Participantes: 4
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Antonio Usieto, Jesús, Paco Hernando y Manuel Díez.
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Distancia recorrida:
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11 kilómetros
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Desnivel de subida acumulado:
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750 metros
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Altura mínima: 813 metros (Inicio de senda de subida)
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Altura máxima: 1.367 metros (Cerro en la Sierra)
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Tipo de recorrido:
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Circular
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Desayuno en Alfarnate,
Habíamos propuesto ir a desayunar al bar de Teresa sin tener claro qué
recorrido haríamos. Al aparcar en la plaza al lado del bar, estaba cerrado. Nos
miramos con tristeza. Todos suponíamos que una cosa así tenía que ocurrir un
día u otro. Teresa no podía seguir dando desayunos eternamente. Fuimos a la
panadería y allí nos enteramos que había muerto el marido de Teresa y ahora
abría más tarde, sobre las 8.30. Compramos pan, roscos carreros y mantecados
mientras veíamos a un operario fabricar roscos de vino a mano. ¡Será posible en
el siglo XXI! La tecnificación aún no ha llegado a todos los rincones. En la
panadería nos indicaron dónde desayunar en un bar en la calle de salida del
pueblo, más allá de la calle de la panadería. El mismo sistema que el de
Teresa: plato sopero y aceite a voluntad para untar con pan comprado en la
panadería. Cuatro cafés, cuatro euros, y uno por el aceite para todos. En pocos
sitios se encuentran precios así.
Al volver al coche varios parroquianos esperaban a que Teresa
terminase de abrir y adecentar un poco el bar. Ya sabemos que antes de las
8.45-9 no contamos con ella, pero aún sigue.
Aparcamos en la fuente de los 100 caños. No por todos caía agua pero
sí por muchos y con fuerza a pesar de lo seco del otoño. Íbamos a seguir, en
parte, una ruta descargada de wikilock y nos alegramos al ver que estaba
señalada con un cartelón y un poste como sendero de pequeño recorrido. Salimos en
dirección a la carretera que habíamos traído y a la mediación entre fuente y
carretera, por un encinar libre de alambrada, iniciamos la subida por una
sendita de ovejas que sería la tónica en todo el recorrido. Alcanzamos un carrilillo,
lo continuamos hacia arriba el corto trecho hasta que moría y luego… pues a las
senditas de las ovejas, ascendiendo fuertemente entre el lapiaz. En cuanto
subimos un poco las vistas sobre Villanueva del Rosario, las cortijadas y los
cortijillos blancos en el mar de verde de los olivos que puebla las colinillas,
era preciosa. La estampa que se espera de Andalucía a decir de Antonio.
De vez en cuando había marcas amarillas y blancas en las piedras, pero
como todo era un puro pedregal no se localizaban a menos que estuviéramos
encima. Gracias a las sendas de ovejas, al track que llevábamos y a nuestro
sentido de la orientación ascendimos sin problema hasta dar con una alambrada
al este. Seguimos ascendiendo al pie de un cerro y como el recorrido era corto
decidimos subir a él. Trepamos literalmente por las rocas y en la cima apenas
estuvimos el tiempo necesario para hacer una foto porque el viento se nos
llevaba. En la bajada nos fue peor porque perdimos la senda de las ovejas y
terminamos destrepando como escaladores aguerridos.
Quisimos ir hacia la altura máxima apartándonos del track que indicaba
ir hacia un valle con una dolina con agua para luego ascender, pero de nuevo
otra alambrada, esta vez potente, nos lo impidió. Unimos nuestra ruta al track
dando vistas al Jobo y al Chamizo desde una perspectiva bonita y novedosa.
Llegamos a la pista Alfarnate-Villanueva del Trabuco y sin entrar en ella, una
sendita paralela adaptada para bicicletas nos llevó al valle de las
Villanuevas. La falda de la sierra del jobo hacia el Trabuco es muy atractiva
con pinos, rocas y cantiles. Exploramos una sendita que iba por su base
pensando que llegaría al Trabuco, pero no, pronto volvió a la pista y allí
mismo, al abrigo de unas rocas, oyendo los constantes crujidos de los pinos
azotados por el vendaval, almorzamos opíparamente.
En el camino de regreso a la fuente subimos a ver la Cueva de la Cima.
Protegida por una puerta de hierro está
la boca de la cueva y a los pocos pasos en su interior se desploma en un pozo
insondable. Los frontales no alcanzaban a ver el final. Cerramos la puerta y
nos alejamos hacia la fuente por las senditas de las ovejas paralelas a la
pista, comentando que más que Cueva de la Cima debería ser Cueva de la Sima y
que algún buen andaluz había confundido la S con la C.
Día de vendaval, con no más de 12ºC, fresquito, con el aliciente de
explorar una nueva sierra, pequeñita porque la mitad está vallada, pero que da
bien para el recorrido de un día si se sube a un par de picos en la parte no
vallada. Además, por los lapiaces no vale intentar rutas largas.
La Ruta
Inicio en la fuente de los 100 Caños
Subida por el camino
Subida por el lapiaz
En la base del cerro
En la cima aguantando el fuerte viento
Destrepando del cerro
Por una de las varias Dolinas
Bajando hacia los pinos
El inicio del pinar
El barranco de las Chozas y la base del Chamizo
Los vinos en el bosque
El Restaurante
Legando a la cueva de la Cima
En la Sima de la cueva de la Cima
Final en la fuente de los 100 Caños
Abundante agua a pesar de la sequía
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