SABADO 12 DE DICIEMBRE: SIERRA DE LAS NIEVES. QUEJIGALES, PEÑÓN DE RONDA, CANALIZO

Participantes:  15	Manolo, Paco Zambrana, Lola Díaz, Rafa, Jerónimo, Ana, Paco Ponferrada, Pili, Isabel e Inma de Málaga, Paco Ruiz, Luci, Antonio de Fornes, Ricardo y Jesús
Distancia recorrida:	15 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:	860 metros
Altura mínima: 1.070 metros (Cañada de las Animas)	Altura máxima: 1.548 metros (Senda del Puerto del Hornillo)
Tipo de recorrido:	Circular

Desayuno en Las Lajas, el restaurante al lado del Navasillo que suele tener menos gente, se desayuna igual de bien y tiene la chimenea encendida.

La excursión programada era ir al Abanto y Alcojona, pero hacía levante bastante fuerte que metía las nubes en esos cerros, en la Nava y en toda la cara sur de la Sierra. Jerónimo, previsor y excelente conocedor de la Sierra de las Nieves, había preparado alguna ruta alternativa, y vistas las nubes que cubrían al Alcojona fuimos a Quejigales para ir hacia el Peñón de Ronda.

A la cara oeste de la Sierra no llegaba el levante, tanto es así que había neblina matutina, de esas que el sol levanta, pero que le daba un aire misterioso a la Sierra y a los pinsapos. Dejamos a la derecha la senda a la cañada del Cuerno y el carril a las Ánimas mientras continuábamos por el carril, que empeoraba según avanzábamos, en dirección noreste hacia los cortijos del Sabinal. La neblina cubría los valles mientras las cumbres se despejaban. A la derecha presidía la escena Enamorados con los tajos que caen hacia el Canalizo y del Peñón de Ronda se veía solo el picachillo superior.

En un determinado lugar Jerónimo abandonó el camino para bajar campo a través al cortijo de Majadas Viejas. Aún conserva algunas paredes y corrales. Paco Ponferrada se metió en él y nos animó a visitarlo porque celebraban el día de “puertas abiertas”. Del valle donde está enclavado el cortijo subimos al colladito al sur del cerro de los Arcos que comunicaba con el valle del cortijo del Taramal y a él bajamos.

Jerónimo propuso echar por una de las barranqueras que dan lugar al barranco de la Higuera, una variante por un lugar un poco más intrincado pero más bonito por la vegetación y por las cascadas que adornan la barranquera cuando baja agua. Para entonces ya había despejado totalmente ofreciéndonos el espectáculo de los tajos del Canalizo y de los Corralones poblados de pinsapos en la base de la Sierra de las Nieves. Subimos a la vereda del Peñón de Ronda a Quejigales que va por debajo de los tajos, hicimos la paradita del Ángelus cerca de la Mirandilla, disfrutamos de los hermosísimos pinsapos a los que Lola y algún otro robaron parte de su energía, pasamos por la fuente de la Breña y cuando ya teníamos el cortijo a tiro de piedra Jerónimo propuso ir por la cañada que teníamos a la derecha en vez de dar el rodeo de la senda para ir a los Hornillos.

La propuesta fue aceptada de inmediato y allá que nos metimos en la empinada barranquera luchando con la inclinación, con las resbalosas piedrecillas de la ladera y con los matorrales. Atravesamos una maltrecha alambrada y salimos de la cañada por su cresta izquierda en dirección al Peñón de Yunquera. La cresta nos obsequió con un buen lapiaz y unas hermosas aulagas, pero nada que detuviera al esforzado grupo de la Vinoteca. Más arriba nos dividimos. Unos buscamos la senda de Hornillos a Enamorados y otros el ramal que de ella sale al Canalizo. Reunidos ya en la senda buscamos un restaurante apropiado. Difícil tarea que nos metió por el lapiaz sobre el tajo del Canalizo, por un par de herbosos colladitos demasiado aireados y visitados por las ovejas, para recalar finalmente en un abrigo sobre el tajo Canalizo con unas sobrecogedoras vistas a los tajos. En el restaurante hubo quien pagó más o fue más espabilado y tuvo mesa con sol y otros tuvimos que meternos a la fresquita sombra. Excelente comida, suficientemente regada y excelente humor, como siempre. ¿Qué tendrá la Sierra que nos pone tan alegres?

Bajamos por la cañada del Canalizo y por la umbría sendita al pie de los tajos regresamos no sin varias paradas para disfrutar de la vegetación, de las cuevecillas, y, sobre todo, de las vistas a las peladas sierras del oeste, al Peñón de Ronda y a los pinsapares que suben por las Ánimas.

En un día malo para Alcojona y Abantos, Jerónimo nos llevó por una de las rutas más bonitas de la Sierra de las Nieves, poniendo además esa nota investigadora, ese puntillo de aventura que hace más atractiva si cabe la caminata.

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La Ruta

Iniciando la ruta por el carril desde los Quejigales

De paseo por los prados. La cosa se complicaría mas tarde

En el collado con la niebla de fondo

Bajando hacia el cortijo de Majadas Viejas

Cruzando algún barranquillo que otro

Subiendo hacia otro collado con el Peñón de Ronda al fondo

En el collado oteando el paisaje

En la fuente de la Breña

Subiendo por la cañada desde el cortijo del Peñón de Ronda 

Un alto en la cañada para reagruparse

Continúa la subida

En un collado después de salir de la cañada. El Peñón de Ronda ya va quedando abajo

Los vinos y el restaurante "Tajos del Canalizo"

De charla en los tajos

La bajada bordeando los Tajos

Llegando a los grandes Pinsapos

Tomando energía del gran Pinsapo

Por el bosque humedo de Pinsapos

Estirando al final de la ruta en los Quejigales