miércoles, 16 de septiembre de 2020

16 de septiembre: Mijas - Cañada Fuente de las Adelfas

 Participantes: Ana, Luis, Jerónimo, Miguel, Manuel de Rincón, Luci, Manu, Victoria y Jesús.

Distancia recorrida: 11,6 km

Desnivel acumulado: 755 m


Otro más que se incorpora. Esta vez Miguel, después de estar perdido una larga temporada. Muy bienvenido.

Partimos poco más de las 8 de la plaza de la Virgen de la Peña de Mijas, callejeando por donde nos pareció, siempre hacia arriba, hasta salir a la carretera a Alhaurín, donde tomamos la senda a la Ermita jalonada por las 14 estaciones del Vía Crucis.

La panorámica desde la ermita del Calvario es tan bonita que siempre exige una paradita para contemplar Mijas a vista de pájaro. Continuamos al oeste, pasamos por la cupulita de la Cruz de la Misión para entrar en la cantera del Barrio, abandonada hace tiempo, aunque quedan unos llamativos cortes muy lisos de mármol blanco, tanto en el talud vertical como en el suelo.

Remonta la senda la cantera, sube al puerto de las Perdices y llanea después para cruzar la cañada Morena donde quedan restos del bosque de pino salvados de los incendios. Un grupo de eucaliptus anuncia la llegada a puerto Ronco. Los eucaliptus han rebrotado estupendamente después del incendio, mientras que los pinos, como han de nacer desde la semilla, tienen un porte bastante menor.

Bajamos hasta Puerto Colorao, donde los esquistos rojizos han sustituido a las blancas calizas, y enfilamos la cañada Fuente de la Adelfa. Esta cañada parece que albergaba uno de los bosques más tupidos de la sierra, y aún quedan algunos rodales de pinos que así lo atestiguan.

La senda remonta por las laderas de la cañada a base de zigzags que suavizan mucho la subida y le dan una pendiente homogénea. Al haber salido temprano hicimos esta subida, la más fuerte del recorrido, a la sombra: la misma ladera nos protegía del sol. En los tramos de cresta, la fresca brisa y la sombra de los pinos facilitaban el ascenso. Y entre la sombra, la brisa y la buena senda subimos con buen ritmo. Un ritmo alegre para el común de los mortales, vivo para los jubilados, aunque lento para Jerónimo correcaminos.

En la división de la senda al puerto de Málaga o al Pico Mijas paramos a tomar un ligero Ángelus aprovechando la sombra de la ladera. Salieron las consabidas frutas, pero tuvimos una agradabilísima sorpresa: Jerónimo sacó un bizcocho de nueces, miel de caña y ¡berenjena! Miguel reconoció el sabor de la miel de caña, el de la berenjena no lo adivinamos ninguno. El bizcocho riquísimo, tanto que se le hizo una invitación formal a Jerónimo para que, aunque no está jubilado, acompañase al grupo de los veteranos todos los miércoles. Él adujo que aún le quedaban años de vida laboral, pero, ¡cuánto mejor estaría este hombre dedicado a la repostería y al monte que a la enseñanza de adultos!

Subimos hasta el collado del Chaparral, máxima altura de la ruta, llaneamos un poquito en dirección al puerto de Málaga y giramos descendiendo al puerto del Pino o de Biscote.

Del puerto, por debajo del carril, sale la senda de la cañada Gertrudis. Tomamos la rama que desciende por la ladera del oeste. En estas habían dado las 12 en el reloj de Mijas. Terminadas las campanadas comenzó una música charanguera a base de flamenquillo, pasodobles y copla. A Luci y Victoria se les iban los pies. Comenzamos a elucubrar a qué se debería la música. Alguien recordó que el pueblo estaba adornado con guirnaldas, ¿sería la feria?, ¿alguna fiesta local? El caso es que la música nos acompañó durante toda la bajada hasta la entrada del pueblo.

Llegaba una de las tareas importantes del día: tomar la cervecita. Se sugirió parar en el primer bar que encontráramos. A ese primer bar llegamos enseguida y ahí tuvimos unas palabras, entre los que querían entrar en él y los (las) que querían bajar a la plaza donde sonaba la música. En esas estábamos cuando salió una camarera del bar y nos invitó a que viéramos el interior. Entramos y nos llevó a un patio con una fuentecilla de agua rumorosa, muy bonito, ideal para tomar la cervecita. Pero la camarera nos hizo entrar en el “secretgarden”. En cuanto lo vimos ya no hubo discusión: nos quedábamos allí.

Ocupamos un par de mesas grandes y pedimos unas pintas de cerveza, por aquello de tomar un aperitivo inglés, tanto por el sitio como por la bebida. Las jarras estaban heladitas, incluso con algunos cristalitos de hielo. Las disfrutamos mucho junto a unas aceitunas. Un sitio ideal para tomar una copa, un aperitivo, una comida… Lo tendremos en cuenta. En la calle San Sebastián, a un paso de la plaza.


Ermita del Calvario

Mijas pueblo desde la sierra

Senda y restos de bosque en la Cañada Morena

Al sol tibio de la mañana

Eucaliptos por el Pto. Ronco

Víbora - Vipera lasteti

Buscando cobijo

Urginea maritima - Cebolla albarrana

Por la senda de la Cañada de la Fte. de la Adelfa

Cañada de la Adelfa con algo volando no identificado

Cerca del carril nuevo

Panorámica de la Sierra de Mijas

Parada en el Carril Nuevo

En la parte alta de la ruta de las cañadas

Cielo empedrado o aborregado

Llegando de nuevo al pueblo

Cervezas big en el  Secret Garden

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