Participantes: 12
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Paco Ruiz, Miguel S., Ricardo, Luci, Ana, Luis, Jesús, Manuel
Díez, Manuel González, David, Antonio S. y Jerónimo
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Distancia recorrida:
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20 kilómetros
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Desnivel de subida acumulado:
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1.100 metros
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Altura mínima: 845metros (Pto. de las Golondrinas)
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Altura máxima: 1.750 metros (Pto. de los Valientes)
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Tipo de recorrido:
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Dos tramos circulares con un tramo
central de ida y vuelta
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Desayuno en Tolox, en el bar debajo de la
plaza. Luis avisó al del bar de que llegábamos los comedores de tostadas y
salió a buscar pan.
De vez en cuando tenemos la visita de
nuestro amigo Miguel de Alhaurín. Disfrutamos pocas veces de su buen humor. ¡A
ver si vienes más!
Dejamos los coches en el puerto de las
Golondrinas y echamos por la pista al noroeste. En el collado de la Machoruela
aguardamos a Jerónimo que, como casi siempre, venía rezagado con sus fotos. Nos
indicó que siguiéramos por la pista que rodea el cerro de la Cierva. Todos
seguimos sus indicaciones excepto Paco Ruiz y Ricardo que echaron por el
pendiente cortafuegos hacia la cima del cerro. Entonces nos convencimos de que
llevábamos con nosotros al verdadero Ricardo y no un sosias suyo.
En Peñas Blancas cambiamos a dirección
suroeste, a poco dejamos la pista que sigue rodeando el cerro Corona hasta el
puerto Corona para continuar por un carril hormigonado a trechos que sube con
fuerza, prosiguiendo después unos metros por una mal marcada trocha hasta
encontrar la senda que viene desde el cerro de la Cierva. Allí nos esperaban
Ricardo y Paco, y una vez reunificados proseguimos al oeste por la senda en la
ladera sur del Corona hasta puerto Corona.
Como se preveía niebla al mediodía
decidimos subir hacia el Pilar de Tolox por la más complicada ladera de la
cañada de las Carnicerías y regresar por el puerto de los Valientes. La senda
está bien marcada al noroeste. A poco de entrar en ella llega la que sube por
el pinsapar Corona desde la senda del sábado pasado. La senda cambia a
dirección norte con magníficas vistas al Tajo de la Caína y al río de los
Horcajos y después gira al oeste. Aquí empieza la parte más agreste del
recorrido por unos andenes rocosos, con pinsapos más o menos gruesos, y con
toda la panorámica de la ladera izquierda de la Carnicería coronada por los
tajos de la Caína y Añicle, con la loma Cortina abajo.
Bajamos la primera cadena y una segunda
para llegar a un agujero que parece ser la boca de la sima del Picacho. A
continuación hicimos el Ángelus en el cauce de la cañada de los Salaíllos.
Cuando nos levantamos nos dimos cuenta que no hacía falta bajar la segunda
cadena sino continuar llaneando. Subimos por donde nos pareció hasta recuperar
la sendilla y de nuevo entramos en una zona escarpada con preciosos ejemplares
de pinsapo, ascendiendo, hasta llegar bajo el tajo de Fatalandar por cuya base
va la sendilla; hacia abajo una tremenda pedrera tachonada de pinsapillos.
Entramos en la cañada de los Tejos y en
ella nos dividimos: unos continuaron por la sendilla y otros ascendieron sin
ella, por donde mejor parecía a buscar los famosos tejos. Están escondidos
entre los pinsapos pero allí nos esperaban. Los troncazos de dos de los tejos
impresionan por su volumen. Deben ser milenarios, uno desmochado pero el otro
con su buena copa. Ricardo subió a la base de los tajos que delimitan la cañada
por arriba, encontró unos mojones y siguiéndolos llegó a la sendilla dejada ya
en la ladera de Froncaire. Jerónimo, Miguel y Jesús bajaron a buscar la
sendilla para luego ascender. Interesante el descubrimiento de Ricardo porque
permite visitar los tejos y salir de la cañada por una ruta cortita y perdiendo
poca altura. Y más interesante sería proseguir la búsqueda de un paso,
ascendiendo por la ladera derecha de Froncaire. Queda para otra ocasión.
Bajamos al cauce de Froncaire y por la
ladera izquierda nos unimos a la senda que viene desde Enamorados y parte alta
de la Carnicería. Con la ayuda de otra cadena atravesamos el paso difícil que
tiene, cambiamos a la ladera derecha y llegamos al collado de Froncaire.
Del Torrecilla venía un vocerío tremendo.
La ladera era una procesión de gente, así que decidimos dejar el Torrecilla
para una ocasión más tranquila y enfilamos al puerto de los Valientes. Además
las nubes habían bajado y por la Carnicería ya había niebla.
Cruzada la cresta del Torrecilla
almorzamos con el alborozo acostumbrado y diversidad de viandas: lechuga con
anchoas, aguacate con kiwi, tomate, tortillas varias, pollo pera, bonito con
pisto, pastelillos, carnes diversas, chorizo de león…, en fin, la variedad
acostumbrada terminada con el té de Paco, los pastelillos de Alhama y el
brownie de Ana con los múltiples aguardientes de Manolo.
Refrescaba, subía la niebla y el pedregal
donde nos habíamos sentado no permitía una siesta cómoda. Así que levantamos el
campo con las mochilas aligeradas, cruzamos el puerto de los Valientes y
descendimos por la bien marcada senda por toda la ladera sureste, entre sabinas
y con lisos lapiaces, a puerto Corona. Retornamos por la bien marcada senda
hasta el cerro de la Cierva y de él descendimos por el empinado y resbaloso
cortafuegos al collado de la Machoruela y al puerto de las Golondrinas.
Preciosa excursión que entrará por derecho
propio a las tradicionales del grupo, en un día nublado y fresquito, muy
agradable para caminar.
Recordar al personal que hay algunos que
hacemos fotos, tomamos notas y nos paramos con las plantitas de vez en cuando.
Aflojad un poco el paso y no nos hagáis ir con la lengua afuera para
alcanzaros.
Mapa de la ruta
Xolantha guttata
Sª de Tolox con matagallo y jara blanca
Atlantarctia tigrina - Polilla tigre
Rodeando el Cerro Corona
Viola kitaibeliana
Entre pinsapos dispersos que empiezan a poblar las laderas de la Cañada de las Carnicerías
Dando vistas al Picacho de Fatalandar
Caminando entre cortados
Subiendo por un roca muy empinada
Bajando la primera de las cadenas
Llegando a la Cañada del Salaíllo, con el Picacho al fondo
Cruzando la cañada
Bajando la segunda cadena
Sima del Picacho
Intentando seguir el sendero, muy desdibujado a ratos
Caminando bajo los tajos
Bajo un tejo que puede rondar los 1.000 años
Pasando por la Colaílla del Tejo
Quejigos de montaña aún sin hojas
Subiendo desde el Pilar de Tolox hacia el Pto. de los Valientes
Vinos
Bajando hacia el Pto. de las Palomas
En unos canchales de roca lisa
Fotografía en una fotografía
Aethionema marginatum
Pinsapo muerto
Pinsapos y sabinas en la Cañada de los Cazadores
En un tronco de un pinsapo quemado en el incendio de 1971
Bajando por la Loma del Pino hacia Pto. Corona
Cistus ladanifer - Jara pringosa
Arenaria montana