domingo, 1 de marzo de 2015

Salida día 7 de marzo: Sª de Lújar


Participantes:  11
 Paco Ruiz, Paco Ponfe, Pilar,  Luci, Carlos, Ana, Luis, Paco Zambrana, Manuel Díez, Tere y Jerónimo
Distancia recorrida:
11 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
820 metros
Altura mínima: 540 metros (Lújar)
Altura máxima: 1.240 metros (Cercanías de la Mina Dolores)
Tipo de recorrido:
Lineal, de ida y vuelta.
 
Historia de un deseo que no fue o como una retirada a tiempo es una victoria
 
 Cuando se cambió una pedrera desconocida en la conocida Sierra Blanca por una incógnita Sierra de Lújar, allá por Motril y muchas curvas más, nadie pensaba en el camino, nadie sabía por dónde y cómo subir a esa sierra de recuerdos mineros para muchos que quedaron en sus pueblos y para otros que, al cerrar la mayoría de ellas, mediado el siglo XX, fueron a buscar fortuna a la cercana costa. Nadie, excepto Manuel, que mapa en pantalla, había planeado una subida a la cumbre por el Cordel de las Monjas, entre las poblaciones de Lújar y Lagos.
 
Pero una cosa son las líneas dibujadas en un plano y otra bien distinta el terreno real, con sus piedras, sus caminos, sus tajos y sus plantas, con sus flores y con aquello que el hombre siembra: almendros, alambradas, modernos molinos de viento que gimen al viento de la mañana.
 
Once nos prometíamos un día duro pero ameno (mil trescientos metros de desnivel siempre son duros), nuevos horizontes, nuevas vistas, nuevos paisajes y un deseo: contemplar Sierra Nevada desde su mejor mirador.
 
El sendero, marcado e indicado como PR-A89, comenzó con risas, alegre charla y alguna imprecación contra una excavadora (entiéndase una especie de sinécdoque) que había destrozado la senda para abrir un carril no sabemos para qué o para dónde, sendero que a tramos se veía antiguo, empedrado como aquellos caminos de antaño que debieron recorrer mineros y arrieros a lomos de bestias de carga.
 
En el Collado de Lagos, al ruido de los aerogeneradores, hicimos una parada para reagrupar al personal, que disfrutando hasta el momento de la marcada vereda, se había disgregado bastante. Y hasta aquí todo el camino.
 
En el mismo collado, abandonamos la senda para coger el cordel, y entre aulagas, romero y esparto  empezamos a sortear las piedras, los tajos, los pinchos y las cuestas, cuestas infinitas que cada uno recorrió como pudo, acertando en el rumbo, como Paco Ruiz y Luci, o errando, como yo mismo y conmigo aquellos que me siguieron hasta un tajo en el que Luis vio una grieta por donde bajar y así evitar descender un montón de metros para volver a subir. Por allí bajamos mientras Paco y Luci esperaban en un colladito para hacer el ángelus, con vistas a toda la Vega de Motril y Salobreña por un lado y por el otro, al mar de plata y al mar de plásticos de Gualchos y Castell de Ferro.
 
Tras reponer fuerzas, continuamos ladera arriba, sorteando tajos (esta vez con más suerte), buscando trazas de senda, caminos de cabra entre el matorral, admirados por los profundas escarpaduras y las pedreras verticales que jalonan esta sierra como vestido de volantes, sierra que desde la costa parece simple, plana, una mole sin gracia montañera pero que al verla desde cerca descubres desafiante, altiva.
 
Avistamos las ruinas de la Mina de los Dolores, en el fondo del Barranco de la Rambla de Lújar y allí nos dirigimos. Minas de plomo, como la mayoría de esta sierra, recuerdos de un pasado de esplendor, cuando Lagos llegó a contar con ochocientos habitantes. Hoy apenas llegan a la treintena.
 
Aquí nos hicimos la foto de grupo y vista la hora (la una y media) y lo que nos quedaba (una fiera pendiente de quinientos metros de desnivel sin sendero, aparte de la cresta cimera hasta la cumbre) decidimos volver nuestros pasos hacia atrás y buscar un lugar donde comer y disfrutar, que ya habíamos tenido nuestra dosis de esfuerzo y sufrimiento.
 
Y así, desandando el camino, bajando laderas de vértigo como cada uno pudo, dimos con un pequeño prado a la media sombra de viejos almendros abandonados que se resisten a morir en el abandono y la miseria, en el hambre y la sed, y que aún, como esperanza de náufrago, nos regalan alguna flor.
 
El menú queda para aquellos que lo disfrutaron, así como el camino, los nuevos paisajes, las flores escondidas y aquellas menos discretas, las palabras, los gestos, las risas y los malos momentos, el sufrimiento y alguna que otra caída sin consecuencia.
 
Y de aquí a los coches que esperaban en la era a ser aventados y partir como pajas camino de la costa.
 
Y recordad que una retirada a tiempo siempre es una victoria. La montaña seguirá ahí. Volveremos.

 
Senda entre Lújar y Lagos a tramos empedrada.

Senda entre almendros en flor.

Se empieza a ver uno de los barrancos de la Sª de Lújar

Narcissus...

Llegando al Collado de Lagos

Manuel y los aerogeneradores

Primeros repechos campo a través

Por aquí se puede seguir

¿Refugio de pastor? ¿Puesto de cazadores?

Entre esparto con Motril y Salobreña al fondo

Cordel del Cerro de las Monjas, con Lagos, Motril y Salobreña de fondo

Buscando el camino  para sortear los tajos

Que en este caso terminó en una bajada un poco regular

por hacerme caso a mí y no a Paco Ruiz, que ya nos esperaba un poco más arriba, en un colladillo.

Colladillo donde hicimos el Ángelus

A estos tajos tuvimos que sortearlos por la derecha

Prunus postrata?

Por el cordel que separa el Barranco de Lagos de la Rambla de Lújar

Barranco de Lagos

Hacia la Mina Dolores, en la Rambla de Lújar

Foto de grupo en las ruinas de la Mina Dolores

Barranco de la Rambla de Lújar

Pedreras en el Bco. de Lagos

Bco. de la Rambla de Lújar

De vuelta para abajo

Invernaderos de la zona de Gualchos - Castell de Ferro

Bajada con mucha pendiente y sin senda

Este almendro da vinos en botella

Orchis collina

Astericus maritimus (eso sí, un poco lejos de mar, aunque se veía)

18 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Supongo que por Lújar también habrá algunas piedricas para entretenernos...

      Eliminar
    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
  2. A las 7'45 estaré en Fuengirola dispuesta a superar todas las pedreras que hagan falta.

    ResponderEliminar
  3. Me apunto también a ésta y superaré lo que haya que superar aunque no sean pedreras.

    ResponderEliminar
  4. Pili y Paco quedan apuntados. Saludos. Paco Ponfe.

    ResponderEliminar
  5. Estaré a desayunar en la gasolinera.

    ResponderEliminar
  6. Como siempre os espero en la plaza.

    ResponderEliminar
  7. Comentario puesto en la salida anterior


    2 de marzo de 2015, 9:41
    Un día espléndido, aventurero, alegre, divertido…….y aunque no nos pudimos despedir de todos ya que alguno tenía prisa, me han pedido que os trasmita su agradecimiento y el mío, que repetirán si les dejáis ¡¡ Besos para todos y espero veros prontito. Isabel

    ResponderEliminar
  8. Vuelvo a la ruta sabatina, estaré pendiente de la caravana del oeste, principalmente de Paco y Pili por si van solos, estaré en lugar y hora que puedan indicar.
    Paco Zambrana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A las 7 salgo de Malaga dime donde te viene mejor que te recoja y allí estaré.

      Eliminar
    2. Al final, iré hasta la gasolinera de Nerja, me quedaré en El Morche, gracias.
      Paco Zambrana.

      Eliminar
    3. O.k. como quieras. Paco Ponfe

      Eliminar
  9. Tere y yo vamos.
    Luis, ¿te recojo a las siete menos cuarto donde siempre?
    Ana, ¿a las menos diez?

    ResponderEliminar