo disminuyó por la maleza y la madera acumulada en el fondo del barranco que dificulta el tránsito.

Y cuando entramos en el barranco Serrano la elevada inclinación impuso su ley y todos tuvimos que reducir el paso. Paramos al Ángelus en la llanura del Llano Hondero donde hay restos de haber hecho fuego. No imaginamos quién puede venir aquí con ese propósito. Nos sentamos aprovechando los rayos del sol y descansamos un poco mientras se tomaban los mostachones, las pasas, los frutos secos, etc.

La senda desde aquí y hasta el final de Lomas Llanas está muy poco marcada, casi siempre vamos por donde nos parece, pero hoy hemos seguido bastante bien los hitos que la señalan. El track de hoy puede muy bien servir de guía para futuras excursiones.

El tiempo había empeorado notablemente. Entre Lomas Llanas y el collado de la Orza hubimos de echar mano de abrigos y cortavientos porque el frío levante soplaba con fuerza, y lo que es peor: acumulaba nubes en la cresta de la sierra por donde tendríamos que caminar metidos en la niebla.

Incluso con la dificultad añadida de la niebla en el puerto de la Orza nos dividimos: Paco Ruiz y Jerónimo dieron la vuelta por el sur al cerro de los Piornos mientras que el resto subíamos por la ladera a alcanzar el puertecillo entre el cerro de los Piornos y el Morrillo de los Cabreros. Afortunadamente la niebla iba y venía y nos reencontramos con facilidad, pero separar el grupo cuando hay niebla es algo que deberíamos evitar siempre, máxime cuando entre los cerros de los Piornos y el de las Minillas de Herrera está todo quemado, con la madera por medio y el matorral de aulagas cerrando cualquier rastro de senda.

En el cerro de las Minillas de Herrera la sendilla vuelve a estar marcada y de allí al Cielo caminamos sin dificultad, con la niebla yendo y viniendo. En estos días de niebla, cuando se abre, se disfruta más si cabe de las vistas, hoy hacia el espejeante azul del mar y hacia la llanura costera.

En el Cielo paramos lo indispensable para cuatro fotos: el viento y el frío nos hicieron seguir el camino sin descargarnos siquiera de la mochila.

La bajada del Cielo por la loma de la Columna se realizaba antes por la cresta que da a la Hoya de las Lajillas. Desde hace algún tiempo se abrió una vereda de montañero que facilitaba la bajada, pero con el auge del senderismo ahora se han abierto muchas veredillas, algunas por zonas complicadas, y no es fácil seguir la mejor senda. No obstante, en esta ocasión seguimos bastante bien la principal que es la que transita por el “mejor” sitio.

Al llegar a la senda por el pie del Barco paramos a comer en la llanurilla. Aperitivos de chacina variada, aguacate, original ensalada de steak tartar, un par de ensaladillas rusas, menestra, tortillas de berenjena, patata y chorizo, pollo empanado, filetillos con ajos… y quién sabe cuántas cosas más. Cervecitas para el comienzo del ágape y vinos del Campo de Borja (2), Rioja y de Gredos. Tarta de coco y mango, muy buena, té y orujos varios. Todo tomado con la debida tranquilidad a pesar del frío.

La bajada por la cuesta de la Medialuna debe hacerse despacio para evitar resbalones. Y así se hizo mientras contemplábamos la cresta de las Carabelas, cerro Molinero y el barranco del Embudo a la izquierda, y a la derecha las ariscas puntas de los cerros de La Maceta y Perruchino.

El tiempo había mejorado, el viento casi cesado y la temperatura más alta.

Una buena caminata, con el tiempo acompañándonos sólo en parte.

Mapa de la ruta

Saliendo desde El Pinarillo

Las primeras abejeras oscuras del año - Ophrys fusca

Violeta arbórea - Viola arborea

Almendrillo y Almendrón desde el Bco. de Cazadores

Cneorum tricoccom - Olivilla

Los tajos y pedreras que bajan del Perruchino

Un tramo de la senda

que se mantiene en pie tras la riada de 2007; aún no han tenido tiempo de arreglar los destrozos.

Caracol de la Almijara

La senda va escalando decidida

y baja a una zona con bocas de antiguas minas

Atacando los escalones del barranco

Entrando en el Bco. de Serrano

Vistas hacia el Almendrón

Llegando a Lomas Llanas

¿Se quedará o no?

Los majestuosos pinos de Lomas Llanas 

Llegando al Pto. de la Orza

Rodeando el Cerro de los Piornos por el sur

Buscando el paso entre el monte bajo crecido tras un incendio de hace algunos años

El sol se asoma unos instantes

Viento

La cruz del Cielo cada vez más cerca

Afrontando los últimos tramos de la cresta

Llegando al Cielo

Foto rápida de grupo

y para abajo, que no es gerundio

Un desnivel de 1000 metros en 3 kilómetros

Panorámica desde el mar a las montañas

Almendrillo y Cisne

Vinos

Las caídas de la Maceta

La vereda de la Cuesta de la Luna

Llegando al fondo del Barranco de la Higuera