domingo, 17 de febrero de 2019

MIERCOLES 20 FEBRERO: CERRO DE SAN ANTÓN, HITOS EN EL CAMINO DE MÁLAGA A VÉLEZ, CASTILLO DE RINCÓN


Participantes: Pili, Paco Ponferrada, Enrique, Miguel, Manuel de Rincón, Manolo de Nerja, Ricardo, Paco Hernando, Antonio de Fornes, Antonio Usieto, Jesús, y Ester y Lola Díaz en la comida
Distancia recorrida: 6 km en San Antón +2 en las otras visitas
Desnivel acumulado: 515 en San Antón y 100 en las otras visitas

Desayuno en Las Dunas, bien el pan con aceite. Rápido y a muy buen precio.
No hay más que poner una ruta cortita terminando en un restaurante para que todos acudamos a la propuesta. Once veteranos, nunca habíamos tenido esa afluencia.
Gracias a los atascos provocados por un camión de basura en la N-340 los de Torre llegamos tarde al desayuno y con ese retraso se pudieron incorporar al grupo Manolo que venía del hospital de la Axarquía y Enrique que venía de su casa andando.
Teníamos cuatro objetivos que cumplir: cerro de San Antón, hitos del camino Málaga-Vélez, castillo de Rincón y almuerzo en el chiringuito La Atalaya. ¡Y todo para una mañana! Debido a esas apreturas, Manuel de Rincón, al llegar a La Mosca, nos urgió a ponernos en marcha cuanto antes y a avivar el paso en la subida al San Antón.
Pero el San Antón desde La Mosca es mucho San Antón. La subida no cabe hacerla deprisa. Primero por la fuerte pendiente, y después porque hay que parar de vez en cuando para contemplar el panorama hacia Málaga y para admirar los tajos y cuevas de los tremendos farallones del San Antón al oeste.
Subimos a buen ritmo, sudando en la suave mañana, protegidos del viento de levante por el mismo cerro, hasta llegar a la famosa “raja del San Antón”, una quebradita en los tajos que lleva directamente a la primera “teta del San Antón”.
La raja requiere pies, manos y los cinco sentidos puestos en la trepada, más en esta mañana con la roca húmeda por la lluvia de la noche. Tiene como tres partes, las del principio y final más dificultosas y un intermedio un poco más suave. Echamos un buen rato en superar la raja porque había que dejar espacio entre uno y otro y éramos muchos, pero al fin, resoplando y con las piernas temblonas, llegamos a la cruz de la primera teta, todo el convoy sin haber perdido ninguna unidad.
Las vistas al mar, al Jaboneros y a Málaga son extraordinarias. Tuvimos nuestra sesión de fotos y partimos a la segunda cima o teta, un poco más alta y un poco más al noreste. Aquí las vistas son muy buenas al este y al norte, y en esas direcciones tiene también grandes tajos.
Satisfecho el personal con las vistas desde las cumbres, salimos pitando tras Manuel que nos achuchaba porque íbamos tarde. Bajada incomparablemente más cómoda que la subida, primero por la senda y después por la pista y calle de Pinares de San Antón.
Dejamos la calle por un carril sin uso y éste por una sendilla mal marcada a la vera de las vallas de los chalets. Más abajo nuevos carriles sin uso y sendas cada vez mejor marcadas, descendiendo, por la Huerta del Conde y Lagarillo Blanco. Entre ambos hay una antigua captación de agua, con fuente y alberca blanqueadas, muy curiosa.
Desembocamos en el Jaboneros, debajo del puente de la autovía, cerca ya de los coches. Cambio de botas y salida apresurada a la fábrica del cemento de La Araña.
Por el carrilillo subimos a la llanura sobre los acantilados de la Cueva del Humo y allí, dando vistas a La Cala, están los dos hitos de mármol rememorando la subida del camino de Vélez a Málaga por la cuesta del Cantal, en tiempos de Carlos III. Dignos de visitarse los dos hitos con sus inscripciones.
Y con el tiempo pisándonos los talones nos asomamos al acantilado de la Cueva del Humo y rápidamente a Rincón para subir al cerro del Castillón, donde están las ruinas del antiguo castillo. Castillo griego, romano y árabe según nos ilustró Manuel, que se salvó en su día de la piqueta de los constructores pero no de la desidia del Ayuntamiento rinconero. Está hecho un desastre y debe ser refugio de drogatas. Una lástima porque lo que queda de muros, torres, aljibe y puertas bien merece otra atención. Antonio de Fornes dejó allí uno de sus inestables, característicos hitos.
Superado el tercer objetivo del día nos quedaba el cuarto. Buscamos aparcamiento en la N-340 y nos aposentamos en la mesa reservada por Manuel dispuestos a vernos las caras con la cerveza, el vinillo y el pescaíto. Y ahí libramos particular batalla dando cuenta de aceitunas y ensaladilla, de mejillones y de boquerones, de calamaritos y de jibia, de salmonetes y de unos solomillos, con abundante cerveza primero y vinos blanco de albariño y tinto de rioja. Cuando ya teníamos la partida casi ganada sacaron unos postres para compartir, licores y cafés que terminaron de dejarnos exhaustos, listos para ir directos a sestear al sofá. No fue para menos.

Nos alegramos mucho de tener a Ester y a Lola después de tanto tiempo sin haberlas visto y las invitamos a futuras salidas con almuerzo en restaurante.



CORTIJO DE LA RATA


EL NARANJITO


BELEMNITE EN LA ROCA




LLEGANDO A LA RAJA







LLEGANDO A LA CUMBRE
MÁLAGA DESDE LA CUMBRE



SUBIENDO A LA SEGUNDA TETA




HITOS EN EL CAMINO DE MÁLAGA A VÉLEZ

DOS RAMPAS DE VAHIDA AL ARROYO TOTALAN PRACTICADAS EN ESTE PRIMER CANTAL DE VELEZ… LA CUESTA… CONTIENEN LA ALTA 263 VARAS DE LONGITUD Y LA BAXA 225 CUYO DESNIVEL DESDE ESTE PUNTO HASTA EL FINAL SE HALLA DE 44 VARAS




REINANDO LA MAGESTAD DEL S D CARLOS III QUE DIOS GUARDE SE FACILITO EN ESTA CUESTA EL PASO IMPRACTICABLE PARA EL TRANSITO DE RUEDAS EN EL TERMINO DE DOS AÑOS QUE SE TRABAJO DE CONTINUO CONCLUIDAS EN FIN DE DICIEMBRE DE 1786


LA PUERTA DE PASO


CASTILO DEL RINCÓN DE LA VICTORIA

LAS 4 CULTURAS:
GRIEGA
ROMANA
ARABE
Y MODERNA
ARTE EFÍMERO


COMIDA EN LA ATALAYA

ALBARIÑO PACO Y LOLA





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