Participantes: 7
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Luci, Ana, Jesús, Jerónimo, Paco Ponfe, Paco Ruiz y Manuel Díez.
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Distancia recorrida:
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16 kilómetros
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Desnivel de subida acumulado:
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990 metros
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Altura mínima: 233 metros (Río de la Toba)
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Altura máxima: 914 metros (Cerro de Palinar)
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Tipo de recorrido:
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Circular en ocho
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Desayuno en el cruce de Órgiva. Muy bien
y barato.
En el grupo tenemos altibajos, somos como
las olas. El sábado pasado 16 caminantes y este 7. Sea por la dureza del
recorrido que anunció Manolo en el blog, sea por las predicciones
meteorológicas, solo 7 participantes.
Desde Órgiva salimos con ganas hacia la
pista perimetral del Parque, lugar de comienzo de la caminata. Conforme íbamos
subiendo el viento incrementaba su potencia, con remolinos que levantaban hojas
y tierra, con rachas tremendas que hacían temblar los robles…y con el aumento
de la potencia del viento iba disminuyendo el ánimo de los caminantes. En la
pista perimetral, con un viento que se nos llevaba, parlamentamos y pensamos
que si allí había ese vendaval por la cresta de la Loma de Cáñar no se podría
caminar. Además los nubarrones comenzaron a cubrir Cerrillo Redondo, el Tajo de
los Machos y el Alegas. Decidimos buscar una alternativa más abrigada, valle
del Poqueira, valle del Trevélez, barranco Sanguino en Maro. Nos volvimos con
intención de ir a Maro pero en Órgiva a Jerónimo se le ocurrió ir a los
desconocidos Güájares. Y allá que fuimos.
Salimos de Güájar Faragüit con la
intención de subir al cerro Guindalera. Después de una equivocación dimos con
la senda a Güájar Alto, cruzamos el caudaloso y cristalino río de la Toba y
comenzamos la ascensión por un carrilillo empinadísimo en la ladera derecha del
valle. En cuanto pudimos buscamos la alternativa de la vieja senda y la subida
se suavizó gracias a los zigzags. Dejamos un intrigante desvío al este y poco
más arriba la senda se dividía. Creyendo que los dos ramales irían al mismo
sitio, al collado de la Viñuela, tomamos la de la izquierda. La vereda fue
tomando altura y nos llevó por la cuesta del Quemado al collado que da vista al
barranco de Rendate donde hicimos un corto Ángelus.
Desde el collado un carrilillo bajaba al
barranco de Rendate y supusimos volvía al pueblo. Una ruta demasiado corta. Así
que investigamos por encima del collado y vimos una seda que se metía en el
pinar, hacia el oeste, en la dirección que queríamos. La tomamos y nos subió a
las crestas de la cordillera entre el río de la Toba y el barranco de Rendate.
Por el haza del Búho nos salió un ave que pensamos era un búho real pero
resultó ser el búho chico. Bien puesto el nombre.
La sendita llega al cerro del Palinar y
baja a la pista de Güájar Alto a Lentegí, Ítrabo y Molvízar. Era tarde para ir
hacia la Guindalera y bajamos por la pista en dirección a Güájar Alto siguiendo
la cañada de la Cruz. Junto al desvío hacia el collado de la Viñuela sale una
sendita en dirección sur que intentamos explorar hace tiempo pero estaba cegada
por la maleza. Ahora está limpia e indica a Jurite. Parece que Jurite está
justo debajo de la Guindalera. Ya tenemos materia de exploración para el grupo
de jubilados.
Tomamos el desvío de la pista al collado
de Viñuela y en él, aprovechando un carasol almorzamos ya a la vista de Güájar
Faragüit. Y tuvimos el banquete acostumbrado, con cervezas y vinos, chorizo y
cecina, ensalada, tortillas, judías verdes, pollo en salsa de almendras,
albóndigas con tomate, croquetas, tés, brownie, orujos…y un ambiente
extraordinario ¿qué más se puede pedir?
Bajamos por la senda entre Güájar Alto y
Faragüit decididos a investigar la intrigante sendita al este que habíamos
visto en la subida. Entramos por ella, yendo en la interfase de los olivares
con el monte bajo y el pinar, hasta el pie del Castillo donde se dividía. Enfrente
íbamos sin duda a la senda de Faragüit al castillo, demasiado fácil, así que
echamos por la de la derecha, ascendiendo. En la cresta se dividía de nuevo y
tomamos a la izquierda, al este hacia el castillo; la de la derecha suponemos
iba por la ladera del barranco de Rendate al collado donde habíamos hecho el
Ángelus. Más trabajo exploratorio para los pobres jubilados.
El castillo es impresionante. Llega a él
una acequia seguramente procedente del Rendate y tiene multitud de muros de
piedra con argamasa en lo que debieron ser viviendas e instalaciones
defensivas. No fue un castillo-fortaleza, sino un castillo-vivienda. Tiene unas
vistas espectaculares sobre los pueblos de Faragüit y Fondón, y sobre los
valles de la Toba y Rendate.
Muy contentos volvimos a las callejuelas
de Faragüit, por el recorrido hecho y descubierto, por las perspectivas de las
nuevas sendas y por haber aprovechado un día que casi dábamos por perdido en la
pista perimetral del Parque.
ENLACE PARA VER MAS FOTOS EN PICASA
Mapa de la ruta
Cruzando el río de la Toba
Erica terminalis - Brezo
Viola arborea - Violeta Arbórea
Al fondo el cerro Giralda
Subiendo hacia el collado de las Cenellas
Saltamontes
Subiendo al cerro del Palinar
Nube en el cerro Palinar
Guájar Alto y el cerro la Giralda
Los vinos con Guájar Faragüit al fondo
Restaurante "Los Olivos"
Al borde del tajo
Llegando al Castillejo
Mirando por la ventana
Disfrutando del paisaje
Las casas del Castillejo
Guájar Faragüit desde el Castillejo
El grupo en el Castillejo
Bajando hacia G. Faragüit
Globularia Alypum
Llegando a Guájar Faragüit
Yo esperare a la caravana de Torre en la gasolinera de Nerja
ResponderEliminarMe apunto.
ResponderEliminarIré a la excursión exigente. Estaré en la plaza a las 6.30
ResponderEliminarSi no me surge ningún imprevisto de última hora, estaré acompañándoos. Jerónimo, a la espera de tus indicaciones.
ResponderEliminarNos vemos en graná. Saludos. Paco Ponfe
ResponderEliminarOs espero en la plaza
ResponderEliminarOs espero en la plaza
ResponderEliminarVoy. Jerónimo
ResponderEliminarAl final no podré venir...Un abrazo a todos. Miguel Pérez (de Torre)
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