miércoles, 19 de abril de 2017

Sábado 22 de abril: Circular al Pico Mijas


Participantes:  7
 Paco Ruiz, Paco Ponfe, Pilar, Jesús R., Lola V.,  Paco Z. y Jerónimo
Distancia recorrida:
20,3 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
980 metros
Altura mínima: (Inicio carril nuevo  - 430 m)
Altura máxima: (Pico de Mijas –La Bola - 1.150 m)
Tipo de recorrido:
Circular, con un pequeño tramo de ida y vuelta

    
Flower’s  power

Me ha dicho La Jenny que los de la vinoteca - sí, esos que los findes se levantan de noche y se acuestan de día-  se han ido este sábado a la sierra de Mijas, y mira que está lejos y allí ni  Bershka ni nada, solo matas y piedras. ¡Qué aburrimiento!  Y que hacía viento y frío, y que esa bola que han puesto arriba  para que nos llegue redonda la señal de los móviles pues ni se veía. ¡Están locos! ¡Con lo bien que se está en la cama hasta las doce o la una! O levantarse para comer, que alguna vez lo he hecho y mira, más gorda no estoy, que yo me veo bien con mis mallas rosas del Decathlon y mi top de leopardo. Pues a lo que iba, que pocos eran para los que son, que cuando comen se junta un ejército, pero para caminar poquitos, solo siete, que unos andan por Canarias, por Tenerife o Palma de Mallorca, y otros están tocados, que si la espalda, que si la rodilla… y es que hija, nos vamos haciendo viejos y es que ni el amor lo reflejo como ayer.  ¡Qué triste es volverse vieja! Y no por los años, que a mí lo mismo me da cumplir cincuenta que sesenta, sino por la salud. Mira que me gusta poco caminar por el paseo marítimo, parece un geriátrico mirando al mar. Y es que soy como aquella bruja fea de los cuentos que no le gustaba lo que veía en el espejo, un espejo de futuro. ¿Sigues ahí? Creía que se había cortado, como no te escucho.  Y es que ahora, con eso de que te cuesta lo mismo hablar un minuto que un día entero pues que ni te enteras,  que te enganchas y no paras, bueno, y si hablamos  del guasá, ya es para no parar de darle al dedo, que hasta dicen que nos está creciendo. ¡Será lo único! Eso y los años. Ya me he ido otra vez. Pues lo que te estaba contando, que llegaron a la bola esa, la que está arriba del todo y que no se veía casi nada y que solo uno subió para hacerse una foto y que los demás se quedaron abajo , a diez metros y el de la foto y el otro esperando y nada, que no subieron. Y que después de hartarse de subir para nada se fueron para abajo, esta vez para hartarse de otra cosa, de comer, como siempre y también para beber, que me ha dicho La Vane, que una vez fue con ellos pues una amiga suya que algunas veces también salía la había convencido con eso de que se daban un paseo por el campo y después a comer y beber y a disfrutar, que hay días que se juntan con quince o veinte botellas de vino y a veces hasta falta y tienen que sacar un orujo que se trae uno de León, alcohol puro. Pero andar andan, que de paseos nada, que a esta que te digo la tuvieron que bajar entre tres de la montaña, que ya no podía más. Bueno, lo que te iba diciendo, que llevaron hasta vino, una botella por lo menos,  y que otro hizo té frío pues se había dejado el agua en casa y no tenía nada para beber.  Y como te digo una cosa te digo la otra, que allí estaban los demás para darle un poco cada uno.  Que ni Fuenteovejuna. Bueno, te voy a dejar, que se me queman las lentejas. A ver si un día cambiamos el pilates por la sierra, y nos damos un paseíto, que por las fotos que han puesto tiene que estar llenita de flores. (…) ¡Ay, hija, lo siento, que no me acordaba que tenías alergia y ya estás con los picores y los mocos! Te vas a tener que comprar una mascarilla para salir y ponértela, aunque te parezcas a Michael Jackson y se rían de ti. Pero vaya, tu pasando, que es gerundio, que mientras unos cagan flores otros nacen con ella en el culo.
 
Rhaponticum coniferum (Cuchara de pastor)
 
Gladiolus italicus (Gladiolo silvestre)
 
Por el pinar de Alhaurín el Grande
 
Entre esparto en flor
 
Reichardia tingitana (Lechuguino)
 
Ophrys atlantica
 
Aristolochia baetica (Candilitos)
 
Cistus clusii (Romerillo)
 
Sendero umbrío
 
Ophrys dyris
 
Aceras athropophorum (Orquídea del hombre ahorcado)
 
Fritillaria hispanica  (Meleagria)
 
Ophrys fusca
 
Orchis olbiensis (Satirón manchado)
 
Ophrys scolopax
 
Llegando a La Bola
 
En el vértice del Pico Mijas
 
Saliendo de la niebla
 
Se acercan nubes negras
 
Linaria tristis
 
Phagnalon rupestre
 
Helianthemum apenninum spp. suffruticosum
 
Reseda barrelieri (Reseda mayor)
 
Echium albicans (Viborera andaluza)
 
Alyssum atlanticum
 
Anthyllis polycephala
 
Mariposa - Vanessa cardui
 
Iris filifolia (Lirio)
 
Convolvulus althaeoides (Campanillas)
 
Convolvulus lanuginosus
 
Klasea flavescens spp. leucantha (Serradilla)
 
Ophrys apifera
 

lunes, 10 de abril de 2017

Sábado 15 de abril: Pte. Cambil - El Caballo - Piedra Sillada


Participantes:  4
 Paco Ruiz, Luci, Manu y Lucía López
Distancia recorrida:
18 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
960 metros
Altura mínima: (Pte. Cambil- 950 m)
Altura máxima: (Piedra Sillada - 1678 m)
Tipo de recorrido:
Circular

 

Por el cortafuegos
 
El Lucero al fondo
 
Camino del Caballo
 
Hacia Piedra Sillada
 
En Piedra Sillada con el Valle del Chíllar de fondo
 
Piedra Sillada y Cabañeros
 
Pliegues en la roca
 
Linaria amoi

miércoles, 5 de abril de 2017

Sábado 8 de abril: Sª del Endrinal


Participantes:  11
 Paco Ruiz, Paco Ponfe, Pilar, Jesús R., Luis,  Luci, Manu, Manuel D.,  Nori, Ricardo  y Jerónimo
Distancia recorrida:
17 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
1.110 metros
Altura mínima: (Camping Rodillo, Grazalema - 910 m)
Altura máxima: (Simancón – 1.569 m)
Tipo de recorrido:
Circular
 
A las nueve y veinte de la mañana, un grupo de amigos entran casi a la par en el aparcamiento del camping del Tajo Rodillo, venidos de puntos distintos y distantes: un ejemplo de coordinación sin hora fijada. Alrededor, la mañana luce sus galas en el blanco luminoso de las casas de Grazalema y la altivez del Peñón Grande que los saluda desde arriba, casi sobre sus cabezas.
Por delante, la Cañada de Mahón, sombreada de pinos y asfaltada de las piedras caídas de los tajos que la constriñen. Una empinada subida para calentar piernas y corazones solitarios hasta llegar al Puerto del Endrinal, desde donde se otean Simancón y Reloj, siameses unidos por un bello y agreste lapiaz, pura roca.
Al fondo, tras la alargada dolina de los Llanos del Endrinal, se dibuja el Puerto de las Presillas, y a él dirigen su caminar, alegres en animada charla  de puesta al día o planes de futuro.  Desde el puerto, y girando la vista en dirección contraria a sus pasos, la cresta de la Sierra del Pinar se recorta sobre el cielo azul, algo brumoso en el horizonte por la falta de lluvias y el levante. A un extremo, el Torreón; en el otro, el picudo San Cristóbal, guía de barcos, faro de Neptuno.

En esta ladera noroeste, añosas encinas de gruesos troncos negros y agrietados manchan el gris de la roca y el verde lujurioso de la hierba nueva. El sendero les conduce en bajada hasta la Casa del Dornajo, antiguos muros resquebrajados que a duras penas aguantan de pie,  y un poco más allá, a la fuente del mismo nombre, con sus tres pilas labradas en piedra  y su chorro fresco de agua, y allí se sientan y allí sacan algo con lo que saciar el hambre que ya sienten.
Cerca de las ruinas que de la casa quedan, junto a un rezumadero, un viejo y portentoso quejigo los acoge bajo sus ramas y sobre sus raíces desnudas, cubiertas de musgo. En el recuerdo, un hombre se acerca y le susurra palabras de aliento, de ánimo en su vejez más joven:
 Tú que aquí estabas
 cuando aún ni pensamiento era.
Tú que seguirás aquí
 cuando yo muera.
Un senderillo apenas dibujado, entre encinas y quejigos, recorre el Circo del Dornajo, anfiteatro de piedra, y sube hasta encaramarse en su cresta y perderse en un dédalo de carrascas, matorrales y afiladas rocas talladas por el agua, hasta salir, ya decididamente hacia arriba buscando el Simancón.
Una vez leí, hablando de esta cumbre y de su compañero El Reloj, que era lo más parecido a un paisaje lunar. Una inclinada ladera de metal surcada por miles de grietas que asusta y asombra, que satisface y disgusta, que llena, vacía y emociona, que te arropa con su cruda frialdad de piedra helada y duro viento.
¿Dónde estará? La Charca Verde en el fondo espera, conferencia. Y allí, al sol primaveral y a resguardo del levante, nadie se levanta para dar cuenta de cuanto traían: mochilas llenas y espaldas agradecidas. 
Y  la senda continúa, y aquellos que por ella van en animada charla  recuerdan al toro, y su rabo, escondido esta vez  en la Cueva de Dos Puertas, que no es cueva pues es arco, y que no tiene dos puertas ni una, y si las tiene, en aquel momento las tenía abiertas y había corriente y nadie quería perderse el momento de quedar dibujado en negro.
Media hora –Ahmed dixit- de sinuoso camino para no olvidar las piedras y de nuevo, cayendo la tarde, los amigos se despiden, cansados, doloridos algunos, pero contentos de volver a compartir un trozo de montaña y algo más, mucho más.
 

Mapa de la ruta
 
Peñón Grande
 
Subiendo por la Cañada Mahón
 
En el Pto. del Endrinal
 
Cruzando los Llanos del Endrinal
 
Camino al Pto. de las Presillas
 
Por el Pto. de las Presillas
 
Encinas y el Torreón
 
Subiendo y bajando con la crestería de la Sª del Pinar de fondo
 
Coagarzal
 
En la Fte. del Dornajo
 
Ruinas de la Casa del Dornajo
 
Bajo el quejigo del Dornajo, declarado árbol singular
 
Subiendo por una pedrera
 
Ya casi arriba
 
Vistas al Circo del Dornajo
 
Subiendo hacia el Simancón
 
Llegando a la cumbre
 
Foto de grupo
 
Empezando a bajar el lapiaz que une el Simancón con el Reloj
 
Una mirada hacia arriba
 
Haciendo equilibrios
 
Harrijasotzaile
 
En el Reloj, con su vértice por los suelos
 
Buscando que el viento no nos lleve
 
Toca bajar
 
Como su nombre indica
 
Charca verde, hoy marrón
 
Orchis mascula
 
Pequeño gran lapiaz
 
En busca de la cueva perdida
 
Uno, una puerta
 
Muchos en la Cueva de Dos Puertas
 
Ya tenemos Grazalema a tiro de piedra, nunca mejor dicho
 
Lathyrus cicera