martes, 1 de diciembre de 2015

SABADO 5 DE DICIEMBRE: RÍO DE LA MIEL, LOMA DE LAS CUADRILLAS, PUERTO DE LA ORZA, C. CORNOCALEJO




Participantes:  14
Ana, Jerónimo, Luis, Pili, Paco Ponferrada, Paco Zambrana, Lola Valle, David, Manolo, Luci, Paco Ruiz, Carlos, Ricardo y Jesús.
Distancia recorrida:
13 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
Desnivel de bajada:
1.015 metros

1.225 m
Altura mínima: 510 metros (Carril Agujero de Gonzalo)
Altura máxima: 1.590 metros (Cerro Barranco del Pino)
Tipo de recorrido:
Lineal


Desayuno en la gasolinera de Nerja con la sorpresa de que Fali vino a desayunar. Compartimos un excelente rato con él, con la alegría lógica de volver a ver un viejo amigo.

Dejamos un coche en el carrilillo del río de la Miel que va al Agujero de Gonzalo y con otros tres subimos a la loma de las Cuadrillas a la altura de la Era de la Haza Moya para explorar la subida de los Castillejos al Puerto de Arriba. Por el carril nos acercamos a los Castillejos. Entre los dos cerros de los Castillejos no se veía cómo subir y seguimos por el carril en dirección a los Hoyos. La ladera de la cresta de las Cuadrillas encima del carril era un matorral impenetrable. Imposible entrar por ahí. Más adelante del carril salía un ramal, ya convertido en barranquera, a la izquierda, en dirección a la cresta, que Manuel tenía apuntado porque había visto que por ahí habían subido al cerro de los Gigantes. Y por esa cicatriz nos metimos a luchar con el desnivel, con las rocas y con la vegetación. Por allí hubo vereda porque de vez en cuando se veía algún trocito. Como era imposible seguirla nos guiamos por unos hitos puestos por algunos caminantes anteriores. No es que los hitos nos guiaran por la mejor zona de la ladera, pero al menos nos hacían pensar que si por allí había pasado alguien nosotros también lo lograríamos.
Trepando, evitando la maleza, buscando la zona un poquito más despejada, ascendimos poco a poco hasta la cresta al pie del cerro de los Gigantes. Allí acabaron los hitos. Subimos al cerro, nos deleitamos con las impresionantes y poco frecuentes vistas al este, sur y oeste, y constatamos que para proseguir al norte, al Puerto de Arriba, teníamos que descender para volver a subir. Por la cresta de las Cuadrillas el matorral no era tan tupido ni la pendiente tan elevada., íbamos un poco más deprisa aunque la perspectiva no era buena porque más arriba se veía la ladera más tupida.
Hicimos el Ángelus más para descansar que para comer algo y seguimos cresta arriba. Cuando dimos con los puntos azules de la “sendita” del collado de las Encinillas al Puerto de Arriba se nos alegraron los cinco sentidos: las penalidades de la cresta, matorral, pedregales, y sobre todo la indecisión de no saber qué camino sería mejor, habían terminado.
Del Puerto de Arriba seguimos al de la Orza por veredita de montañeros ya marcada y en el de la Orza parlamentamos. Continuar hasta el Cielo para bajar al pozo del Hierro y cruzar al puerto del Madroño era una ruta demasiado larga, se nos haría de noche. Tomamos pues del puerto de la Orza al sur, entre el tajo Cuchillón y el morrón de los Pinos, descendiendo. La sorpresa fue que en esa ladera que la habíamos recorrido en el invierno pasado habían señalado una sendita más que aceptable. Bajamos con rapidez y en el llano del Pino Rayo paramos a descansar y a almorzar.
Tuvimos el festival de costumbre con aperitivos, ensalada, verdura, carnes y potajes varios. Como nota curiosa solo había una tortilla, la de Manolo, que en esto del comercio va a piñón fijo. Salieron también cervecitas frescas y un montón de botellas de vino que fuimos incapaces de terminar. Como colofón brownie y pastitas de Alhama con orujos blanco y de hierbas.
El recorrido que quedaba era corto y conocido así que con tranquilidad descendimos al collado del Madroño, bajamos a la fuente y cortijo del Cornocalejo, pasamos por los impresionantes tajos del Agujero de Gonzalo y llegamos al coche.

Día espléndido, sin viento, cálido y con alguna bruma en las partes bajas. En la Tejeda-Almijara no sé si nos queda algún rincón por recorrer y cuando descubrimos alguno y lo exploramos, como hoy con la cresta de las Cuadrillas, es para constatar que por allí no se puede volver.

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Por el carril de la Loma de las Cuadrillas


Subiendo al Cerro de los Gigantes
La dura subida al cerro de los Gigantes
Peña Escrita por encima de las nubes
Por la Loma


El Cerro de los Gigantes y los Castillejos
El Cisne y la Maroma desde el Puerto de la Orza
Bajando desde el Puerto de la Orza hacia el cortijo de Cornocalejos
Para reponer líquidos
El Restaurante
Bajando hacia la Cabeza del Caballo
Descanso en la fuente de Cornocalejos
Pasando hacia el Agujero de Gonzalo



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