lunes, 9 de diciembre de 2019

MIÉRCOLES 11 DE DICIEMBRE: SIERRA CANUCHA


Participantes: Pili, Paco Ponferrada, Lucía, Manuel de Rincón, Antonio de Fornes, Manuel de Nerja y Jesús.
Distancia recorrida: 12,8 km
Desnivel acumulado: 1010 m

Desayuno en la venta Los Chavos. Grandes rebanadas con aceite, tomate y ajo. ¡¡¡Muchas felicidades, LUCÍA, por tu santo!!! Una excelente manera de celebrarlo con la invitación al desayuno.

Partimos del Refugio del Juanar. Para evitar la carretera entre el Juanar y el comienzo de la senda de Juan Lima, buscamos la sendita que desde el Refugio va por la orilla izquierda del arroyo del Juanar. Hay que cogerla desde la carretera, cruzando el arroyo, para ir justo a la alambrada de la parte trasera del Refugio.
Esta senda es un poco extraña porque tiene tramos muy bien cuidados y otros, especialmente para cruzar los barrancos, en los que casi no se ve la huella.
Por la senda de Juan Lima comenzamos a ascender. Pronto hubo que parar para quitarnos ropa, porque la mañana estaba muy suave, sin viento, y el sol comenzaba a calentar.
Pasamos por el collado del Alto de la Playera y por el valle del arroyo del Pozuelo llegamos al Pozuelo, donde nos desviamos al norte por el valle del barranco que nace justo allí. Baja con mucha pendiente la senda a buscar el cauce del barranco, bajada que se ha de hacer despacio para evitar resbalones. Esta senda que va por la ladera izquierda del barranco estuvo cegada por la maleza mucho tiempo. Ahora está limpia y en buenas condiciones. Esto hemos de agradecer a las carreras de montaña, que se hayan limpiado y se mantengan algunas sendas.
En este recorrido son llamativos los oxicedros, que pasan de matorrales a arbolillos, los únicos que sobresalen por encima de la maleza, porque pinos sólo se ven algunos, jóvenes aún.
Alrededor del cortijo de Purla hay unos buenos pinos resineros, señalando la ubicación, que llaman la atención durante todo el trayecto. Aquí comienza la parte dura de la caminata: la subida hasta la cresta de la Canucha. La senda va por la parte oeste del morro que hay sobre el cortijo. Al principio uno piensa que para rodearlo y alcanzar la cresta tras el morro, pero no, ese morro se prolonga con una loma hasta lo alto de la cresta de la Canucha. Va pues la senda por el oeste de ese morro y loma, muy empinada, exigiendo a veces las manos para trepar, hasta que bastante arriba se decide a llegar a la loma. En la loma, con unas vistas preciosas sobre el llano de Purla y las sierras Alpujata y Mijas, hicimos el Ángelus, más que por comer, por recuperarnos del repecho. Y eso que la sombra de la loma nos protegía del sol facilitándonos la subida.
Continuamos subiendo, ahora mucho más suavemente, dejamos a la derecha el ramal de la senda que baja al Camino Viejo de Monda a Istán, y llegamos por fin a la cresta. El panorama se abre al oeste, a las sierras de las Nieves y Palmitera, con la curiosidad de que en la cañada que nace desde donde estamos hacia el noroeste, hay un par de pinsapos solitarios anunciando los que han de venir.
La senda nos lleva un tiempo por la cresta de la Canucha, con excelentes vistas a derecha e izquierda, pero también para constatar lo empinado de las laderas de la Canucha a ambos lados. Inaccesibles laderas. Después la senda se mete en la ladera occidental, subiendo y bajando para pasar los sucesivos barrancos, por debajo de los tajos de los Cuchillos de la Canucha.
En los dos últimos barrancos los pinsapos han proliferado y han crecido mucho. Ahora se puede hablar del pinsapar de la Canucha. Tanto que el collado de la Encina en el que termina la senda su periplo occidental, antes bien reconocible desde lejos por esa gran encina solitaria, ahora se ve acompañada y aún eclipsada por los pinsapos.
Del collado de la Encina subimos al cerro de los Castillejos. El más accesible de los cerros de los Cuchillos. Los caminantes ya hemos hecho hasta sendita para subir. Arriba el panorama es espectacular. Invita a hacer fotos en todas las direcciones. Las hicimos, y Antonio, además, hizo su habitual mojón artístico con un par de piedras en equilibrio inestable.
Resguardados del viento, en un carasol del collado de La Encina, almorzamos. Con mucha tranquilidad porque teníamos el final de la caminata ahí al lado. Chacina  de aperitivo, ensalada y aguacate, tortillas, pollo pera, codornices y carne con pimientos. Con el pollo no pudimos. Hasta nuestro buen apetito tiene un límite. Para beber, cerveza, Ribera y Cariñena, té y orujos variados. Echamos en falta las gambitas, el jamón y los bombones del final. En nuestro grupo no podemos prescindir de nadie.
Bajamos al puerto del Pozuelo, rodeamos el cerro ¿de las Perdices?, y el carril nos bajó al Refugio del Juanar, donde tomamos café y refrescos en ese confortable bar con su hogareña chimenea.

Un día excelente, con poco viento, con sol, ideal para permitir disfrutar de las vistas que la Canucha ofrece.

LA RUTA
SUBIENDO POR LA SENDA DE JUAN LIMA

BAJANDO DEL POZUELO

POR LA SENDA HACIA PURLA
EL CORTIJO DE PURLA

SUBIENDO A LA CRESTA DE LA CANUCAHA DESDE PURLA

EL ÁNGELUS

AL FONDO LA CRUZ DEL JUANAR
CONTINÚA LA SUBIDA A LA CRESTA CON MONDA AL FONDO
POR LA CRESTA

POR LA CARA OESTE



ENTRE PINSAPOS



ATACANDO LA SUBIDA AL COLLADO DE LA ENCINA
EL ARTE DE ANTONIO EN LOS CASTILLEJOS


EN LOS CASTILLEJOS

CERVEZA Y VINO


EL CERRO CASTILLEJOS DESDE LA BAJADA




No hay comentarios:

Publicar un comentario