lunes, 6 de enero de 2020

8 de enero: Alcaucín - Los Pradillos


Participantes: Enrique, Miguel, Nori, Luis, Lucía, Luci, Victoria, Antonio de Fornes, Antonio Usieto y Jesús.
Distancia recorrida: 16 km
Desnivel acumulado: 1270 m
 
Desayuno en El Cruce de Benamargosa. Aceptable, a 2,50€.
 
Partimos del cementerio de Alcaucín, con una mañana despejada, sin viento, con temperatura agradable, una mañana ideal para inaugurar el año y con él la temporada de 2020.

La senda, por detrás de los corrales, junto al cementerio, está bastante desdibujada, fruto quizá del paso frecuente del ganado, pero conforme se va ascendiendo va mejorando tanto en el piso como en el trazado.

La subida por el lomo de la Cueva del Moro es continua y empinada, aunque suavizadapor los múltiples zigzags, bajo el hermoso pinar de pino carrasco, dando vista, cuando el pinar lo permite, al blanco Alcaucín que va quedando cada vez más abajo.

Pasamos por el cruce con la senda que viene desde Carrión y poco más arriba llegamos al collado del mosquito. Por tomar un descanso en la subida nos acercamos al cerro del Mosquito que ofrece una muy bonita panorámica sobre los olivares casi llenos de casas, sobre Salia, con Periana, Colmenar y Comares como núcleos más importantes, y sobre el vacío embalse de la Viñuela. El mar y los valles estaban cubiertos por esa neblina que produce la evaporación en los días sin viento, y por encima de la neblina teníamos todas las crestas nítidas.

Entramos en el valle del barranco de las Adelfas. En él tuvimos la grata sorpresa de que la senda, hasta aquí sin cuidado alguno desde hace años, estaba limpia. En la zona del Matorral habían cortado la carrasca y coscoja rastrera dejando la senda expedita aunque con muchos restos de ramas de esa roza. Desde el Descansadero Altero hacia el collado del Aguadero también la senda estaba libre de maleza cuando antes había trozos que el matorral de encinar casi la borraba.

Desde la paradita del cerrillo del Mosquito la caminata fue continua hasta encima del collado del Aguadero donde nos reagrupamos y echamos un ratito contemplando el cortijo del Alcázar con su bosque circundante.

La siguiente parada la hicimos a pocos metros de La Torrecilla, en un carasol con excelentes vistas al oeste y, aunque era temprano, aprovechamos para tomar el Ángelus. Fruta, dátiles y frutos secos, lo normal, más unas láminas de fruta desecada que trajeron Nori y Luis. Ellos siempre ponen el punto exótico, novedoso, igual con la fruta desecada que con los ya tradicionales caramelitos japoneses.

En el Mojón de la Torrecilla, nueva parada. El panorama hacia el sur, hacia la Axarquía, lo merecía. Y de ese precioso panorama seguimos disfrutando por la cresta de la Torrecilla.

Íbamos con la intención de llegar hasta el puerto del Pico, mal llamado Proa del Barco, pero por encima de donde el barranco de los Polvijeros cambia de nombre a Barranco Hondo, vimos una sendilla por la Colada del puerto del Pico. Nos picó la curiosidad y allá que bajamos a investigarla porque esa sendilla iba, más o menos, a la parte alta del collado de la Zorra en la ruta Canillas de Aceituno-Cueva de los Carneros-La Fájara. Además llevábamos todo el tiempo caminando por senda y sabida es nuestra tendencia a la exploración y al monte a través. Bajamos al barranco de los Polvijeros y más mal que bien nos adentramos en la ladera. La senda que habíamos divisado desde arriba desapareció cuando nos aproximamos a la zona. El paso para dar vistas a la zona sur de la loma estaba complicado por los roquedos y por la pendiente, así que dimos por terminada la exploración. Quizá, si lo intentamos otra vez, habría que dejar un vigía en la senda por la parte alta del barranco de los Polvijeros, desde donde se ve bien la sendilla, para que fuese guiando a los exploradores.

Volvimos sobre nuestros pasos para ir a la majada de los Pradillos. Pasamos por una antigua cabañita entre unos roquedos y luego fuimos llaneando demasiado abajo. Tuvimos que subir por la ladera del barranco de los Pradillos hasta la majada. Seguramente esta es la majada más bonita de la sierra, con su cabañita para el pastor que algunos hemos conocido habitada, el enlosado corral para las cabras, otra cabañita aledaña, y unos extraños asientos con lajas horizontales que no adivinamos su uso.

Como era temprano para comer nos acercamos al collado del Aguadero, donde el arroyillo llevaba un hilillo de agua que se difuminaba luego en el lastonar inferior. Un rebaño de cabras con algunos hermosos machos nos alegraron ese ratito.

Sobre las losas del corral de la majada sacamos las viandas y comenzó el ágape. Chacina, edamame y ensalada de aguacate para abrir boca con unas cervecitas. Luego alcachofas, tortillas, revuelto, albóndigas, carnes en su jugo, con ajos y con tomate y más cosas que no recuerdo. De postre huevos nevados de Montejaque y turrón. Vinos de Somontano, Cariñena y Manchuela. Orujos de Navarra y de una firma comercial para suplir la ausencia de Manolo.

Estamos convencidos que si saliéramos a la montaña todos los días engordaríamos con estas comilonas. Victoria, especialmente, trae comida para diez y ella come como un pajarito. Hoy, sin ir más lejos, ha traído alcachofas, carne y huevos nevados, pero además cantidad de todo. Con lo que ha traído ella tiene para una semana.

Para el regreso tomamos la senda que sale de la majada, senda que desaparece un trecho más adelante. Campo a través llegamos a la cabañita entre roquedos y a la senda en el collado de la Torrecilla.

Regreso por la senda de subida hasta debajo del collado del cerro del Mosquito donde, para variar, tomamos la senda a Carrión. Paramos un poquito en el mirador de la Glorieta y desembocamos en el carril de Carrión desde donde tomamos la senda que termina en el colegio público de Alcaucín.

Por llegar antes al cementerio nos metimos por una sendita que va prácticamente a nivel desde al lado del colegio, pero esa senda estaba cortada por una alambrada que nos hizo regresar y callejear con bajadas y subidas por el pueblo, para llegar ya entre dos luces a los coches.

Muy buen comienzo ha tenido 2020.
 
La Axarquía y Santon Pitar desde la loma de la cueva del Moro

Antonio, Mª Victoria y Nori

Los vinos

Nombres de los caminantes en japonés

Los artísticos mojones de Antonio

Mojón de la Torrecilla y sierras al oeste

En el Cerro del Mosquito

Antonio en el Collado del Aguadero

Ángelus cerca del mojón de la Torrecilla

Contraluz en el Mojón de la Torrecilla

Por la cresta de la Torrecilla

Cabras en los Pradillos
 
Alcaucín al atardecer
 

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