Distancia recorrida: 16,7 km
Desnivel acumulado: 500 m
Desayuno: Gasolinera de Nerja, con la sorpresa de
encontrarnos a Fali y a un amigo suyo que iban a fotografiar cabras a cerro
Caleta. Un gustazo volver a ver a Fali.
Aparcamos en Frigiliana y bajamos al río por la sendita mal
marcada de la ladera derecha del Higuerón. Los que llevábamos varios años sin
pisar el Higuerón tuvimos la sorpresa de ver la alberca del Batán completamente
vallada con una valla metálica de confianza. Imposible ya aprovechar la alberca
para darnos el último refresco antes de Frigiliana. Se entiende que el
ayuntamiento o la comunidad de regantes no quieren responsabilidades de posibles
accidentes. En el Pinarillo otra sorpresa porque han quitado las casetillas de
duchas y servicios dejando sólo una fuente con dos buenos chorros de agua.
El grupo caminaba a buen paso por el pedregal del cauce del
río de modo que los buscadores de plantas por los tajos nos quedábamos
continuamente atrás. Hay un vallado ya antiguo en uno de esos tajos donde apreciamos
Pseudoescabiosa grossi, Teucrium rotundifolium y un tipo de Sarcocapnos. La razón del cercado será
por el Sarcocapnos porque las otras
dos se ven con frecuencia en muchos tajos.
Por encima del azud de Lízar ya el agua es continua y en ese
primer cahorro húmedo hay que remojarse los pies se quiera o no. En ese cahorro
había un tubo de hierro a modo de caño de fuente saliendo de la ladera
izquierda. Ya no está. Y de las paredes rezumaba menos agua que otras veces,
quizá por ser final del verano en un año especialmente seco. Esta zona es
especialmente agradable porque el fondo del río no tiene altibajos dignos de
mención y las orillas que no son roca están cubiertas de hierba verde.
Posteriormente el cauce se amplía y se seca hasta llegar al
agua del cahorro de Pichirri. El cahorro también ha cambiado. La primera
barrera de piedra que había es ahora un escalón fácil de salvar y lo mismo pasa
con las cascadas sucesivas hasta la última; todas se salvan con relativa
facilidad bien con la ayuda de un tronco, bien con las cuerdas y piedras
pegadas a la roca. Al inicio del cahorro hicimos el Ángelus, dando así tiempo
para recuperar a Ricardo que se había rezagado. Después, unos llegaron hasta la
cascada final y otros nos quedamos junto a la cuerda de la segunda cascada. Una
vez reunidos de nuevo nos parecía temprano para iniciar el regreso y decidimos
remontar el río por la senda que circunvala el cahorro de Pichirri. Ascendimos el
empinado repecho por la estropeada senda que nos saca del río y luego nos
solazamos con las bonitas vistas de tajos y cahorro a nuestros pies. Una vez en
el río nos acercamos, descendiendo, a la parte alta de la cascada final. Abajo
estaban cinco jóvenes que habían llegado al cahorro cuando nosotros lo abandonábamos.
Atadas a las adelfas estaban los dos curdas que cuelgan cascada abajo y que
sirven para bajar, no para subir porque habría que izarse a pulso. Hay además
unas clavijas en las cuales atar cuerdas para hacer el descenso rapelando.
Cuando ya dejábamos la parte alta de la cascada para
continuar río arriba nos enteramos que Pura, la mujer de Pedro Aguilar, había
muerto. No nos sorprendió pues esperábamos que ocurriera un día u otro, pero sí
nos quedamos consternados porque todos apreciamos mucho a Pedro. Cambio de
planes porque algunos queríamos llegar esa tarde-noche al tanatorio. Regresamos
por la senda sobre los cahorros y buscamos una sombra para comer al lado del
río.
Y empezó la romería. Al menos tres grupos, uno de más de 20
personas, llegaron a los cahorros. Se ve que el personal no madruga y que los
cahorros del Higuerón se han hecho famosos.
Tratando de permanecer al margen del gentío vaciamos las
mochilas y comenzamos el ritual de la comida. ¡Cuatro botellas de vino, nada
menos, salieron! aparte de las cervezas. Tuvimos la ensalada de Jerónimo,
tomates del huerto de Ricardo, otra ensalada de arroz, tortillas variadas,
bonito con fritada, pollo “pera”, carne con tomate, quesos…Un ágape como los
que acostumbramos. Y bien regado. Agradecer a Ricardo que cargara con un melón
de su huerta, aunque dejara que desear. Tuvimos además mango, tés y orujos
varios.
En el regreso casi no paramos. Unos se adelantaron, nos
reunimos en el Pinarillo y de allí a Frigiliana donde, como era temprano, nos
tomamos un refresco.
La luz de la mañana se filtra entre los pinos
El cigarrón escondido que Paco vio
Teucrium rotundifolium
Avanzando entre bloques de piedra
Aunque no apetece, no queda más remedio que mojarse un poco
Equilibrio
El fotógrafo fotografiado
Superando obstáculos
Llegando a la parte más estrecha y bonita
Ayudando a subir la primera cuerda
Último obstáculo antes de la cascada final
La fuerza del agua
A darse la vuelta
Chorrera
Bajando la segunda cuerda
Siempre es bueno tener a mano una mano amiga
Matrix
Vistas al Lucero
y al Cisne
Desde arriba, el río se despeña hacia el cahorro de Pichirri
En la zona alta del Higuerón
Pináculos rocosos delante del Cisne
Calopteryx haemorrhoidalis - Caballito del diablo
Erica terminalis
Me apunto.
ResponderEliminarBravo por el cambio de los Caños de Meca por el Higuerón. Estaré en la plaza de la Axarquía a las 7.30
ResponderEliminarDel Cebollón al Higuerón, y tiro porque me toca.
ResponderEliminarCual clavo a las siete y media
Manuel
Manuel, si no te has cansado de verlos y los has tirado. debes tener unos bastones estorbándote.
EliminarMañana voy.
Enrique
Allí estaré. Ricardo
ResponderEliminarEstare en la gasolinera de Nerja
ResponderEliminarEstare en la gasolinera de Nerja
ResponderEliminarPili,Jesús R. Y Paco iremos. Saludos Paco Ponfe.
ResponderEliminarYa que no pude coger el Cebollón, con lo que me apetecía, este sábado me mojo.
ResponderEliminarApuntado quedo.
Pasaré por los chinos y, si no hay nadie o todos vienen acoplados, en la plaza nos vemos.
Saludos
Enrique
Enrique te llevo los bastones
EliminarManuel