Sábado 19 de noviembre: Tajos del Sabar (Fraile, Dª Ana y Gómer)

Participantes:  9	Paco Ruiz, Paco Ponfe, Pilar, Jesús R., Luci,  Paco Z., Lola V,  Jesús C.  y Jerónimo
Distancia recorrida:	13 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:	1.120 metros
Altura mínima: (Fuente cerca del Cortijo Fariña - 677 m)	Altura máxima: (Pico del Fraile - 1217 m)
Tipo de recorrido:	Circular

Desayuno en Alfarnate, en un bar cerca de la salida hacia el puerto del Sol regido también por una señora. Aceite al plato como en el bar de Teresa, pero el precio no tiene nada que ver, más de 2 euros por el café y el aceite, sin pan. Y muy lenta la señora.

Dejamos los coches en la fuente del Conejo. La pobre fuente echaba un chorrillo escuálido cuando siempre ha sacado un chorrazo que te arrastraba la mano al intentar llenar la botella. La subida al Fraile por el valle de la ladera norte, tan húmedo, con tantas junqueras y herbazal, estaba seco completamente. Hubiera estado con polvo a no ser por el rocío de la mañana.

Cuando ya se termina el vallecillo de subida, poco antes de entrar en el pedregal, giramos al oeste para buscar las cumbres y entonces empezaron nuestras cuitas porque tanto por la cresta como un poco por debajo de ella es difícil pasar. Quizá lo menos malo sea seguir la valla de alambre, aunque también tiene pasos difíciles. Para futuras ascensiones posiblemente sea mejor entrar al pedregal más abajo e ir directamente a la cumbre.

La bajada se veía mejor y mejor fue. Bajando un poco al oeste de la cumbre y luego girando al este hacia la parte alta del valle del Tallón entre Fraile y Doñana. En el valle nos recibieron unos arces preciosos. Subimos a Doñana, hicimos el Ángelus en la cresta y vuelta al valle para ir al que separa el Gomer del Fraile.

Ese valle era el objetivo de esta ruta. La elegimos para ver los cornicabras con colores otoñales, sin embargo en el valle detrás del Gomer el otoño estaba en los arces, a los cornicabras aún les faltaba. Lo recorrimos despacito, disfrutándolo. En la umbría del Gomer resplandecían los amarillos y rojizos de los arces contrastando con los verdes y marrones de los cornicabras. Y de vez en cuando, esas duras, impertérritas encinas siempre verdes, sin enterarse de sequía, de invierno o de verano, siempre igual. Se diría que son un eslabón intermedio entre el mundo inanimado de las rocas y los suaves y volubles arces. Estos arces de nuestras latitudes tienen la hoja pequeñita, adaptada a las sequías estivales, pero aún con esas hojuelas trilobadas eran capaces de tender una colorista, delicada, alfombra bajo ellos, que por un lado invitaba a entrar en ella y por otro a preservarla, a no hollarla ni mancharla.

Dimos la vuelta al Gomer y por el valle de acceso iniciamos la trepada. Preciosas vistas, sobre todo al sur, a las fértiles tierras del cortijo de Auta. En el mismo pie del Gomer, a la sombra de uno de los olivos, almorzamos con tranquilidad porque quedaba ya poca caminata; tomamos los consabidos tés e iniciamos el regreso por la cabecera del río de la Cueva y  luego por el camino de Alfarnate.

Día soleado, veraniego, casi sin viento. Todos estamos deseando que vengan las lluvias.

 

Mapa de la ruta

 

Subiendo por las laderas del Fraile

 

Aproximación a la cumbre

 

Cresteando

 

En la cima del Fraile 1.217 m

 

Bajando, con el Gomer de fondo

 

Sorteando piedras como se puede

 

Cornicabras y luna

 

Arces y cornicabras bajo las crestas del Fraile

 

Arce con el Fraile de fondo

 

Pasando junto al Tajo de las Palomas

 

Subiendo hacia el Dª Ana

 

En el Dª Ana (1.196 m)

 

El Gomer y la Sª de Camarolos

 

Arce y Tajo de las Palomas

 

Arce de Montpellier - Acer monspessulanum

 

Farallones pétreos

 

Una mirada atrás

 

El amarillo de algunos arces

 

El momento justo

 

Arcedo bajo las paredes del Gomer

 

Arces, cornicabras y acebuches en los Tajos del Fraile

 

Cabra ramoneando un acebuche

 

Torcal de Alfarnatejo desde la subida al Gomer

 

Buscando los pasos adecuados para subir

 

Trepando

 

Muchos metros de roca vertical sobre nuestras cabezas

 

Minigrupo en el Gomer (1.116 m)

 

Descendiendo de la cresta

 

Bajada vertiginosa

 

Por el "tobogán"

 

Un mundo de roca vertical

 

Vinos

 

Panorámica de los tres tajos

 

La alargada sombra del otoño tardío