jueves, 28 de noviembre de 2024

30 de noviembre: Pinarillo - Tajo del Almendrón

Participantes: 15
Luis, Nori, Pili, Paco Ponferrada,  Germán, Rafa, Manuel D., Carlos, Paco Ruiz, Pilar, Joaquín, Ricardo, Jesús C., Tere y Jerónimo.

Distancia recorrida:
 14 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
1.070 metros
Altura mínima: (450 m – A.R. El Pinarillo)
Altura máxima: (1.408 m – Laderas Tajo Almendrón)
Tipo de recorrido:
Circular.
Tipo de camino:
Veredas más o menos marcadas y carriles.

Desayuno en la gasolinera de Nerja.

La pista desde la cueva de Nerja al Pinarillo llevaba cerrada un par de años debido al riesgo de incendio provocado por la sequía. El jueves 21 recibimos la noticia de la apertura de la pista, Manolo la confirmo in situ, y se preparó esta salida con muchas ganas de volver al barranco de Cazadores.

No sólo nosotros teníamos ganas de estas rutas por debajo del Navachica, al menos dos grupos grandes más salieron a caminar por estos vericuetos y otros que vimos al comienzo del carril de la Civila.

Partimos del Pinarillo con nubes y claros, sin viento, y temperatura alta. La mayoría nos pusimos en mangas de camisa antes de media hora. En los pinares del Pinarillo había mucha seta vieja, Tricholomas creo, pero también algunos champiñones y unos ejemplares enormes de Amanita ovoidea, la mayor de las amanitas. Lástima que su valor culinario sea muy escaso.

El comienzo del barranco de Cazadores, una prolongación del de la Coladilla, lo recordábamos casi libre de vegetación, con un carril por medio, sin embargo, ahora todo está cubierto de arbustos habiendo quedado el paso reducido a una trocha estrecha, de traza cambiante según las avenidas. Hasta 2007 la senda por el barranco estaba perfecta, con un trazado apropiado para el paso de mulos y burros que transportaban el mineral. La gran tormenta de 2007 cambió la fisonomía del barranco y se llevó por delante unos cuantos tramos de senda dificultando así el recorrido. Si hasta 2007 se había mantenido el trazado original era porque en más de 50 años no había caído una gran tromba de agua. Desde entonces, al menos en dos ocasiones, trombas más pequeñas han continuado con la demolición de las veredas.

A pesar de que la pérdida de trozos de senda ha dificultado el caminar, el barranco de Cazadores sigue siendo uno de los lugares más agrestes y bonitos, no solo de Málaga, sino de España. Cuando se entra en él uno se encuentra rodeado de tremendos tajos verticales de más de 400 m que caen del Perruchino al este, derecha, y del cerro de la Colada Terriza al oeste, izquierda. Más adelante esos cerros son sustituidos por la Loma de la Encina a la derecha y el Almendrón a la izquierda, pero los tajos y la verticalidad de las laderas siguen. Este espectáculo hay que contemplarlo mientras se camina, pero también parando en algunos miradores que ya tenemos establecidos. Primero en la desviación a la mina de la Soledad, después en la subidilla cuando abandonamos el lecho del barranco, y finalmente sobre la mina del Uno. En los tres puntos hay que volver la vista atrás y admirar ese barranco por el que hemos pasado, constreñido por las tremendas moles a este y oeste. Un espectáculo inolvidable.

La belleza del entorno ayuda a sobrellevar las dificultades de los trozos de senda perdidos. Más allá de la mina del Uno el barranco sigue siendo bonito, aunque ya sin la espectacularidad del primer tramo. Pasamos por la cueva de la Zarabandija y continuamos la senda por el lecho del barranco, curiosamente aquí sin erosionar, se ve que la fuerza de las aguas se produjo en las laderas anteriores.

Dejamos la senda hacia Navachica para tomar la que sube al Almendrón, una sendita que no da respiro: subir y subir para salvar los más de 300 m hasta la base del Almendrón. Para aligerar la subida, hacia la mediación, en una sombrita del encinar, hicimos la paradita del Ángelus. Proseguimos después la subida llevando a la derecha el lecho del barranco del Quemado Zeneto y a la izquierda la loma del Almendrón, los más de los ratos sin sombra. ¡Hasta las encinas las ha secado la sequía en este entorno!

Parte del grupo seguimos la senda tradicional hasta la cresta de la loma, siguiendo después un trozo más al oeste hasta que la senda encuentra la que va por la base del Almendrón, para luego ir al norte al collado de La Puerta, ya llaneando. El resto del grupo iniciaron una subida por el barranco del Quemado Zeneto directamente hacia el collado de La Puerta.

Este collado brinda también un espectáculo único, con la hoya del Imán 700 m debajo de nosotros y a la derecha los enormes tajos del Nido del Buitre y del Sol. Vueltos hacia el encuentro de las sendas tuvimos ligeros despistes debido a la multitud de sendillas, todas con sus hitos. Hay que ir por la senda superior, por la base del Almendrón.

Iniciamos el camino hacia la Puerta del Almendrón por una senda que siempre ha estado en medianas condiciones por los pedregales que caen desde el Almendrón, y ahora, con los arrastres de las lluvias, pues ha empeorado. El caminar se hace muy lento porque el peligro de resbalar y caer por la ladera es alto. Pasamos los pedregales de la ladera del Cascajar, después hubo que descender a la base de la Torre o Almendrillo por unos tramos resbaladizos por las piedrecillas, para finalmente, después de sudar e ir en tensión, llegar a la mesetita de la Puerta del Almendrón.

Necesitábamos una parada. A la sombra de uno de los grandes pinos resineros encontramos nuestro restaurante y nos sentamos como pudimos entre las matas de esparto, unos con más sombra y otros con menos. La comida pantagruélica, como siempre, con multitud de aperitivos y carnes, más los quesos del final. Vinos de Alemania, Aragón, Rioja y Jumilla. Como colofón, unos bombones y tarta de almendra, acompañada de té y orujos.

Retomamos el camino para bajar por la Camatocha hasta el collado de la Colada Terriza. En este punto se tiene todo el barranco de Cazadores a los pies, con sus inmensos tajos. Una excelente despedida del barranco. Seguimos descendiendo por la ladera izquierda del valle del barranco del Contadero, luego por el lecho del barranco, abandonándolo después para ir al collado del Cerro del Águila.

Continúa la senda en su interminable descenso hasta encontrar el carril que sube desde la fuente del Esparto. Este carril es largo porque da muchas trechas y giros, por eso continuamos por la senda un buen trozo más hasta que la senda muere en el carril. Ya el sol se ponía mientras bajábamos por el carril, y al llegar a la altura de la fuente del Esparto el grupo se dividió: una parte fue a la fuente y otro a coger algunas de las setas vistas por los alrededores del Pinarillo. Terminamos con la luz justa para meter las mochilas en los coches y marchar.

Ruta relativamente corta, pero muy pesada por el mal piso de las sendas recorridas.

Saliendo del Pinarillo

Viola arborea - Violeta arbórea

Las desafiantes laderas del Perruchino

Descollando por encima del barranco, Almendrillo y Almendrón

Cneorum tricocum - Olivilla

La senda, en su primer tramo, discurre por el fondo del Barranco de Cazadores

Aulaga en flor

Tajos bajo la Colada Terriza

Verticales laderas caen sobre el Bco. de Cazadores

Subiendo por la pedrera que ha sustituido a la antigua vereda

El esfuerzo

de alcanzar

el antiguo camino que llevaba a unas perdidas minas en la inmensidad de la sierra

Una enorme pedrera no corta el camino

El Almendrillo, aún lejos, asoma desafiante

Abandonando el lecho del barranco

Grupo en un mirador natural

Entre espartos

Vistas hacia la salida del barranco

La subida continúa

abriéndose cada vez más la vista hacia las laderas del Almendrón

y el Almendrillo, con su vertical caída

Incansable

por la senda que sube entre monte bajo y algunos pinos y encinas

a la base del Almendrón por el Bco. del Quemado Zeneto

Acercándonos

al Collado de La Puerta

donde parte del grupo nos hacemos una foto

a la no sombra de los Tajos del Nío del Buitre

Después de disfrutar de unas vistas inimaginables por estos lares tan cercanos a la costa

giramos al sur y emprendemos la vuelta

siguiendo una perdida veredilla

que va rodeando el Almendrón

y con la que rara vez

acertamos a la primera

Entre piedras

y más piedras

algún pequeño collado

y bajaditas algo comprometidas

llegamos a La Puerta

con vistas panorámicas a toda la Almijara

con el Almendrillo y el Almendrón a un profundo paso y Piedra Sillada cerrando el casi inaccesible valle alto del Chíllar

Por encima de tajos y piedras

Vinos almijareños parecen pero no son

Y de postre,,, alguna ramilla o espiga de esparto

Desde la Camatocha, el Cielo al fondo

y el Almendrón. que va quedando atrás

La senda que recorre la árida ladera de la Camatocha

Desde el Collado de la Colada Terriza

vistas hacia el Barranco de Cazadores

Salvia rosmarinus - Romero, otro cambio de nombre

Reponiendo líquidos en la Fte. del Esparto

Últimas luces del día en las cercanías del Pinarillo