Participantes: Miguel, Paco, Antonio de Fornes, Antonio Usieto, Manolo
y Jesús
Distancia recorrida: 22,4 km
Desnivel acumulado: 1240 m
Desayuno en la cafetería de la gasolinera de Nerja. Buen y rápido
servicio, pan aceptable, 2,80€
Hemos recorrido la Almijara cien veces, diríamos que por todos los
sitios. Sin embrago siempre quedan reductos no hollados aunque hayamos pasado a
la vera de ellos un montón de veces. Este es el caso del cerro de los Machos.
Hemos subido y bajado por la cuesta y el collado del Carrascalejo infinidad de
veces para ir al Cuervo, a la Cadena, o al mismo collado, pero nunca nos había
dado por subir a los Machos. Paco propuso acercarnos al cerro y hoy ha sido el
día.
Partimos del aparcamiento del Acebuchal, al lado de la ermita, con una
mañana despejada, sin viento, aunque fresquita. Por el arroyo del Acebuchal la
frescura se intensificó en esa umbría baja, así que para combatirla aceleramos
el paso. Pasamos la venta Cebollero y nos metimos en el barranco homónimo, con
Paco a la cabeza, marcando un ritmo más que alegre.
Al entrar en ese barranco, en todo él, en el Collado Blanquilla y luego
en la pista pusieron desde hace tiempo carteles con el anuncio “Puerta Verde,
Torrox-Frigiliana-Almijara”. De Torrox a Frigiliana la ruta está determinada,
pero luego a la Almijara no porque la Almijara es enorme, no es ningún punto
concreto. Tampoco Puerta Verde corresponde a nada. En toda esta zona ni en la
Almijara hay nombre tradicional alguno respondiendo a Puerta Verde. Serán
invenciones de los políticos de turno.
En toda la pista cada cañada que la cruza traía un chorro de agua,
comenzando por el barranco del Mármol y terminando por el barranco del Atajo.
Dejamos atrás la cruz de Simón, venta
Camila, y tomamos la senda al puerto de Frigiliana pasando por la fuente de las
Angustias, con agua, y por las ruinas de la venta, también de las Angustias.
Esta senda es de las más bonitas de cualquier sierra. Está muy bien
trazada y serpea de un barranco a otro aprovechando para ello los resaltes y
trincheras naturales. Alrededor picachos inaccesibles como torreones hacia el
cielo, los barrancos entrando en unas gargantas imposibles, y el pinar de pino
resinero cubriendo laderas y crestas, creciendo a veces en entornos
inverosímiles. Una delicia caminar por ella. El único pero es el matorral. Las
aulagas y el romero van invadiendo el espacio de la senda, pinchando al
caminante y empujándole, a veces, a la vertical ladera. Quizá podríamos formar
una cuadrilla de limpieza y dedicarnos a talar el matorral algún día.
Mientras subíamos por la cuesta del Carrascalejo íbamos escrutando el
cerro de los Machos. Cerca del collado del Carrascalejo tiene un promontorio
pétreo, luego una cresta más o menos llana que finaliza en una subida a la
cumbre del cerro. Conforme íbamos llegando al collado del Carrascalejo veíamos
más difícil el acceso al primer promontorio que dimos en llamar el Machito.
Finalmente desde el collado nos acercamos al pie del Machito. Manolo propuso
atacarlo por la ladera norte, pero Paco vio una vía de subida por el sur que,
unido a unos hitos también hacia el sur, nos hizo decantarnos por esa vía. Sin
embargo esa aproximación terminó abruptamente y tuvimos que enfilar a la cresta
trepando por el roquedal.
Bajamos al oeste del Machito, todos con la preocupación de la bajada
por el peñascal subido, y vimos una posible vía de regreso por la ladera norte.
La dejamos para después y continuamos por la bastante fácil cresta al pie de la
cumbre. Una pequeña vaguadita nos ayudó a llegar sin mayor dificultad a la
cima. Abrazos y alborozo en ella, fotos hacia la blanca Sierra Nevada y hacia
el Lucero y un rato de contemplación de las vistas. Antes de regresar Antonio
de Fornes dejó uno de sus artísticos hitos en la cima, en equilibrio inestable,
como es habitual, pero cuando estábamos ya cerca del Machito allí seguía el
hito a modo de bandera en la cumbre.
Manolo se puso en cabeza para el descenso por la ladera norte. La
pendiente es tremenda. Íbamos despacio para evitar rodar, sin prisa pero sin
pausa, todos detrás de Manolo el explorador, descendiendo. Unos peñascos
dificultaban el último tramo, pero Manolo buscó salida por ellos y detrás
fuimos todos a dar al pie este del Machito. ¡Habíamos superado la prueba! Este
es el camino para subir y bajar, no la cumbre del difícil Machito.
Buscamos un carasol más o menos despejado de vegetación y ese fue
nuestro lugar de descanso y restauración. Principiamos por las gambas, la
zanahoria a la vinagreta, el chorizo, la cecina, el tocino y la lengua,
seguimos con un riquísimo potaje de garbanzos calentito, revuelto de
espárragos, tortilla de champiñón, pastel de atún y perdiz escabechada
excelente, terminando con un buen queso. Cerveza y vinos de Cataluña y Rioja,
té y orujo con bombones de chocolate negro. Alargamos un poco la sobremesa con
algunas puyas al de la perdiz para que la trajera más veces y alabanzas al
artífice del potaje.
En el regreso Antonio de Fornes toma la delantera y no hay quien lo
siga. Algunos nos tomamos el descenso con más calma y pudimos observar, por
debajo del puerto de Frigiliana, los balates que sujetan la senda saliendo a
modo de espigones a un lado y otro del barranco, obligando al agua a hacer
zigzags y a perder velocidad y capacidad erosiva. Muy ingenioso. También en el
descenso es cuando se ven mejor las gargantas y cahorros inaccesibles del
barranco de las Angustias.
Por mayoría se adoptó la decisión de dejar para otro día la bajada por
el cortijo de Calixto, a cambio de tener un ratito para tomar una cerveza en el
bar del Acebuchal. Vana ilusión porque cuando llegamos al Acebuchal el bar
estaba cerrado.
Un día excelente, por una ruta tan variada, tan agreste y tan bravía
que siempre nos satisface plenamente.
LA RUTA
PASANDO POR VENTA CEBOLLERO
FUENTE DE LAS ANGUSTIAS
VENTA DE LAS ANGUSTIAS
SUBIENDO HACIA EL PUERTO DE FRIGILIANA
EL CERRO DE LOS MACHOS Y EL MACHITO A LA DERECHA
INICIANDO LA SIBIDA
TREPANDO POR EL ROQUEDAL DEL MACHITO
EN LA CUMBRE DEL MACHITO, DETRAS LA CADENA
SALTO DEL CABALLO, PIEDRA SILLADA Y SIERRA NEVADA AL FONDO
BAJANDO DEL MACHITO
POR LA CRESTA ENTRE EL MACHITO Y LOS MACHOS
SUBIENDO A LOS MACHOS
EN LA CUMBRE CON SIERRA NEVADA AL FONDO
DETRAS EL LUCERO
ANONIO Y SU ARTE EFÍMERO
BAJANDO DE LOS MACHOS
ATRAS QUEDA YA EL CERRO DE LOS MACHOS
BAJANDO POR LA CARA NORTE DEL MACHITO
PASANDO POR LA BASE NORTE DEL ROQUEDAL DEL MACHITO
LOS VINOS CON EL MACHITO AL FONDO
EL RESTAURANTE CON EXCELENTES VISTAS
EL LUCERO ENTRE NUBES
DESCANSO EN LA FUENTE DE LAS ANGUSTIAS
DE REGRESO POR EL ARROYO DEL ACEBUCHAL
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