jueves, 16 de noviembre de 2023

18 de noviembre: Castañares del Alto Genal

Participantes: 12 + 1
Luis, Nori, Germán, Pilar, Paco P., Jesús R., Lily, Jesús C., Manuel D., Paco Z., Lola y Jerónimo. Paco Ruiz en la comida. 
Distancia recorrida:
18,7 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
990 metros
Altura mínima: (994 m – Loma cercana al Arroyo Guaitará)
Altura máxima: (518 m – Vado Capilla)
Tipo de recorrido:
Circular
Tipo de camino:
Veredas, carriles y carretera.

Desayuno en el restaurante La Parrilla, al lado del hotel Sierra Hidalga, porque la Fragua estaba cerrado. Pitufos y molletes duros, lo mejor las rebanadas. Manolo nos invitó por su cumpleaños. ¡¡¡FELICIDADES MANOLO!!!

Aparcamos a la salida de Igualeja hacia Pujerra y comenzamos a caminar carretera adelante en dirección a Pujerra, cruzamos el puente de río Seco y abandonamos la carretera por un carril hormigonado, muy empinado, que sube a buscar el valle de arroyo Hondo, donde cambiamos el encinar por el castañar.

No tenían los castaños sus mejores galas este año, quizá la sequía, más que el otoño, había secado las hojas, aunque había algunos resplandecientes. Subimos a buen paso, sin descansar, hasta alcanzar el camino de Estepona a Igualeja. Otras veces tomamos ese carril al sureste para coger después el camino que va por las crestas hacia Pujerra. Hoy hemos seguido al sur, por un carril secundario que nos ha llevado a cruzar el arroyo Güitarraz en una zona donde algunos vieron un par de lepiotas imponentes.

Ese carril va al oeste hasta que gira al sur ascendiendo. Si lo hubiéramos seguido al sur, en la cresta hubiéramos llegado al carril de la cresta hacia Pujerra, pero Jerónimo pensó que debíamos descender para tomar un carril a media ladera hacia Pujerra.

Descendimos por el castañar, con algún paso de ribazo un poco complicado, hasta encontrar el carril al oeste, hacia Pujerra. Gran parte de este trayecto hasta el carril se hizo monte a través o por carriles muy secundarios, cruzando unos preciosos castañares. En esta zona alta de la loma muchas hojas habían sido abatidas por el viento, lo que nos permitió caminar por una alfombra dorada y ocre, con el continuo crack, crack, de las botas quebrando la hojarasca. ¡Qué delicia de paseo! Sólo por esta sensación de abrir camino entre la hojarasca merece la pena el largo desplazamiento hasta los castañares. De vez en cuando alguna hoja caía desde lo alto de los árboles, aunque más que caer lo que hacía era volar, planear, mecida por el escaso viento hasta posarse dulcemente en el suelo. Y para que el disfrute fuese completo teníamos, además, los colores otoñales de los castaños más retrasados, aún con sus hojas, de los que el sol sacaba irisaciones doradas, amarillentas, ocres, frente a un cielo completamente azul. Algunos trechos del camino dejaban ver la blanca mancha de Cartajima, en la ladera debajo de su sierra; en otros era Igualeja la que aparecía, también inmaculada, recogida en su valle. ¿Qué más se podría añadir? Nada. El disfrute en este tramo de caminata fue total.

Sabíamos que nuestro carril desembocaba en la carretera, como a un kilómetro de Pujerra. Resultó ser un carril privado con una gran puerta junto a la carretera, pero estaba abierta y sin obstáculo alguno nos vimos caminando en fila india por la carretera, evitando en lo posible los continuos coches a y desde Pujerra.

A la entrada del pueblo había un guardia municipal que estaba ordenando un poco a la multitud de coches que llegaban a Pujerra, donde ya no cabían más, estaba colapsada de coches. Peajes que hay que pagar por caminar en fin de semana.

En Pujerra bajamos por la iglesia al mirador que hay camino de Cartajima. Allí nos sentamos a hacer el Ángelus. Al principio estábamos solos con una pareja, pero en seguida se llenó de varios grupos de caminantes que subían la cuesta al pueblo y utilizaban el mirador para descansar y recuperar el resuello.

Descendimos por la empinadísima cuesta, cruzamos la carretera y bajamos hasta el puente del Genal. En el puente llamó Paco Ruiz a Jerónimo. Estaba con su moto en Júzcar y quería unirse a nosotros en la comida. Nos cuadraba bien la hora para juntarnos en Cartajima.

Con la perspectiva del ya cercano almuerzo emprendimos la subida del puente al pueblo. Una subidilla de casi 350 m de desnivel, entre las 13 y las 14h, orientada al sur, con todo el sol dando en la lomera. Sudamos lo nuestro en la subidilla, todos los años nos pasa lo mismo en este tramo.

En el mirador que hay poco antes de Cartajima nos esperaba Paco y allí, bajo una hermosa encina buscamos acomodo para almorzar. Hubo chacinas, aguacate y edamame de aperitivo. Después ensaladas de tomate y escarola, tortillas de habas y de patata, pisto, berenjena picantita, espaguetis, etc. Como platos fuertes filetillos tiernos y lomo al ajillo. Para terminar quesos de oveja curado y gorgonzola tierno, tés con orujos y la consabida y ya tradicional tarta de Jerónimo, siempre nueva, siempre innovando. Cuatro botellitas de vino cayeron, dos de Rioja, una de La Mancha y la otra no recuerdo de dónde. Deliciosa comida y excelente compañía.

Paco Ruiz salió disparado con su moto y el resto nos echamos al camino para atravesar Cartajima hasta encontrar la calle de donde sale la pista hacia Parauta e Igualeja. En la bajada hacia el Genal paramos a fotografiarnos junto al gran castaño Arenas. Llegamos al Genal en la zona del molino Real y cruzamos el cauce a pie llano, sin agua, cuando otras veces hemos hecho mil equilibrios para cruzarlo por encima de las piedras.

Quedaba la subida a la cresta, unos 200 m de desnivel, que tomamos sin prisa pero sin pausa, toda de un tirón, sin descanso. Con el pueblo de Igualeja ya cercano cruzamos el arroyo Halda y bajamos al arroyo Hiladero en la parte baja de Igualeja.

Día primaveral por la temperatura, con el viento en calma. Día pleno de sensaciones cromáticas y auditivas. Un verdadero disfrute. Un día de los que crean afición al senderismo.

Subiendo por el paraje del Arroyo Hondo

Los castaños desnudos y el suelo seco. Mal año

Panorámica de Cartajima a Igualeja

Hoy el otoño está por los suelos

y mirar arriba es ver el azul de un cielo sin nubes a la vista

El placer se lo llevan los pies más que los ojos

Fotografía, que algo queda

Phytolacca americana - Hierba carmín que, aunque utilizada en medicina, es planta tóxica, así que no vayas a probar sus bayas... otra vez.

Cartajima desde el Arroyo Bentomiz

Maraña de carriles

y fincas privadas

brumoso caminar como el paisaje que oculta la quema de la hojarasca

Cancha Almola desde el vallecillo del Arroyo Bolage

En descenso hacia el Vado Capilla, en el Genal

Algo se empina el carril por el Camino del Helechal

Los Riscos de Cartajima o Júzcar, según desde donde miremos

La soleada cuestecilla nos ha dado algo de hambre y sed

pero antes toca saludar y alegrarnos de tu pequeño regreso

Vinos en tonel de castaño
Cuando la crema de naranja y chocolate sirve para construir lo deconstruido

Tras la tempestad de los inicios viene la calma del té, el orujo y el postre

Cartajima, le soir

Callejeando y disfrutando de sus murales

de algo más que azul pitufero

Grupo en el Castaño Arena

Parauta y un grupo de castaños alineados

En busca del río Nacimiento

La Loma de Igualeja muestra algo de color en este deslucido otoño en el castañar

Lo Alto de la Loma da para toda una vida

Vereda del Hiladero

El sol aún ilumina media Igualeja

Bidens aurea - Té de huerto, té moruno

Mapa de la ruta

12 comentarios:

  1. Me apunto. Con vehículo si fuera necesario.

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  2. Lola V y P. Zambrana nos apuntamos desde Torre, con coche si fuera necesario.

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  3. Ni ésta ni la próxima semana os podre acompañar. Que lo paséis bien.

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  4. Jesús se apunta a los castaños

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  5. Sugerencia para el viaje. Lola y Paco recogen a Jesús en la Ortíz o en la plaza de la Axarquía, donde os vaya mejor, y vamos al Día. Germán viene al Día y allí organizamos el transporte

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