domingo, 18 de enero de 2015

MIERCOLES 21 DE ENERO: ACEBUCHAL - PUERTO DE FRIGILIANA - COLLADO CHAPARRALEJO


Participantes: Luis, Quirri, Pepe, Antonio Usieto, María Victoria, Manolo y Jesús

Distancia recorrida: 22,4 km
Desnivel acumulado: 1235 m

Desayuno en la gasolinera de Nerja. Servicio inmejorable, como las rebanadas eran pequeñas nos sacó otro plato con más rebanadas.

Partimos de la ermita de San Antonio en el Acebuchal con una temperatura fresca y las nubes cubriendo la sierra, con vientecillo que aumentaba la sensación de frío, aunque con la esperanza de que el tiempo fuera a mejor.
Entramos en el arroyo del Acebuchal, hacia arriba, con sus grandes matas de gavó aragonés y sus orquídeas (Oprys fusca) florecidas. Con la conversación de lo hecho en Navidad, cuando nos dimos cuenta estábamos en la pista Cuatro Caminos- Páez Blanca. La tomamos hacia abajo, pasamos por venta Cebollero y entramos en ella. Fue construida a conciencia, con gruesos paredones de argamasa de cal. Un pino enorme en la dependencia posterior indica que la venta lleva más de 100 años caída. Se ha intentado reconstruir colocando nuevos dinteles sobre puertas y ventanas, pero ahí ha quedado el intento.
Tomamos el barranco Caballo Blanco por donde sube la senda a Puerto Blanquilla. En el barranco están señaladas con sendos mojones las entradas a las sendas al cortijo de Calixto (a la derecha) y a Barranco Hondo (a la izquierda). De Puerto Blanquilla tomamos la pista al este y en la división subsiguiente el ramal de la izquierda (arriba) para acercarnos a Venta Panaderos. Para entonces las nubes habían ido a menos descubriéndonos un panorama excepcional con todos los picos nevados. Pasamos por debajo de los Tajos del Mármol, por las ruinas de venta Camila junto a la pista, por el barranco Bartolo con un buen chorro de agua y el mirlo acuático volando entre los matorrales, y el barranco del Atajo, con mucha menos agua, a continuación del cual tomamos la senda al puerto de Frigiliana a la izquierda.
La senda está limpia y arreglada. Sube por un tupido pinar de pino resinero con zigzags bien marcados, llevando a la izquierda el barranco del Atajo y a la derecha la cresta que separa este valle del de las Angustias. Dejamos a la izquierda el desvío a Venta Panaderos y la senda nos encaramó a la cresta desde donde tuvimos una vista excelente de los pinos cerca del coladero de los Mosquitos completamente helados; al oeste la cresta desde el collado de los Civiles al Lucero con los collados de los Bojes y Bartolo, y los tajos de los Bojes. La senda aprovecha grietas y recovecos para salvar esta intrincada parte de la Almijara, y es un buen ejemplo de integrar el camino en la montaña con el mínimo de intervención humana. Pasamos al valle de las Angustias en cuya cañada está la fuente homónima, sin agua, y seguimos subiendo ya con algo de nieve que iba incrementándose según ascendíamos. Otra vez la senda torna a la cresta y allí, en un estrecho paso, están las ruinas de la venta de las Angustias, pequeñita porque el terreno no daba para más, pero indicando que esta ruta era muy transitada. La última parte del valle de las Angustias nos deparó unos arbustos y pinos cargaditos de nieve recién caída, un panorama insólito y bellísimo.
En el puerto de Frigiliana la pista de la Resinera al Chíllar estaba completamente nevada. Nos apetecía caminar por esa mullida alfombra blanquísima, sin mácula ni huella alguna, así que decidimos subir por la cuesta del Chaparralejo al collado del mismo nombre. Echamos un buen rato disfrutando de esa nieve recién caída crujiendo bajo las botas y de esos pinos cargaditos de nieve que el viento disipaba en remolinos de polvo de nieve. En el collado del Chaparralejo esperábamos ver Sierra Nevada cargadita de nieve, pero no, no hubo suerte, las nubes tenían cubierta a esa recatada Sierra. A pesar de ello el espectáculo merecía la pena: Salto del Caballo, Piedra Sillada y Cadena cubiertos de nieve, lo esperábamos, lo que fue una sorpresa es que también toda la hoya de las Tejadillas y del barranco del Tejo estaban también cubiertas de nieve.
Se hacía la hora de almorzar y ¿dónde mejor que en una venta, por ejemplo en la soleada de Panaderos?. Dimos la vuelta y allá que bajamos mucho más deprisa que en la subida. Tras una corta discusión decidiendo si sentarnos en la era o en la explanada de la fachada, nos decidimos por ésta, cerca de la pared para que nos protegiera del viento. Y allí al solcito, debajo de los Tajos de los Bojes, collado Bartolo y Lucero, fueron saliendo de las mochilas la chacina de León y Aragón, el buen jamón, la tortillita de atún, la ensaladilla rusa, las alcachofas con jamón, las croquetas, los quesos variados… y finalmente María Victoria nos sorprendió con un excelente flan. Una comida fenomenal, pero ordenada. Ahí se fueron sacando primero los aperitivos, después las verduras, luego la tortilla y las croquetas, los quesos, como debe ser, no sacar fiambreras en tropel a la voz de “mariquita el último”. Ah! y los orujitos leoneses en todos sus estilos.
Un día fresquito, entre -0,7 y 4ºC, pero luminoso, excelente para disfrutar de una senda muy bien trazada y, en su tiempo, muy transitada, que bien podía denominarse la “Ruta de las Ventas”: Cebollero, Camila, Panaderos y Angustias. Y un ambiente inmejorable

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EL LUCERO CON NIEVE
PRIMEROS CONTACTOS CON LA NIEVE
SUBIENDO HACIA EL PUERTO DE FRIGILIANA
EN LA SENDA
EN EL PUERTO DE FRIGILIANA CON EL CERRO DE LOS MACHOS AL FONDO
PISANDO LA NIEVE TRAS LA GUÍA

EN EL COLLADO DE CHAPARRALEJO CON EL CABALLO Y PIEDRA SILLADA AL FONDO
BAJANDO
LOS ARBOLES CON LAS RAMAS LLENAS DE NIEVE
LOS VINOS
COMIENDO EN VENTA PANADEROS
EL FLAN QUE PREPARO MARÍA VICTORIA



2 comentarios:

  1. Como siempre, una ruta descrita con todo lujo de detalles. ¡Todo un detalle!

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  2. Mª Victoria Naranjo23 de enero de 2015, 16:30

    Una ruta para no olvidar, fantástica, como diría el amigo Usieto. La descripción que haces Mandiez es perfecta y nos ayuda a disfrutarla de nuevo. Un bonito regalo. ¡Gracias!
    Un apretón.

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