martes, 28 de septiembre de 2021

2 de octubre: Casarabonela - Sª Prieta - Tajo de la Campana

Participantes: 11

Paco P., Jesús R., Pilar, Mª José, Paco R., Jesús C.,  Manuel D., Enrique, Antonio U., Paco Z.  y Jerónimo.

Distancia recorrida:

18  kilómetros

Desnivel de subida acumulado:

1.300 metros

Altura mínima: (500 m – Casarabonela)

Altura máxima: (1.519 m – Vértice Sierra Prieta)

Tipo de recorrido:

Circular, salvo dos tramos de ida y vuelta

Tipo de camino:

Principalmente veredas y un pequeño tramo por carril y otro por las calles del pueblo.

Desayuno en el bar La Herradura de Zalea. Buena rebanada de pan. Muchas moscas y poco espacio dentro del bar.

Bienvenido Manolo, el frío de la montaña leonesa te ha echado hacia el sur. Todo el grupo te esperaba.

Los aparcamientos del centro de Casarabonela llenos. Para otro día ir a los que hay en la circunvalación o en el tanatorio.

Salimos de los aparcamientos del centro de Casarabonela, por la circunvalación, donde unas higueras nos brindaron sus higuitos mañaneros para completar el desayuno.

La idea de partida era ir al Tajo de la Campana y a Sierra Blanquilla, y con esa intención tomamos la senda al Llano Cristóbal donde un buen rebaño de cabras nos dieron la bienvenida. Más arriba, en el Llano, también se oían más cabras, aunque no logramos verlas. Parece que Casarabonela se ha vuelto ganadera.

En el Llano Cristóbal hubo la primera confrontación de ideas: unos que querían ir directamente al puerto de la Jácara y otros pasar por la fuente del Hornajo e ir al puerto de la Madera. Se impuso esta última alternativa por ofrecer una senda con menos repechos e ir, en parte, por sombra.

En la fuente del Hornajo una pequeña paradita para tomar unas nueces del hermoso nogal que allí hay. Se ve que desayuno e higos no habían bastado. Desde la fuente al puerto de la Madera el pinar ha crecido un montón. Lo conocimos cuando apenas descollaba del matorral y ahora se ha convertido en un buen pinar por el que se camina a la sombra.

Del puerto de la Madera subimos al puertecillo superior donde se divide la senda al sureste y suroeste. Tomamos la del oeste para aprovechar la sombra del enorme Pico de la Prieta. La umbría del Pico ofrece una sendita encantadora por la frescura, los enormes pinos, las vistas al valle del Turón y los enormes roquedales del Pico, siendo además una sendita con desniveles muy suaves.

Paramos al Ángelus en la cañada del Arroyo de las Doncellas, bajo los arces y cerca de los mostajos. Este entorno es muy agradable y siempre hacemos una paradita en él. Hoy sirvió también para reconsiderar el objetivo de la Blanquilla. Si íbamos a la Blanquilla no teníamos tiempo de bajar al Tajo de la Campana. Por eso decidimos subir de allí al Pico de la Prieta aprovechando una sendita que Paco Ruiz había investigado.

Paco tomó la dirección del grupo y por la sendita nos subió al puerto de la Cabrilla, zigzagueando, con bastante suavidad, siempre a la sombra del pinar y de los tajos. Estos antiguos caminos de herradura son una delicia. En el puerto la sendita continuaba en dirección sur, hacia Jorox, y de allí al Pico entramos en sendita de montañero. Eso ya fue otro cantar. Hubimos de trepar a veces y siempre ir por pendientes casi imposibles. Pero tal como Paco dijo había una sendita que nos guiaba hacia arriba. Y eso ya era mucho porque evitaba la incertidumbre e indecisión de por dónde continuar la subida.

Ya casi arriba algunos perdimos la senda y nos desviamos demasiado al sur, en cambio Paco y María José continuaron por la sendita hasta el mismo vértice geodésico. Las fotos de rigor en el vértice y hacia todo el derredor desde ese nido de águilas. Son especialmente impresionantes los tajos al suroeste.

La bajada se nos hizo interminable hasta el puertecillo donde se toma la senda que corta toda la ladera norte de Sierra Prieta. Recogimos a Pili y a Jesús R. que habían rehusado subir al Pico y, ya todo el grupo, iniciamos la bajada al puerto de la Madera primero y al Tajo de la Campana después. Cuando entramos en el pinar debajo del puerto de la Madera todos sentimos el alivio de dejar la solana y entrar a la sombra protectora del pinar.

Sin llegar al Tajo de la Campana, bajo un hermoso pino solitario frente a él, encontramos el restaurante ideal. Allí nos aposentamos para degustar un delicioso gazpacho heladito, jugosas gambas, chorizo y cecina de León, riquísimos boquerones en vinagre, edamame, habas con cebollita, tortillas de guisantes, y de patata con huevos de corral, pastel de atún, carnes variadas con sus ajitos…, terminando con la imprescindible tablita de quesos. Cervezas frescas y vinos variados nos ayudaron a pasar semejante banquete. Para terminar la tarta de Jerónimo, de manzanas del cortijo de la Almijara esta vez, exquisita, no podía ser menos después de haber cargado con las manzanas durante medio día el sábado anterior. La acompañamos de tés y orujos.

Nos levantamos como pudimos para acercarnos a ese Tajo de la Campana, impresionante, como siempre, que hizo las delicias de los que no lo conocían. Y luego de mil fotos subimos al puerto de la Jácara por esa sendita umbría, sombría, con esos contrastes entre los roquedos y el verde de los pinos.

Por la senda de la Jácara descendimos ya con poca protección de los pinos a una de las cañadas que dan lugar al arroyo de Casarabonela y después, por la cresta, bajamos al Llano Cristóbal y a Casarabonela.

Justo en el aparcamiento teníamos un bar con hermosa terraza. Allí tomamos las heladitas cervezas y refrescos antes de volver a los coches y a casa.

Felicidades a Paco Zambrana por su cumpleaños y a Jerónimo por su santo. Ambos tuvieron la deferencia de invitarnos al desayuno y a la cerveza vespertina respectivamente. Todo el grupo lo agradeció.

Al sol le está costando trabajo salir de las nieblas del valle

Escarabajo de llamativos colores

La subida hacia la fuente

nos depara a nuestra espalda una hermosa panorámica de la niebla

Nuestro objetivo futuro al fondo

Calamintha nepeta - Neota

De la fuente al Pto. de la Madera

Flores masculinas del algarrobo

Y tenía razón Enrique: el algarrobo puede tener solo flores masculinas, los algarrobos bordes, puede ser un árbol con flores solo femeninas e incluso hay árboles con flores hermafroditas.

Llegando al Pto. de la Madera

Panorámica desde la vereda

Frutos del mostajo

Subiendo hacia Sierra Prieta

Roquedo y tajos de la cara norte

Sierra Blanquilla al fondo

en un tramo empinado de subida

La bicha

Se nos perdió la vereda

En el vértice

Bajada

Ya todos de nuevo

Restaurante El Pino

Vinos

Pastel de manzanas del Cortijo Almijara

Tajo de la Campana

Roca vertical

Otra del Tajo de la Campana

Smilax aspera - Zarzaparrilla

En la subida al Pto. de la Jácara

Scilla autumnalis - Escila de otoño

Urginea maritima - Cebolla albarrana

Encina y pino

Llegando de nuevo al Llano Cristóbal

Último tramo de bajada por el pinar

miércoles, 22 de septiembre de 2021

25 de septiembre: Río Grande de Jayena - arroyos Bacal, Almijara y Golondrinas -

Participantes: 16

Antonio S, Antonio M., Fini, Paco P., Pilar, Jesús R.,  Paco R., Mª José,  Luci, Enrique, Jesús C., Ricardo, Lucía, Antonio U., Paco Z.  y Jerónimo

Distancia recorrida:

24  kilómetros

Desnivel de subida acumulado:

650 metros

Altura mínima: (920 m – Área recreativa del Bacal)

Altura máxima: (1.310 m – Proximidades de Cueva Colica)

Tipo de recorrido:

Circular, con un tramo lineal de ida y vuelta

Tipo de camino:

Veredas y carriles

Desayuno en El Churrero de Alhama de Granada. Buenos churros, pan corrientito, buen precio.

Hoy hemos recibido a Fini y Antonio que no los veíamos desde antes del verano. Bien venidos.

Partimos del área recreativa del Bacal un poco tarde para una excursión tan larga, pero mover un grupo tan grande siempre es costoso y lleva su tiempo; hay que ir al ritmo del último.

Al entrar en el cauce del río quedamos sorprendidos de la poca agua que llevaba en los tramos que la había pues en su mayor parte bajaba seco. Pertinaz sequía que está afectando hasta estos arroyos de la Almijara de flujo generalmente constante.

La senda del arroyo del Bacal, estaba pisada, aunque no tanto como hubiera sido necesario para mantener a raya la vegetación. Sobre todo, los zarzales incordiaban especialmente con esas espinas curvadas para agarrar la ropa o la piel. A cambio nos ofrecían una espléndida cosecha de moras maduritas, apetitosas y frescas en la mañana. Muchos pensamos que las moras no compensaban los enganchones.

En todo el trayecto hay que resaltar los añosos, enormes, pinos resineros mostrando las innumerables heridas de la extracción de resina, actividad de la que comieron muchas de las gentes de Jayena, Fornes y Játar, y que, afortunadamente, se libraron del gran incendio de la Resinera.

A la sombre de los pinos de Haza Grande tomamos el Ángelus, tan rápido que algunos ni se sentaron ni se quitaron la mochila de la espalda. La verdad era que íbamos retrasadillos, por eso, a partir de entonces se puso un ritmo más vivo por todo el cauce de esta parte del arroyo de la Almijara. En el Mojón de las Diferencias hubo reunión para decidir si acortábamos la caminata o íbamos hacia Cueva Colica. Se impuso la opción de caminata larga, más que por las manifestaciones a su favor por el silencio de la mayoría.

El tramo entre el Mojón de las Diferencias y el principio de la cuesta Colica es especialmente gratificante por la sombra de los árboles a la vera del arroyo de la Almijara y por el rumor del agua. Este trozo del arroyo siempre lo hemos visto con agua.

Pasamos el cortijo de la Almijara que hemos conocido habitado y ahora se está cayendo a pedazos y paramos en el manzanal. Como siempre cargadito de manzanas que hoy día nadie aprovecha. Paco Ruiz, con su saber campero, se subió a un par de árboles, les dio un buen meneo y roció de manzanas todo el suelo, evitándonos a los demás la incomodidad de trepar a los árboles. Todos cogimos sólo unas cuantas, porque luego había que cargar con ellas, excepto Jerónimo que cargó con un bolsón tremendo añadiendo mucho más peso a su ya pesadísima mochila. Menos mal que es joven y está fuerte como un toro.

Pasamos por Cueva Colica de grato recuerdo para algunos como Fini y Antonio, y Antonio de Fornes, y paramos a comer en el cortijo de Cabañeros, junto al barranco de Cabañeros con agua en Prado Luna pero no aquí.

La comida tan rica y variada como siempre. Con 16 mochilas es imposible acordarse de todo lo que salió de allí. Recuerdo gambas, chacina, ensaladilla rusa, porra con sus aditamentos de jamón y huevo duro, tortillas, tabulé, sardinas, pisto, carnes de pollo y de cerdo y más cosas que seguro olvido. Terminamos con la tabla de quesos, la tarta de mango y mandarina y tés variados. Todo ello pasado con cervezas y vinos.

Hicimos menos sobremesa de la acostumbrada porque aún quedaba mucho camino. Bajamos por el arroyo de las Golondrinas, con agua en algunos tramos entre los que se incluyen las cascaditas, luego por Haza Grande para después entrar en la senda paralela al arroyo del Bacal.

En los coches todos nos sentíamos satisfechos de la jornada, incluso los que hubieran preferido acortar el recorrido estaban contentos de haber pasado por el nacimiento del arroyo de la Almijara, por el manzanal y por Cueva Colica.

Día despejado, con una brisa suave muy agradable y temperatura adecuada para caminar.

Aquí tenemos que hacer una exploración. Sería salir del llano del Bacal por una sendita que se toma poco antes de la bajada al arroyo y que por la ladera izquierda sube al haza de la Encina y al carril de los Morros. Más adelante, en el haza de la Sabinilla, tomar al norte un carrilillo que se interna en los cerrillos de la Monjas y salir al carril que cruza la sierra cerca de Cuatro Caminos. Convertiría la ruta en circular. Queda en el tintero.

Bajando hacia el Bacal

Primer cruce del río

Parnassia palustris

Las heridas del viejo pino resinero

Va de bichos...

Araneus diadematus - Araña de la cruz

Oruga de hyles euphorbiae

El entorno del Arroyo Bacal

Llano de Córzola

Carril al Mojón de las Diferencias

Balsa contraincendios

Deliberando

Manzanas tengo

Llegando a Cueva Colica

Por Prado Luna

Mantis religiosa

Vinos

Preparando las viandas

Tarta de crema de mango

Roquedos sobre el Arroyo Golondrinas

Erica terminalis

Poza en el Arroyo Golondrinas

Bajo añosos pinos resineros

Poza Romance

Cruzando el río por aquí seco

y aquí con agua

Llegando al A.R. del Bacal