Participantes: 14 |
Paco P., Jesús R., PIlar, Paco R., Luis, Nori, Luci, Manu, Jesús C., Carlos, Lili, Ricardo, Manuel G. y Jerónimo |
Distancia recorrida: |
19,2 kilómetros |
Desnivel de subida acumulado: |
1.200 metros |
Altura mínima: (240 m – Río de la Toba) |
Altura máxima: (1.074 m – La Guindalera) |
Tipo de recorrido: |
Circular, con un pequeño tramo de ida y vuelta |
Tipo de camino: |
Veredas y carriles, así como las calles del pueblo. |
Desayuno,
unos en casa y otros en el bar la Parada de Guájar aprovechando las mesas de la
calle.
Bienvenido, Carlos, después del verano. Esperamos verte con frecuencia.
Poco más de las 9 partimos de Guájar-Faragüit, descendiendo por sus blancas callecitas a la plaza de la iglesia y de allí hacia el río, siguiendo los indicadores del Castillejo. Cruzamos el río, con su buen chorro de agua a pesar de estar en la época más seca, y emprendimos la empinada subida para salir del estrecho valle cavado por el río de la Toba. Esta zona es muy agradable pues la sendita pasa por una fuente y va entre las huertecillas, hoy plantadas de aguacate en su mayoría, por los ribazos y acequias.
Íbamos en dirección al Castillejo, pero pensamos dejar la visita a los restos árabes para la tarde y dedicar la mañana a ascender hacia la Guindalera. Dejamos la sendita al Castillejo para tomar una al oeste que va llaneando o ascendiendo, entre olivos más o menos abandonados, con multitud de tuberías de polietileno para riego, que dudamos se usen en muchas parcelas.
Nuestra senda cruza otra que viene de norte a sur y por ella echamos en dirección sur, ascendiendo entre el pinar de pino carrasco. Aún protegidos por la sombra de los pinos y por la del cerro a nuestra izquierda sudamos de lo lindo en esa cuesta del Quemado que llega al collado de la Viñuela.
En el collado nos reagrupamos para continuar la subida, al oeste esta vez, hacia el cerro del Palinar o Cocón, con la sombra de los pinos al principio y el matorral de coscoja y carrasca después. En el collado de las Cenellas ni paramos, sino que continuamos al cortafuegos del haza del Búho con la idea de que hubiese un poco más de brisa que nos refrescase.
Poca brisa hubo en el cortafuegos, aún así paramos e iniciamos el Ángelus mientras nos agrupábamos y descansábamos. En el haza del Búho uno se hace idea que ya está en lo alto del cerro, pero no, queda aún un buen trecho a la cumbre del Palinar o Cocón.
En el cerro teníamos al sur toda la ladera norte de la Guindalera, llena de verdor, y el enorme valle del barranco Rendate. Y esa vista tuvimos descendiendo a la pista Lentegí-Guájar Alto que tomamos al sur, hacia Lentegí. Pasamos por los viñedos de Calvente, modernos, en espaldera, con riego, y todavía con algunos racimillos en las puntas de los sarmientos, que aprovechamos para refrescarnos.
Dejamos la pista a Lentegí por otra hacia Ítrabo que nos llevó al puerto de la Guindalera. Quedaba la ascensión a la Guindalera por el empinado carril en la linde de los términos municipales. A la izquierda del carril empiezan a aparecer viñas antiguas de moscatel. Suavizamos la subida ascendiendo por ellas y vendimiando, de paso, los racimos que habían quedado. Cuando nos reunimos en el vértice de la Guindalera había quien había cogido más de un par de kilos de moscatel.
Bajamos al este, siguiendo el carril a Guájar Fondón, con la idea de parar a almorzar en la fuente más abajo. La fuente echaba un buen chorro de agua fresca, que aprovechamos, pero no había sombra y no vimos sitio apropiado. Más abajo, en un carrilillo secundario, encontramos el restaurante ideal, llano y con sombra.
La comida, variadísima, como siempre, con edamame, ensaladilla rusa y mejillones de aperitivo, tortillas variadas, y carnes con acompañamiento de verduras, salsa de nata, chutney, de pinchitos, etc. Quesos ricos con abundante uva de moscatel que hizo la competencia al melón que algunos traían. Cerveza negra y vinos de Campo de Borja, Calatayud, Rioja y Cataluña. De postre dulce, la consabida tarta de Jerónimo. Esta vez de manzanas del cortijo de la Almijara, riquísima y jugosísima, acompañada de tés y un poquito de orujo.
Dejamos el carril por una sendita a la izquierda que nos cruzó por el colladito de la acequia al valle de Rendate. Bajamos bien hasta un cruce donde perdimos el track que Jesús traía. Unos fueron a la izquierda y otros a la derecha. Los de la derecha llegaron a un punto donde el carril giraba hacia Guájar Fondón y regresaron sobre sus pasos para tomar el de la izquierda. Esta zona es toda de buenos olivares, con multitud de mangueras de riego y carriles por todas partes. En cada cruce dudábamos por donde ir, pero poco a poco nos acercamos a cruzar el barranco Rendate, subimos un poco por el carril al collado de la Viñuela hasta encontrar la senda al Castillejo, no sin dudas, porque el track de Jesús indicaba la sendita más abajo que la actual.
Con tantas dudas y titubeos se hacía tarde y el personal iba cansado. Por eso, pasamos junto al Castillejo pero dejamos la visita para otra ocasión.
En el bar la Parada nos reunimos con Paco Ruiz y Ricardo que hicieron la ruta solos. ¡Con qué gusto cogimos la fresquita cerveza!
Fue un día de celebraciones. En el desayuno nos invitó Paco Ruiz por haber sido San Francisco, y la cerveza de la tarde corrió a cargo de Pili porque el lunes era el Pilar. ¡¡¡FELICIDADES A AMBOS Y MUCHÍSIMAS GRACIAS!!!
Paco, Jesús y Pili.... Vamos
ResponderEliminarMe apunto.
ResponderEliminarMe apunto, estaré a las 7 en la plaza.
ResponderEliminarManu y Luci nos apuntamos
ResponderEliminarYo, también en La Veleña. Ricardo
ResponderEliminarYo también voy.
ResponderEliminarEn la plaza de la iglesia,Jesús?
En la plaza de la Axarquía
EliminarVamos Tere y yo.
ResponderEliminarVoooy. Supongo que llevo coche. ¿Que aforo tiene La Veleña?
ResponderEliminar6 ocupantes.
EliminarNos apuntamos
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe apunto a la salida.
ResponderEliminarEstaré a las 7,15 en la Plaza de la Axarquía
Manuel
Caro y Gabri se apuntan.
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