jueves, 29 de octubre de 2020

31 de octubre: Sª Canucha por la Cueva Santa

Participantes: Nori, Luis, Tere, Jerónimo, Pili, Paco Ponferrada, Jesús R., Ana, Lola, Paco Zambrana, Antonio de Fornes, Ricardo, Carlos, Paco Ruiz, Jesús C.

Distancia recorrida: 18 km.

Desnivel acumulado: 1130 m.


Bienvenido Antonio de Fornes, de quien no teníamos noticia desde el invierno pasado.

Por evitar posibles contagios evitamos el desayuno en el bar y quedamos en el aparcamiento debajo del puente de la carretera nueva del Arco a las 8,30. Un poco más tarde llegamos los de la Axarquía por causas ajenas a nuestra voluntad.

Partimos por la pista asfaltada a Istán, paralelos al Arroyo Seco, en una mañana soleada, sin viento, calurosa para final de octubre, tratando de caminar separados, cosa que no hizo falta porque en cuanto comenzaron los repechos del camino de Moratán se establecieron varias velocidades y varios grupos.

Al llegar al Camino Viejo de Monda a Istán dejamos la pista y el Camino Viejo por el carril de Moratán, subiendo por la ladera izquierda de la Cañada Canucha. Al frente el Alto de la Canucha nos avisaba de que la subida era fuerte. Dejamos a la izquierda, entre zarzales, la escondida fuente de Juan Alba y más adelante el pilar de Palma, este en el mismo carril, sin agua.

Poco más arriba del puerto del Acebuchal nos desviamos para visitar la Cueva Santa, una cueva con todas las de la ley, no como otras que son meros abrigos. Desgraciadamente todas las estalactitas y estalagmitas están decapitadas, aún así merece la pena visitar la cueva.

Va ahora el carril por la Cañada del Acebuchal a morir en la cresta del Acebuchal, pero lo dejamos antes para internarnos en la maleza buscando la senda que sube por la ladera. La senda está casi perdida; Paco Ruiz hizo de explorador, se metió entre las aulagas y la encontró. Paco tiene buen olfato para las sendas. Los demás seguimos detrás metiéndonos en unas trochas jalonadas de romero, jaguarzo negro y, sobre todo, aulagas arborescentes. Toda esta ladera se quemó y ahora está poblada de matorral imposible de caminar.

Por la exigua sendilla ascendimos, no sin dificultades y abundantes pinchazos, hasta encontrar la senda que circunda la Canucha poco más arriba del puerto de Tajo Negro. Desde aquí comenzó el disfrute por la senda y las hermosísimas vistas a este y oeste. En el cercano puerto de las Encinillas ya dimos vista al oeste, a toda la sierra de Bornoque abajo y a las de las Nieves, Palmitera, Blanquilla y Prieta al fondo. Además, también al oeste, en la cañada de las Encinillas, nos recibieron los primeros pinsapos de la Canucha.

La senda ahora nos transportó por la cresta de la sierra, con vistas también al este, a los olivares de los Llanos de Puzla, a la enorme cantera “del Bonito”, a las sierras Alpujata, Mijas y hasta la Tejeda. Este trozo, llanito, con encinas y roquedos, es uno de los más deliciosos de la caminata.

La senda se mete en la ladera oeste de la Canucha, ladera que ya no abandonará. Al principio va cercana a la cresta, pero en el enorme tajo de la Tejuela, que se ve triangular desde la senda, ya desciende la senda mucho más abajo de las cumbres. Jerónimo continuó un buen trecho por las cumbres hasta el puerto de la Tejuela, desde donde descendió a buscar la senda.

La senda desciende fuertemente por la cañada de las Piedras porque los verticales tajos que caen desde las cimas no dejan otra alternativa, antes de llegar al puerto del Aulagarejo. Las panorámicas de los Cuchillos de la Canucha en todo este tramo son espectaculares.

Desde el puerto del Aulagarejo comenzamos a disfrutar del Pinsapar de la Canucha, sobre todo en la parte norte de la cañada de Gonzalo Pérez; subimos al puerto homónimo, dando vistas a la cañada de los Pinsapos, y aquí ya tuvimos el pinsapar en todo su esplendor, con preciosos ejemplares que no sólo los veíamos a distancia, sino que ascendían hasta la misma senda para que sintiéramos su proximidad y fuerza. Un pinsapar que va ganando en extensión y altura conforme pasan los años. Tanto es así que la característica encina del puerto de los Merenderos, tan prominente antes, está empequeñecida por los pinsapos.

Del puerto de los Merenderos subimos y bajamos al cerro Merenderos o Castillejo por disfrutar de las vistas y llegar al punto más alto de la Canucha. Las crestas de los Cuchillos desde él son sobrecogedoras.

El puerto de los Merenderos es un restaurante excepcional, pero como era temprano bajamos a buscar otro a la fuente del Pozuelo. Bajo un enorme pino resinero nos aposentamos, muy dispersos, y con el tronco del pino en medio que nos impedía vernos unos a otros. Con la multitud de viandas probamos un rico vino del Bierzo, un par de riojas y un malbec de Cuenca que no resultó tan bueno como los argentinos que recordábamos. De postre, tarta de calabaza y chocolate, excelente, como todas las que nos trae Jerónimo, pasada con buenos tés y un poco de ron pálido.

Del almuerzo al cercano mirador de los Cuchillos, desde donde se tiene una completa panorámica de los Cuchillos, con sus “ventanas”, y el Cancho de los Zapateros, debajo de los Cuchillos. Impresionante vista.

Descendimos despacio por la empinada pendiente al cauce de la cañada de la Mina, con el cerro de las Lajas a la derecha, y el pinar alrededor de la casilla de Puzla, nuestro objetivo, al frente; debajo la cañada de las Minas que se une a la del Pozuelo para dar lugar a la de las Lajas que se queda cada vez más baja.

Desde la casilla baja un carril que se hace cada vez más importante conforme nos adentramos en las primeras casas del Llano de Puzla y en el hermoso pinar.

Al llegar cerca de la carretera, dudas de por dónde ir. Finalmente, después de los numerosos titubeos, unos tomaron un senderillo por encima de la carretera, y los más conservadores fuimos a tiro fijo por la carretera hasta el desvío a la cantera del Bonito y a los coches.

Mapa de la ruta

Parahelio

Por el carril hacia la Cueva Santa

En la cueva, donde faltan estalactitas y sobran santos

Las aulagas han invadido el sendero

Panorámica hacia el este desde el Alto del Acebuchal

Araña de la cruz - Araneus pallidus

Llegando a las proximidades del Pto. del Tajo Negro

Disfrutando de las vistas

Descanso para repostar

De nuevo en marcha

Las laderas de la Sª Canucha caen vertiginosas a norte y sur

Cerca del Puerto de las Encinillas

Vistas al Tajo de la Tejuela

La vertiginosa cresta del Tajo de la Tejuela

Un sendero de sube y baja, rodeando las cañadas al norte de esta sierra

Cañada de los Pinsapos

Llegando al Pto. de los Merenderos

El roquedo de subida a los Castillejos

Castillejos, con la distancia que nos permitía el exiguo pico

Sobre los Cuchillos

Bajo los Cuchillos

Los vinos en su nido

Tarta de calabaza y chocolate

Por la Cañada de las Minas

Los "cuernos" de la cornicabra

Llegando a la casa de Puzla

Linaria clementei

Lobularia maritima

13 comentarios:

  1. Nos apuntamos. Jerónimo, si podemos ir contigo, a qué hora desayunados?

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  2. Jesús R. Pilar y Paco Ponfe vamos.

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  3. Me apunto a la mañana.
    En principio y hasta que pasen estas bullas iré solo en mi coche. Iré directamente al lugar indicado.
    Antonio S.

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  4. Yo también me apunto. Ya tengo relevo.
    Puedo ir con alguien?

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  5. Yo también me apunto. Ya tengo relevo.
    Puedo ir con alguien?

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  7. No contéis conmigo. Lo siento. Otra vez será.

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