jueves, 6 de abril de 2023

8 de abril: Sierra Parda de Ojén

Participantes: Paco Zambrana, Paco Ruiz, Germán y Jesús

Distancia recorrida: 21 km

Desnivel acumulado:520 m

 

Desayuno en Ojén, en la carretera, en un bar de nombre vasco. Muy buena atención, con buenas tostadas a un precio razonable, menos de 3€

Comenzamos a caminar en el cruce de los caminos de Siete Revueltas y del Vacal. Desde este lugar, echando la vista al este, lo primero que impresiona es la inmensa sierra Parda de Ojén. El plegamiento de la Alpujata dejó al norte de la cordillera sólo una ladera más bien estrecha hasta encontrar la sierra Blanca de Coín, al otro lado de la Albuqueria, en cambio hacia el sur hay una enorme extensión de sierra llena de valles y crestas, la que nos disponemos a conocer.

Comenzamos descendiendo por el valle del arroyo Jobretín, con un área de huertas aprovechando el agua del arroyo y sin asomo de otras tierras cultivadas fuera de ese pequeño enclave. Conforme descendemos va llegando cada vez con mayor claridad el murmullo de las aguas del Jobretín mientras al frente el cerro Linarejos va tapando el panorama. Cruzamos a la ladera izquierda del arroyo y desde un cerrillo damos vista al valle de Linarejos, un valle amplio, llano, con sus casitas y huertas, rodeado de montañas, surcado por el arroyo Jobretín, un valle idílico, fruto de la falla geológica donde terminan las peridotitas de la Alpujata y comienzan los gneises de Elviría-Las Chapas con su precioso alcornocal. En el centro del valle el Jobretín traza un par de meandros, uno de casi 360º, antes de salir por el este.

Del valle del Jobretín pasamos al de la Majá del Hinojo. Lo novedoso en este valle son los numerosos restos de excavaciones mineras, especialmente en el cerrete a la izquierda sobre el arroyo que trae un buen chorro de agua cantarina.

Un vado facilita el cruce del arroyo, dejando a la izquierda los restos mineros (hay plaquitas de mica en la misma pista) y llevando a la derecha la desembocadura del arroyo Majá del Hinojo, ya cruzado, en el de la Majá de la Parra, al que vamos; este de la Maja de la Parra se une al Jobretín por debajo del valle de Linarejos para formar el río de Ojén.

Cruzadas las aguas del arroyo de la Majá de la Parra ascendemos por la ladera izquierda hasta el collado en la separación de Ojén y Mijas. A nuestros pies el valle del arroyo del Laurel que va al este, hacia el río de las Paradas, sobre él el edificio blanco del centro de drogodependencia de Mijas y más allá, dominando el panorama, el macizo de la sierra de Mijas, y a sus pies las urbanizaciones de Valtocado, Alquería, Mijas la Nueva, etc.

Tomamos el camino del Vacal que va por la parte alta de los valles con excelentes panorámicas sobre ellos. El primero, el de la Majá de la Parra, tiene abajo una casa con su poco terreno de labor y arbolado alimentado con el agua del arroyo, cuya toma está un poco más arriba, claramente visible desde la pista junto a unos peñascales. El arroyo de la Majá de la Parra lo forman dos cañadas, una, la que primero pasamos, baja desde el puerto del Vacal, por donde había senda antigua que comunicaba el valle del Vacal, donde nos encontramos, con el de barranco Blanco, y otra cañada que baja desde el puerto del Caballo, con su buen chorro de agua aprovechable para refrescarnos porque de aquí hacia arriba no hay ninguna actividad humana.

Cruzada la loma de las Parideras entramos en el valle de la Majá del Hinojo. Otra vez tenemos una pequeña huertecilla en el fondo del barranco aprovechando un poco de pobre suelo serpentínico y el agua del arroyo. Al arroyo de la Majá del Hinojo contribuyen tres cañadas. La primera viene del puerto de la Medialuna, mientras la segunda y tercera bajan de puerto Hondo, entre los cerros Castillejos y Alcornoque. En la segunda cañada, con agua, está la llamada Alberca de ICONA, un pequeño depósito de agua surtido por una tubería que viene del arroyo en la que nos refrescamos. Los cursos de agua siempre dan alegría.

Al pasar la loma de los Portezuelos entramos en el valle del Jobretín que baja desde el puerto del Alcornoque, en la parte alta de la cordillera de la Alpujata. También lleva siempre agua, pero al paso por la pista la cubre la maleza, de bardaguera principalmente, y es difícil llegar a ella. Por la loma siguiente, que separa el Jobretín de una cañada tributaria suya, queda señal de senda loma arriba al puerto del Alcornoque.

Pasado un colladito llegamos al cruce donde habíamos aparcado. Un día excelente, más bien caluroso, con sombra para comer en los eucaliptos de la pista, y agua en las cabeceras de los arroyos para refrescarnos.


Caserío en el valle del Jobretín

Valle del Jobretín con pinar nuevo

Pinus canariensis, Pino Canario que sobrevivieron al incendio

Valle de Linarejos

Restos de minería en el valle de la Majá del Hinojar

Por la pista en el valle de la Majá del Hinojar

Atravesando el arroyo de la Majá del Hinojar


Huerta en el arroyo de la Majá de la Parra, al fondo cerro Linarejos

Arroyo de la Majá de la Parra

Toma de agua para la huerta del valle de la Majá de la Parra

Huerta en el valle de la Majá del Hinojo

Depósito de ICONA

Por la pista del Vacal

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