martes, 12 de diciembre de 2023

16 de diciembre: Huma

 

  Participantes: 14

Luis, Nori, Germán, Jesús C., Pilar, Paco P., Lily,  Manuel D., Paco Z., Lola, Carlos,  María José, Ricardo y Jerónimo

Distancia recorrida:

14 kilómetros

Desnivel de subida acumulado:

1.075 metros

Altura mínima: (220 m – Estación de El Chorro)

Altura máxima: (1191 m – Cumbre del Huma)

Tipo de recorrido:

Parte circular y parte lineal de ida y vuelta

Tipo de camino:

Veredas y carriles

 

Desayuno en Los Caballos. No sé si este restaurante ha cambiado de dueño. Antes ponían buen pan, mantecas colorá y blanca, zurrapa de lomo, además del aceite. Hoy nos han puesto unos molletes duros, unos pitufos pequeños y unas rebanadas pequeñas también con aceite envasado en raciones individuales. Lo único que han mantenido ha sido el ajo. Además, se han entretenido en cobrar 4€/cabeza. Una barbaridad para la calidad del pan.

Bienvenida María José después de tantísimo tiempo. Ya sabes que en la Vinoteca tienes un sitio.

Por detrás de la estación del Chorro salimos al bosque de pino carrasco que cubre el Haza del Río. Para ascender por ella hay un buen carril y unas cuantas sendas que han abierto las bicis y, en menor medida, los senderistas. Habiendo senda, siempre preferimos senda, y por ella hemos ascendido con los preciosos tajos del Haza del Río a nuestra izquierda iluminados por el sol, bajo un cielo azul radiante.

Antes de llegar a puerto Flandes, donde acaba el Haza del Río, hemos ido acercándonos a los tajos para no pasar de largo por el desvío a la escalera que se ha dado en llamar árabe, aunque se construyera mucho más recientemente.

En el carril está perfectamente señalizada la senda a la escalera, allí nos hemos reagrupado y hemos entrado en esa senda por el pie de los tajos, con vistas a La Encantada. Había algunos escaladores madrugadores que no contestaron a nuestro saludo, quizá por estar concentrados en la escalada. La escalera siempre es llamativa ahí encajonada en el roquedo, con esos altos, desiguales, escalones.

Por la escalera llegamos al puerto de la Angostura donde el viento nos dio la primera bofetada, dando vistas al cortijo de Las Pedreras. Antes cruzábamos los campos de labor del cortijo, pero ahora, se ha continuado la senda por la parte sur de la propiedad, por terreno público, por la orilla del pinar. Algunos hacía tanto tiempo que no subíamos al Huma que no conocíamos esta senda.

El sendero desemboca en el carril que va al cortijo de Las Pedreras, pero sólo lo cruza para entrar de nuevo en el pinar e ir por la base de los tajos del Huma a buscar el comienzo de la que llamamos Grieta de las Pedreras. Al cruzar el carril de Las Pedreras nos unimos al PR-A 390 que parte de un poco más abajo, sube al Huma, baja por el mismo sitio, va hacia el tajo del Estudiante y al cortijo de la Rejanada.

La Grieta se ha adecuado con una sirga que ayuda en los trancos más empinados. Superada la grieta, continúa el bien marcado PR al noreste buscando la cresta occidental del Huma. El viento era cada vez más fuerte, pero ahí en la cresta, cerca de un roquedo y con la protección de las encinas, el viento amaina y aprovechamos para tomar el Ángelus en el sitio donde en otras ocasiones lo hemos hecho.

Aquí el PR sube al Huma, baja por el camino de subida y se dirige al norte, al tajo del Estudiante. Queda este recorrido para otra vez.

El PR y la senda hacia el Huma sigue un trecho por la cresta, con el azote del inclemente vendaval y al llegar a los tajos va al este un tramo por debajo de ellos con un poco de protección del viento. Llega a una segunda grieta bajo la cima y por ella sube a la característica meseta inclinada que forma la cima del Huma. Otra vez volvió el azote del viento y en el vértice tuvimos que refugiarnos en la cara norte hasta que nos reunimos todos para hacer la foto de familia.

Seguimos luchando con el viento en el tramo que solemos hacer al este antes de bajar por la pedrera, y ya cuando entramos en la cara norte, protegidos por el cerro, nos olvidamos del viento y dedicamos los cinco sentidos a no resbalar por esa empinada pedrera que tantas veces hemos pasado.

Por la orilla de los campos de labor de la zona de Pozos Altos fuimos al este y después descendimos buscando el carril del puerto de Flandes. Antes de alcanzarlo, en una hondonada relativamente protegida del viento, paramos a almorzar. Hicimos un buen rolde y comenzó ese trasiego de fiambreras que tanto nos gusta. Una cuadrilla de jóvenes que nos había adelantado en la subida al Huma pasó mientras almorzábamos y Ricardo, quien hace las veces de relaciones públicas del grupo, les invitó a un traguito de vino y charló con ellos un rato.

Almuerzo pantagruélico, como siempre, con 5 botellas de vino y un sinfín de viandas imposible de enumerar. Disfrutamos de la comida y de la charla. Bajamos al carril y seguimos al este, al punto de partida del PR habilitado con zona de aparcamiento.

Ya con muy poco viento llegamos al puerto de Flandes y descendimos por la conocida Haza del Río al Chorro y a los coches.

Algunos dimos por terminadas las caminatas en 2023, mientras otros se dieron cita para salir el 23 y el 30. Muy buen día en cuanto a temperatura, con el cielo completamente despejado, pero este Huma siempre nos guarda o niebla o viento desmesurado, y algunas veces las dos cosas. 


Las Pedreras 

                                                   sobre el pinar del Haza del Río

levanta

sus verticales calizas

sobre nuestras cabezas

Estas escaleras árabes

del siglo XX

que parecen subirnos al cielo

hoy de un azul intenso

Vistas al Cortijo de las Pedreras y sus tierras de labor que cruzaba la senda que hoy no cruza

pero igual nos lleva entre palmitos

a esa inclinada grieta

que un innecesario cable

ayuda a subir

Donde el viento arrecia

las vistas se abren a la grieta abierta por el Guadalhorce

Las paredes del Tajo del Estudiante

y desde él, una panorámica al oeste

Subiendo por una grieta

hasta esta piedra en forma de trampolín y desde aquí

siluetas recortan la línea de subida

Sujeta el monolito, que se lo lleva el viento

Salir de la trasera norte de la cresta

es una aventura al viento para una foto de grupo

Del viento que nos lleva al río de piedras que nos arrastra

Y ya con los pies en firme

buscamos un lugar 

a la sombra lejana del Capilla

donde poner viandas

y vinos

comer y acabar en dulce de queso y naranja

con una buena taza de té calentito

Y vuelta al camino

dejando atrás la sierra del Valle de Abdalajís

algún cortijo en ruinas

y pocas flores, algún lirio de invierno -Juno planifolia-

y un rodalillo de ranúnculos de otoño - Ranunculus bullatus-

Unos suben y otros miran al cielo

que parece rascar las afiladas crestas calizas

que esconden pinos hoy grises, tristes en su espera del agua de vida

Nuestra huella en un papel

15 comentarios:

  1. Me apunto, estaré en el aparcamiento de Dia, tengo coche por si hace falta

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  2. Me apunto. Con vehículo si fuera necesario.

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  3. Jesús se apunta al Huma

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  4. Lily se apunta al Huma.

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  5. A pesar del viento previsto y de otros inconvenientes, me apunto. Ricardo

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  6. Lola V y Paco Z nos apuntamos desde Torre del Mar.

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  7. Mari Jo me apunto. Voy hasta Torre,

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  8. German no puede llevar el coche, yo lo recojo en Vélez y vamos al aparcamiento de Dia, yo puedo llevar el coche

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  9. Jesús. Sugerencias para mañana. Lola y Paco van con su coche al aparcamiento del Día. Desde la Ortíz, con el coche de Carlos vamos Lily, Ricardo, Carlos y yo al aparcamiento del Día. En los coches de Carlos y Manolo vamos los 9 al Huma

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