jueves, 15 de septiembre de 2016

Sábado, 17 de septiembre: Río Higuerón

Participantes: Pili, Jesús R., Paco Ponferrada, Jerónimo, Manolo de Nerja, Enrique, Manuel de Rincón, Paco Ruiz, Ricardo y Jesús.
Distancia recorrida: 16,7 km
Desnivel acumulado: 500 m

Desayuno: Gasolinera de Nerja, con la sorpresa de encontrarnos a Fali y a un amigo suyo que iban a fotografiar cabras a cerro Caleta. Un gustazo volver a ver a Fali.

Aparcamos en Frigiliana y bajamos al río por la sendita mal marcada de la ladera derecha del Higuerón. Los que llevábamos varios años sin pisar el Higuerón tuvimos la sorpresa de ver la alberca del Batán completamente vallada con una valla metálica de confianza. Imposible ya aprovechar la alberca para darnos el último refresco antes de Frigiliana. Se entiende que el ayuntamiento o la comunidad de regantes no quieren responsabilidades de posibles accidentes. En el Pinarillo otra sorpresa porque han quitado las casetillas de duchas y servicios dejando sólo una fuente con dos buenos chorros de agua.
El grupo caminaba a buen paso por el pedregal del cauce del río de modo que los buscadores de plantas por los tajos nos quedábamos continuamente atrás. Hay un vallado ya antiguo en uno de esos tajos donde apreciamos Pseudoescabiosa grossi, Teucrium rotundifolium y un tipo de Sarcocapnos. La razón del cercado será por el Sarcocapnos porque las otras dos se ven con frecuencia en muchos tajos.
Por encima del azud de Lízar ya el agua es continua y en ese primer cahorro húmedo hay que remojarse los pies se quiera o no. En ese cahorro había un tubo de hierro a modo de caño de fuente saliendo de la ladera izquierda. Ya no está. Y de las paredes rezumaba menos agua que otras veces, quizá por ser final del verano en un año especialmente seco. Esta zona es especialmente agradable porque el fondo del río no tiene altibajos dignos de mención y las orillas que no son roca están cubiertas de hierba verde.
Posteriormente el cauce se amplía y se seca hasta llegar al agua del cahorro de Pichirri. El cahorro también ha cambiado. La primera barrera de piedra que había es ahora un escalón fácil de salvar y lo mismo pasa con las cascadas sucesivas hasta la última; todas se salvan con relativa facilidad bien con la ayuda de un tronco, bien con las cuerdas y piedras pegadas a la roca. Al inicio del cahorro hicimos el Ángelus, dando así tiempo para recuperar a Ricardo que se había rezagado. Después, unos llegaron hasta la cascada final y otros nos quedamos junto a la cuerda de la segunda cascada. Una vez reunidos de nuevo nos parecía temprano para iniciar el regreso y decidimos remontar el río por la senda que circunvala el cahorro de Pichirri. Ascendimos el empinado repecho por la estropeada senda que nos saca del río y luego nos solazamos con las bonitas vistas de tajos y cahorro a nuestros pies. Una vez en el río nos acercamos, descendiendo, a la parte alta de la cascada final. Abajo estaban cinco jóvenes que habían llegado al cahorro cuando nosotros lo abandonábamos. Atadas a las adelfas estaban los dos curdas que cuelgan cascada abajo y que sirven para bajar, no para subir porque habría que izarse a pulso. Hay además unas clavijas en las cuales atar cuerdas para hacer el descenso rapelando.
Cuando ya dejábamos la parte alta de la cascada para continuar río arriba nos enteramos que Pura, la mujer de Pedro Aguilar, había muerto. No nos sorprendió pues esperábamos que ocurriera un día u otro, pero sí nos quedamos consternados porque todos apreciamos mucho a Pedro. Cambio de planes porque algunos queríamos llegar esa tarde-noche al tanatorio. Regresamos por la senda sobre los cahorros y buscamos una sombra para comer al lado del río.
Y empezó la romería. Al menos tres grupos, uno de más de 20 personas, llegaron a los cahorros. Se ve que el personal no madruga y que los cahorros del Higuerón se han hecho famosos.
Tratando de permanecer al margen del gentío vaciamos las mochilas y comenzamos el ritual de la comida. ¡Cuatro botellas de vino, nada menos, salieron! aparte de las cervezas. Tuvimos la ensalada de Jerónimo, tomates del huerto de Ricardo, otra ensalada de arroz, tortillas variadas, bonito con fritada, pollo “pera”, carne con tomate, quesos…Un ágape como los que acostumbramos. Y bien regado. Agradecer a Ricardo que cargara con un melón de su huerta, aunque dejara que desear. Tuvimos además mango, tés y orujos varios.
En el regreso casi no paramos. Unos se adelantaron, nos reunimos en el Pinarillo y de allí a Frigiliana donde, como era temprano, nos tomamos un refresco.
 
La luz de la mañana se filtra entre los pinos
 
El cigarrón escondido que Paco vio
 
Teucrium rotundifolium
 
Avanzando entre bloques de piedra
 
Aunque no apetece, no queda más remedio que mojarse un poco
 
Equilibrio
 
El fotógrafo fotografiado
 
Superando obstáculos
 
Llegando a la parte más estrecha y bonita
 
Ayudando a subir la primera cuerda
 
Último obstáculo antes de la cascada final
 
La fuerza del agua
 
A darse la vuelta
 
Chorrera
 
Bajando la segunda cuerda
 
Siempre es bueno tener a mano una mano amiga
 
Matrix
 
Vistas al Lucero
 
y al Cisne
 
Desde arriba, el río se despeña hacia el cahorro de Pichirri
 
En la zona alta del Higuerón
 
Pináculos rocosos delante del Cisne
 
Calopteryx haemorrhoidalis - Caballito del diablo
 
 
Erica terminalis
 

10 comentarios:

  1. Bravo por el cambio de los Caños de Meca por el Higuerón. Estaré en la plaza de la Axarquía a las 7.30

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  2. Del Cebollón al Higuerón, y tiro porque me toca.
    Cual clavo a las siete y media
    Manuel

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    1. Manuel, si no te has cansado de verlos y los has tirado. debes tener unos bastones estorbándote.
      Mañana voy.
      Enrique

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  3. Pili,Jesús R. Y Paco iremos. Saludos Paco Ponfe.

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  4. Ya que no pude coger el Cebollón, con lo que me apetecía, este sábado me mojo.
    Apuntado quedo.
    Pasaré por los chinos y, si no hay nadie o todos vienen acoplados, en la plaza nos vemos.
    Saludos
    Enrique

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