Participantes: 6
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Luis, Jesús, Pepe R, Paco H, Antonio U, y Manuel D.
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Distancia recorrida:
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18 kilómetros
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Desnivel de subida acumulado:
Desnivel de bajada:
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1.100 metros
1.190 metros
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Altura mínima: 190 metros (Alhaurín de la Torre)
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Altura máxima: 976 metros ( Vértice del Castillejos)
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Tipo de recorrido:
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Lineal
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Desayuno en la cafetería-churrería de
Alhaurín de la Torre. Aceptable aunque con rebanadas más bien pequeñas y aceite
tasado en esos envases chicos monodosis. Alguno tuvo que repetir de pan y de
aceite.
Dejamos un coche en el depósito de agua
del arroyo Zamorano y con otros dos fuimos al tiro pichón de Jarapalo.
Comenzamos pista arriba por el bonito
pinar de Alhaurín, en alegre charla, echando de menos a Quirri porque los
pájaros se desgañitaban cantando. Ya nos hemos acostumbrado a que él nos diga
qué pájaro es el que canta, aunque no lo veamos. Y nosotros nos lo creemos.
Al llegar a cruzar el arroyo Fuente de
Piedra dejamos la pista y por los bancalillos encima de la caseta buscamos la
senda a la cresta. La senda es muy empinada en algunos tramos, típica de
montañero; tiene la ventaja de que te introduce en el bosque y, sobre todo, en
un sotobosque pobladísimo como si estuviese enclavado en un clima húmedo
norteño, una delicia y singularidad de este nuestro sur. Como siempre, jugamos
a adivinar los pueblecillos y sierras que se ven, en este caso hacia el norte,
por encima del pobladísimo valle del Guadalhorce.
Va primero la senda por la ladera
izquierda del arroyo de Fuente Piedra, corona la cresta al Arroyo Hondo, para
meterse más arriba en la ladera derecha del Hondo. llega a un colladito con
vistas al arroyo de la Breña, muy poco interesantes por cierto, y luego de
cruzar el cauce del Arroyo Hondo sube empinadísima por un hermoso pinar de pino
resinero para llegar a la cresta de la sierra.
En la cresta tomamos al este la “Gran
senda de Málaga” perfectamente señalizada. A pesar de ello Jesús tomo un ramal
equivocado y Pepe tuvo que deshacer el entuerto saliendo de nuevo a la senda
señalizada y guiando al grupo al collado de la Barcaza, también con un hermoso
pinar.
Continúa la senda al este, llega a la
cañada del Arroyo de Don Pedro donde un ramal baja a la carretera y otro, el
nuestro, sigue al este sobre la carretera, ascendiendo por la ladera del cerro
Castillejo. Como a Manolo le gusta tanto llegar a cerros con vértice geodésico
hubo que darle gusto subiendo al Castillejo y allí, al abrigo de unas rocas,
tuvimos la paradita del Ángelus.
Bajo el cerro del Moro fuimos al este,
hacia el Calamorro, descendiendo, por la senda a la que llegan rutas desde
Benalmádena. Primero llega la Ruta 4 que baja por el Regajo del Quejigal,
después desciende a la zona de los arenales y allí llega la Ruta 3 que baja a
Arroyo Hondo (otro Arroyo Hondo) y al puente de la autovía. Sigue la senda al
este, hacia el Calamorro, deja a la derecha el cerro Guerrero y llega al Puerto
Viejo al pie del Calamoro, lugar donde se une la Ruta 2 que baja también del
puente de la autovía sobre Arroyo Hondo. Declinamos subir al Calamorro para que
no nos confundieran con turistas, rodeamos el cerro con vistas a la enorme
oquedad que ha cavado la cantera “el Pinar” y salimos al puerto de las Ovejas
al que llega la Ruta 1 que rodea el Calamorro para unirse con la 2.
Pista adelante seguimos hasta desviarnos
hacia el albergue del Lobo. Continuamos por la bien marcada vereda por toda la
cresta y paramos a comer al llegar a los Llanos de los Pajaritos.
Suculenta comida donde un par de botellas
de Enate y Cariñena maridaron con los jamones de la mejor calidad y con los
chorizos y cecinas, a modo de aperitivo, para pasar después a los tomates con
aguacate. La alta cocina estuvo representada por las habitas con jamón y
cebolla estilo Vélez y el solomillo con arroz basmati y Harvey’s chutney; ambos
eclipsaron a los más humildes filetillos empanados y lomo con tomate y
pimiento. Vino después una competición entre un par de quesos de categoría y el
broche de fin de fiesta lo pusieron unos exquisitos bombones caseros al estilo
Nori con pasas, higos y jengibre. Claro, los bombones tuvieron su justo
acompañamiento con orujos blanco, de hierbas y café. ¿Qué más se puede pedir? Y
todo ello aderezado con excelente humor.
Del restaurante bajo los pinos salimos
reconfortados, como no, y ese afán de competición que hubo en la comida se
trasladó a la caminata. Teníamos que hacer algo más que el “grupo de los
sábados” que había inaugurado esa ruta y desde el puerto del Soldado subimos al
cerro de las Palomas para deleitarnos con la vista de Málaga a nuestros pies.
Por el arroyo Zamorano llegamos al coche.
Los tres más jóvenes se montaron en el coche y dejaron a los más viejos que
bajaran a pie a la carretera; 1,5 km más para los pobres viejos. Se ve que el
grupo sigue la ley de la selva, la de rematar a los más débiles.
POR LA BONITA SENDA DE SUBIDA DESDE JARAPALO
CRESTEANDO POR LA SENDA DEL GR 249
LA CIMA DEL CASTILLEJOS
BORDEANDO LA SIERRA CON VISTAS AL MAR
LA TREMENDA CANTERA DE ALHAURÍN
LOS VINOS CON LA MARCA DE LAS SENDAS
RESTAURANTE A LA SOMBRA DE LOS PINOS
SUBIENDO HACIA EL CERRO PALOMAS
CIMA DEL PALOMAS
DESDE EL PALOMAS CON MÁLAGA AL FONDO
Como es habitual, crónicas detalladas aderezadas con notas de humor y sano espíritu.
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