Salida sábado 28 de junio: Pinsapares de Yunquera

Participantes: Lola Valle y Jesús

Distancia recorrida: 17,2 km

Desnivel acumulado: 1020 m

Desayuno con los tradicionales molletes de Mari Carmen, tan ricos, esponjosos y grandes como siempre.

Exigua participación. No recordamos otra así. Éramos el mínimo imprescindible para seguir manteniendo el nombre de “grupo”.

Dejamos el coche en la verja y comenzamos a caminar pista adelante por las rampas conducentes a Puerto Saucillo. En Yunquera al desayunar ya hacía calor. Aquí, aunque menos, también se notaban y en esa subidita rompimos los primeros, largos, sudores.

La idea era ir del Puerto del Saucillo a la Cueva del Agua, Puerto de las Camaretas, Pinsapar de Cubero, Cañada de los Hornillos, Puerto Bellina y…a su templo. Y empezamos camino de la Cueva del agua, pero Jesús se despistó con la charla y cuando nos quisimos dar cuenta estábamos al lado del Llano de la Casa. Continuamos camino de Enamorados, se terminó la protección del pinsapar y empezamos a recibir de pleno a Lorenzo. Menos mal que superado el puertecillo, al dar vista al oeste, el viento fresquito nos ayudó a llegar a lo alto de la Cañada de los Hornillos.

Bajamos hacia el Puerto de los Hornillos con tranquilidad, evitando resbalones, y en él decidimos ir a la Cañada de los Hornillos en vez de al Pinsapar de Cubero. Cruzamos al Puerto de las Camaretas con un pequeño tramo de campo a través con cardos y aulagas. Llevábamos mucho rato de buena senda y ya se sabe que en nuestro grupo el cuerpo nos pide algo de emoción acompañado de algún pinchacillo.

El ir sólo dos, por una Sierra de las Nieves más vacía que nunca, tiene sus ventajas. Paramos al Ángelus en la misma, a la sombra de un escuálido pinsapo, cerca de los pozos de la nieve, con toda la panorámica desde Grazalema, al Burgo. Para el almuerzo aprovechamos el mismo asiento, la llanurilla de la senda, bajo de los inmensos tajos que jalonan la Cañada de los Hornillos por debajo del Puerto de las Camaretas. No por ir sólo dos se pierden las buenas costumbres. Tuvimos tomates, aguacates, judías verdes, tortilla de habitas, té…en fin, un delicioso almuerzo.

La fuente de la Cueva del Agua manaba apenas un hilillo de agua pero la disfrutamos bien remojándonos a placer y rellenando las botellas. Después súbita tranquila al pie del Pico del Jarro y regreso al coche.

Un día excelente, con excelente charla, con bastantes florecillas aún y con un montón de variadas mariposas revoloteando entre ellas.

 

Arenaria racemosa

 

Argynnis pandora sobre Ptilostemon hispanicus

 

Caminando entre pinsapos

 

Cresta del Tajo de la Caína

 

Cueva de los Ladrones

 

Hipparchia alcyone

 

Yunquera y sierras Blanquilla y Prieta