lunes, 5 de noviembre de 2018

10 de noviembre: Castañares Igualeja-Pujerra


Participantes: 16 + veintitantos caminantes venidos de Madrid del grupo de senderismo del Colegio de Caminos.
Victoria, Jerónimo, Tere, Paco P., Pili, Jesús R., Lola Valle, María, Paco Ruiz, Manuel D., Candela, Luci, Carlos, Enrique, Ricardo y Jesús C.
Distancia recorrida:
22,2  kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
925 metros
Altura mínima: (635 m – Río  Seco)
Altura máxima: (1.035 m – Carretera Pto. Madroño a Pujerra)
Tipo de recorrido:
Básicamente circular
Tipo de camino:
Carriles principalmente, veredas  y carretera y pequeños tramos campo a través.


Desayuno problemático. Habíamos quedado en el Navasillo a las 8,30. Estaba solo el señor mayor atendiendo a un bar repleto de gente. Estaba desbordado. Se enfadó y dijo que no servía a nadie, que no podía. Los coches de Jerónimo y Carlos decidimos buscar otra alternativa. En dirección a Ronda paramos en el bar de la gasolinera y en el otro de enfrente, ambos cerrados. Bajamos a Igualeja y encontramos uno abierto, con pan, casi frente a la iglesia. Nos preparó unas tostadas y un café excelentes y desayunamos tranquilos, sin apretones, junto a algunos parroquianos del pueblo. Después, vimos que había otro bar abierto en la plazuela detrás de la iglesia. Una solución perfecta para evitar el atestado Navasillo.
 
Con el desbarajuste del desayuno y el autobús de los madrileños nos pusimos a caminar casi a las 10. La idea era ir a Pujerra, a Cartajma y terminar en Igualeja.
Echamos por el carril paralelo a Río Seco, llaneando, luego por el lomo para subir a la zona de la venta Güitaraz y de allí a la carretera de Pujerra a la San Pedro-Ronda.
Los castañares estaban en su mejor momento otoñal. Las hojas con una tremenda gama de colores entre el verde y el amarillo, con algunas hojas en el suelo, justo para alfombrarlo, en una mañana sin viento y con el cielo azul. Además este otoño ha sido lluvioso y la tierra estaba empapada de agua, mullida para caminar.
Claro, el grupo caminaba despacio, parando para sacar fotos, para coger alguna castaña, para comentar esas espectaculares vistas, ese cromatismo sin par, esos enormes troncazos de los añejos castaños, ese musgo verde brillante que los tapiza, esos manchones blancos de Igualeja y Cartajima entre las frondas de los castaños. Y también algunos caminaban despacio por la falta de costumbre a las cuestecitas del Genal.
Paramos unas cuantas veces a reagruparnos, hicimos el Ángelus en la carretera, casi en la parte más alta del recorrido, con una rica torta de chicharrones de Montejaque como novedad. Estaba claro que no llegábamos a completar el recorrido previsto. Surgieron unas cuantas posibilidades. Llegar a Pujerra y regresar a Igualeja por otro camino haciendo una ruta circular, avisar al autobús de los madrileños que nos recogiera en Cartajima, dividir el grupo en uno que siguiera la ruta prevista inicialmente y otro que regresase de Pujerra a Igualeja por la carretera…etc.
Como todas las alternativas pasaban por llegar a Pujerra continuamos hacia él. Han cortado con una valla el cerril que iba por la cresta, pero a la izquierda, en la ladera sur, hay otro en muy buen estado, por un alcornocal, que lleva a Pujerra.
Al llegar a Pujerra era ya hora de almorzar. Echamos un buen rato en buscar restaurante. Queríamos ir al castañar de la salida de Pujerra hacia la fábrica de Hojalata, pero nos confundimos y bajamos al tanatorio y al cementerio. Se ha de seguir la carretera hacia el Pto. del Madroño y tomar un desvío a la derecha.
La búsqueda mereció la pena porque encontramos una era grande, rodeada de impresionantes castaños, empedrada para evitar la humedad del suelo, llana, y con capacidad para el numeroso grupo.
La comida fue abundantísima porque Victoria había traído víveres para un regimiento. Saco un lomo de cabezada en manteca que pesaría un par de kilos, una morcilla grandísima, preparó una tremenda ensalada de naranja, su especialidad, y aún llevaba un mus de limón con vasitos y cucharillas para todos. Tenemos la suerte de tenerla en el grupo, sino habría que ficharla. Además salieron las fiambreras de los demás con carne con pisto, filetillos, carne frita, judías estofadas, tortilla y qué se yo cuantas cosas más. Para beber un montón de botellas de vino. El grupo de Madrid aprendió del año pasado y este año trajo 6 u 8 botellas de calidad, además de las que llevábamos los del país. Se bebió del Bierzo, del Campo de Borja, de Madrid, de Rioja, de Ribera, de Calatayud…y aún sobraron algunas.
Con los tés, dulces de Alhama, bizcocho de Jerónimo y el mus de Victoria. Una comida de cinco tenedores.
Bastante gente del grupo de Madrid no querían caminar más. Hablaron con el autobús para que los recogiese en Pujerra. Los caminantes locales y Alfonso nos embarcamos en regresar a Igualeja por una ruta distinta a la de la mañana pero con los mismos desniveles y distancia. Eso sí, por unos castañares no conocidos por los domingueros, preciosos. Llegamos a Igualeja con los frontales encendidos. Paco Ponferrada acercó a Alfonso a Ronda.

Bienvenidas María y Candela, cuando queráis caminar ya sabéis dónde estamos.

Delicioso día de convivencia con los madrileños en un entorno paradisiaco. Aprender para el futuro en preparar una ruta adecuada a la capacidad de los participantes, teniendo en cuenta que el objetivo de la comida es irrenunciable. ¡¡¡Os esperamos de nuevo!!!

    
Mapa de la ruta
 
Subir desde el Rio Seco
 
y empezar a disfrutar
 
caminando
 
de los tonos amarillos
 
y naranjas
 
y del cielo azul
 
levantar la hojarasca a nuestro paso
 
posar solo
 
o en grupo
 
y seguir caminando
 
para ver entre los árboles
 
el blanco caserío de Igualeja
 
y acariciar
 
la luz que se filtra
 
entre las hojas doradas
 
y las setas que acompañan con su color y olor
 
al color y  el olor del bosque
 
de viejos castaños que
 
a nuestro paso
 
en cada rincón
 
se asoman
 
camino de Pujerra
 
la silueta de un gato recortada
 
sobre el dorado de las hojas
 
Comparando tamaño y edad
 
no hay color
 
y todo es color
 
en otoño en el Genal
 
donde los castaños
 
y sus frutos
 
en sinfonía de formas y colores
 
se alzan al cielo
 
para preguntarse
 
dónde estamos
 
cuándo llegaremos
 
cómo saldremos
 
de este laberinto amarillo
 
donde el viejo tronco arañado por las grietas del tiempo
 
se une al grupo
 
para fundirse
 
en la noche a la luz de los frontales


16 comentarios:

  1. Iré yo y puede que Tere.

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  2. Vamos.. Paco, Pili y Jesus

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  3. Yo también voy. Jerónimo, ya me concretas hora para quedar.

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  4. Me apunto a los castañares. Estaré en la plaza

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  5. Yo me apunto y me acompañara mi amiga Candela. Ya coordinaremos los coches

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  6. Grupo, me tengo que desapuntar por motivos laborales. Disfrutad al máximo de los castaños. Nos vemos el sábado siguiente.

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  7. Yo también me apunto y el grupo de ingenieros de Madrid. Nos vemos en el Navasillo para desayunar.

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  8. Estaré en la plaza con coche.

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  9. Me apunto
    Espero noticias,para ver como nos organizamos

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  10. Hola Carlos
    Hola Enrique
    Estaré en el Limonar a las 6:50. He quedado con una amiga y ella trae su perra. Se ofrece a llevar el coche, ya que lleva a su perra o bien podemos irnos, ella , su perra y yo con vosotros. Te acabo de llamar Carlos para concretarlo- Hablamos...

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  11. Veo que desde Torre hay dos coches y 8 personas contando a Enrique a Lola y su amiga. Candela y yo iremos directamente al Navasillo

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  12. Tras las gestiones de Enrique nostros iremos a Torre del Mar y Lola y su amiga se van con su coche

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