viernes, 15 de septiembre de 2023

16 de septiembre: La Concha desde El Juanar

Participantes: 13
Jesús R., Paco Ponfe, Pilar, Lola, Paco Z., Lily, Manuel D., Germán, Carlos, Tere, Jerónimo, Luis y Nori.
Distancia recorrida:
14  kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
760 metros
Altura mínima: (816 m – Parador del Juanar)
Altura máxima: (1240 m – Laderas del Cerro del Lastonar)
Tipo de recorrido:
De ida y vuelta con dos tramos circulares
Tipo de camino:
Veredas y carril


El castañar del Juanar va recuperando porte y colorido tras la salvaje poda que le hicieron hace algunos años para intentar frenar la invasión de la avispa del castaño.

Por un bosque de altos eucaliptos

Esas linaria clementei que siempre aparecen a destiempo

Tajo del Lobo, Lastonar y La Concha al fondo

Tras el pinar, encinas

cada vez con más porte

pintan las laderas del Tajo del Lobo

Grupo en el collado

Cara norte del Salto del Lobo

donde unas cadenas

ayudan o dificultan su paso

No son tiradores ni tampoco esgrimistas

El Cerro del Lastonar a la vista

Panorámica de donde venimos

y hacia donde vamos

Empieza

la parte más divertida de esta colgada cresta

Una de cadenas al filo de lo posible

y otra de cadena humana

¿Por abajo o por arriba?

Como lomo de dragón

de piedra en piedra saltando

Un sube 

y baja continuo

un pararse junto al abismo

o abismarse en movimiento -o eso parece.-

con balcones a una famosa pedrera de cuyo nombre algunos no quieren acordarse

Un volver a subir ya todos juntos

y un casi me caigo en la foto

Con La Concha delante

y El Torrecilla detrás

Algunos ya han llegado y ¡milagro!

La Concha

para nosotros solos

En la vuelta

alguna parece haber bebido vino en vez de agua

Toca sortear de nuevo algunas piedras

a dos

o a cuatro

Y pararse con esa florecilla -Scilla autumnalis- que nunca se pierde el final del verano

La cadena sigue estando ahí

Y nos queda la vuelta hacia abajo ¿?

Con el Salto del Lobo por medio

Certifico que las tres botellas estaban cerradas a tapón y precinto

Un flan de mango algo perjudicado... ¡las calores!

Esta era la última

por la senda de Mario Zumaquero, un deportista marbellí que murió atropellado mientras entrenaba junto a la carretera.

Sin haber apenas llovido, muchas entre pinos y olivos - Colchicum lusitanicum-

En el mapa no da la sombra; en el camino, poca

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