Participantes: 14
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Pili, Javier, Manolo Titos, Paco
P., PIlar, Manu, Paco R., Jesús C., Antonio Muñoz, Lola V., Luci, Manuel D., Paco Z. y Jerónimo
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Distancia recorrida:
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14,6 kilómetros
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Desnivel de subida acumulado:
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700 metros
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Altura mínima: (1.307 m – Tajo Colorado)
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Altura máxima: (1.806 m – Pico de la Carne)
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Tipo de recorrido:
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Circular con un pequeño tramo de
ida y vuelta
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Tipo de camino:
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Veredas y carril.
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Desayuno
en cafetería Dori, en La Zubia. Buen servicio, buen pan, a 2€ el desayuno
básico: café y tostada con aceite.
Reencuentro
con Pili y Javier después de años sin salir juntos. Caminar con ellos, una
delicia, como siempre. Bienvenido, Manolo Titos, al grupo; conversador ameno y
gran amante de la montaña.
Los
días dan y quitan. No es lo mismo un día lluvioso o ventoso que uno de sol con
el viento en calma. Me explico.
En
la costa llevábamos unos días con un vendaval tremendo. Hoy mismo, cuando hemos
salido a las 7, el viento soplaba fortísimo. Pero la previsión era que en
Granada el viento estuviera en calma y así ha sido: un día sin viento. Cuando
subíamos de Motril a Granada, Sierra Nevada estaba totalmente despejada, sin
una nube, mas al llegar al Padul una capa de nubes cubría toda la baja montaña
y Granada. El sol ha podido deshacer ese nublado y hemos tenido un día
luminoso, soleado, primaveral. Todo se ha conjugado para caminar con un tiempo
magnífico.
Hemos
comenzado la excursión con niebla. Parecía que nos íbamos a perder esas vistas
tan bonitas del valle durante el trayecto por la ladera derecha del Huenes. El
sol ha trabajado bien y, sin levantar aún totalmente el nublado, sí que nos ha
permitido disfrutar de ese valle del Huenes con sus parcelitas de colores, con
ese caserío del cortijo Huenes junto al curioso picacho en el centro del valle,
con ese contraste entre el constreñido Huenes y la amplitud del campo alrededor
de la fuente del Hervidero, todo entrevisto a través de las vedijas de la
niebla, lo que le añadía un encanto especial.
Entre
la cuesta Quiebratajares y el vivero la niebla ha desaparecido y la suave
ascensión entre pinos y cipreses, sobre la mullida pradera, ha sido un placer.
Aunque
hemos comenzado caminando a buen ritmo la idea de que la excursión era cortita
iba calando en todos, lo que, inevitablemente, lleva a caminar más despacio
propiciando las conversaciones.
Hemos
visitado la Fuente Fría, sin agua, antes de llegar al tajo de la Sabina donde
hemos tenido un Ángelus largo. Claro, el lugar lo requería, porque allí
teníamos el profundo valle del Monachil allá abajo, con sus bosquetes de pinos,
aunque lo mejor, lo que nos había llevado al tajo, era la vista al sur, con el
trozo de la alta cordillera desde el Veleta a Elorrieta, blanquísimo,
refulgiendo al sol, teniendo por debajo la verdura de los bosques de pino
silvestre. Un espectáculo inigualable.
El
cerro Huenes, con su curioso pedregal, su dolina y sus encinas, tiene un
encanto especial. Sin embargo, todo eso queda eclipsado por sus impresionantes
panorámicas al norte, hacia Granada, y al sur, hacia esa inmaculada sierra.
El
cerro del Tamboril o “de la Carga de Estiércol”, con su silueta triangular,
siempre lo habíamos dejado al margen de la ruta. Hoy nos hemos acercado a él.
Hemos trepado para alcanzar la cumbre, cuando por su parte norte tiene una
senda perfecta, con pendiente uniforme hasta la cima, y hemos disfrutado de sus
vistas, sobre todo al oeste. La grieta del valle del Huenes, la llanura alrededor
del cortijo de la Fuente del Hervidero verdegueando con su cereal recién
nacido, los cerros de la Boca de la Pesca y Picacho Alto ahí cerca, la Giralda
a media distancia, y la silueta de la Tejeda y la Almijara en el horizonte,
componían una estampa inolvidable.
Si
habíamos estado media hora en cerro Huenes, en el Tamboril no ha sido menor el
tiempo dedicado a disfrutar del panorama y a hacer aquellas mil fotos. Por fin
nos hemos decidido a bajar, a recuperar la vereda principal por poco tiempo, y
a abandonarla buscando el collado de la Carne.
En
el collado hemos formado nuestro restaurante particular. Con parsimonia nos
hemos aposentado y comenzando ese espectáculo que se repite en todas las
caminatas de ir sacando de las mochilas esas variadísimas viandas. Hoy ha
salido chacina, ensalada de bacalao, aguacate, judías, cuatro tipos de
tortilla, pastel de atún, pollo y lomo al ajillo… y qué se yo cuántas cosas más.
Varios tipos de quesos, naranjas, y para finalizar la tradicional tarta de
Jerónimo. Esta vez de queso y mandarina. Exquisita. Para pasar todo este
condumio hemos tenido que trasegar vinos de Fornes, Somontano, Rioja y Bierzo.
Ricos, ricos. Para el dulce nada menos que cuatro tipos de tés-infusiones a
elegir, con el añadido de los orujos leoneses.
Las
vistas desde el comedor eran únicas: el estilizado y empinado Trevenque, en
primer plano, y detrás el manto blanco de la alta sierra desde el Veleta al
Caballo. Todo con un sol agradabilísimo.
Casi
nos eternizamos en el almuerzo. Nadie quería levantarse de ese magnífico
espectáculo. Pero más mal que bien fuimos recogiendo y poniéndonos en pie, no
sin esfuerzo.
Ya
que estábamos en el collado ascendimos al pico de la Carne y lo bajamos con
Javier y Antonio como ángeles de la guarda en el destrepe debajo la cima.
Todavía
nos quedaba el espectáculo final: la vista de la cordillera nevada entre los
pinos resineros y las brumas que iban llenando los valles al oeste mientras la
línea de la Tejeda y Almijara se mantenía nítida. Todo eso durante el largo
descenso por la cresta oeste del pico de la Carne. Inigualable broche final a
este maravilloso día.
Mapa de la ruta
Tajo Colorado
Cruzando una zona de arenales dolomíticos
Por el pinar entre la niebla
Se le ha mojado la casa
Junto al refugio del vivero forestal
Acercándonos al Tajo de la Sabina
Sierras de Huétor y Harana desde el Tajo de la Sabina
El Veleta y cerros dolomíticos
Panorámica de los tresmiles occidentales
Una zona llana
Llegando al Cerro Huenes
En el Cerro Huenes con el Lucero y La Maroma de fondo
La amistad hace extraños compañeros de viaje: un maño malagueño, un malagueño granaíno y un granaíno... granaíno.
Bajando del Cerro Huenes
Cartujo
A falta de Ricardo siempre hay alguien dispuesto a trepar
Subiendo al Cerro del Tamboril
La bajada
Vinos y Trevenque
Desde el Collado del Pico de la Carne
La subida al pico
Hacia la Boca de la Pescá
En la cuerda...
( Pausa: Pico de la Carne)
... floja
Un espectáculo de luces y sombras
Esta ladera
por ahí la has de bajar
con cuidado de no resbalar
y terminar a los pies del Trevenque
Caminar sobre la niebla
El Trevenque sobre los tresmiles
Viejos pinos resineros
La cuerda del Trevenque
Luz de tarde de nieblas
Jesús R. Paco y Pili.... Vamos
ResponderEliminarIré al cerro Huenes
ResponderEliminarYo os espero en la gasolinera de Nerja
ResponderEliminarVoy.
ResponderEliminarJerónimo, te irás con Paco P o podemos irnos contigo? Si fuera esta última, dónde y a qué hora?
EliminarMe apunto.
ResponderEliminarYo también me apunto
ResponderEliminarSoy Luci
ResponderEliminarLola V y P. Zambrana queremos ir.
ResponderEliminarManu también se apunta
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