Participantes: 11 | Paco Ponfe, Pilar, Jesús R., Jesús C. Paco R., Manuel D., Ricardo, Lola, Paco Z., Luis y Jerónimo |
Distancia recorrida: | 17,5 kilómetros |
Desnivel de subida acumulado: | 1.040 metros |
Altura mínima: (880 m – Boquete de Zafarraya) | Altura máxima: (1332 m – Prox. Hoyo del Toro) |
Tipo de recorrido: | Circular en forma de ocho |
Tipo de camino: | Veredas, tramos campo a través, carriles de tierra y asfaltados y calles del pueblo. |
Desayuno en El Cruce. Molletes y pitufos con aceite, a 3,40€. Los precios van subiendo.
Aparcamos a la izquierda, en el
Boquete, en una mañana fría, sin viento, sin una nube, soleada que preludiaba
un excelente día, para hacer un recorrido en forma de 8, primero por la sierra
del este del Boquete y después por la del oeste.
Del aparcamiento partimos al
este, por detrás de las primeras casas, siguiendo primero la calle y luego una
sendita que nos subió al camino de la Trinchera por donde iba la antigua vía
del tren Málaga-Ventas de Zafarraya. Hoy ese camino se ha hormigonado y se ha
tratado de instalar un tren turístico que, al parecer, no ha funcionado.
De la vía subimos por la calle
Albaicín, en obras, al depósito del agua potable desde donde se toma el bien
marcado sendero de la Cuna que serpea por la ladera de la sierra para subir a
una primera crestita desde la que se tiene una hermosa vista de Ventas y del
Llano. Este sendero de la Cuna lo había sacado Jerónimo de internet y era nuevo
para todos.
De la primera crestita entra el
sendero por una cañada con antiguos bancalillos, cañada que desemboca en la
dolina de la Cuna debajo del Tajo Corona. Estas sierras calizas están horadadas
por múltiples cuevas que al hundirse dan lugar a torcas, dolinas y al enorme
polje de Zafarraya.
En el mirador de Cleto el sendero
se divide con un ramal que baja al Llano, la llamada ruta corta de la Cuna; desde
el mirador hay una muy buena vista del Llano, de las sierras Gorda y Júrtiga
con el sobresaliente cerro de la Torrecilla.
Continúa la senda al este,
ascendiendo para llegar a un cruce donde se divide el sendero de la Cuna con un
ramal al este, descendiendo, es el sendero recomendado por el castillo del
Espinar, y otro al sur, ascendiendo, que fue el que tomamos para subir a la
cresta y continuar por ella hacia el este, por la Torca Palma donde hay también
una sima.
El sendero va hacia cerro Corona
dando vista a todo el valle del Espino, a la ladera oeste de la Tejeda y al
mar. Cerro Corona es la mayor altura de esta sierra con 1225 m y un sesteadero
del ganado en verano a juzgar por la cantidad de sirria en el suelo.
Bajamos por la ladera oeste a un
primer collado y luego a un segundo donde la senda gira al norte para bajar por
la umbría del Tajo Mella. Ese bonito descenso con el roquedal a la izquierda y
Ventas a la derecha es el que hicimos la mayoría, pero unos cuantos exploraron
una bajada hacia el sur a buscar un carrilillo que va por el sur del Tajo
Mella. Los exploradores bajaron sin senda por el aulagar al carril haciendo un
recorrido más largo y más feo.
Del mirador de la vía del tren
tomamos el sendero al Tajo de la U comenzando la segunda parte de la caminata,
ya conocida para la mayoría. El empinado primer tramo se suaviza con algunos
zigzags. Mientras subíamos divisamos a los exploradores volviendo por el
carrilillo y en el mirador del Hoyillo Estercolado los aguardamos mientras
descansábamos en el Ángelus.
Remontamos después hacia el
Boquete y de él al mirador de la U. El objetivo ahora era ir hacia el oeste,
siguiendo el eje de la sierra, hasta el puerto de Veredas Blancas. Recordábamos
que otras veces por la cara norte habíamos tenido que dar la vuelta y que
habíamos pensado que bajar por la cara sur, por debajo de los roquedales era la
mejor opción. Pues bien, el hombre tropieza no sé cuántas veces en la misma
piedra porque nos metimos por la cara norte siguiendo sendillas de ovejas y un
track que traía Jerónimo. A la dificultad de la ladera, de la maleza y de los
pedregales se unió la nieve helada tapizando las veredillas. Y por la ladera
norte continuamos erre que erre, cabezones, hasta que decidimos subir a la
cresta. En una hora horrorosa habíamos avanzado 400 m.
Continuamos por la cresta un
corto trecho, descendimos a la ladera sur y subimos a la Hoya del Toro, a la
cueva de los Guaicos y poco más allá paramos a almorzar más tarde de lo
habitual. Comida excelente, como siempre, con aperitivos de panceta, chacina y
tomate, seguido de habitas, alcachofas, tortillas de espárragos y de chorizo,
carrilleras y carnes con tomate, pisto y ajillos; quesos, naranjas, brownie de
kumquat, tés y orujos. Vinos de bobal, garnacha, tempranillo y mencía. Todo un
lujo.
Nos levantamos del almuerzo de
mala gana a sabiendas del pedregal que nos esperaba. Al pedregal se unió la
distancia: estábamos aún muy lejos del puerto de Veredas Blancas. No había otra
que seguir luchando con las piedras por las sendillas de las ovejas.
Casi a puestas de sol llegamos al
puerto y bajamos por la senda del pinar a buen paso. Nos parecía una autopista
después de lo pasado. Al llegar al Llano tomamos el carril asfaltado, antiguo
camino de Alfarnate a Vélez, y ya de noche llegamos a los coches.
Un día estupendo en lo
meteorológico, pero para olvidar en lo geográfico. Más de uno pensamos borrar
de nuestras rutas esta entre el Tajo de la U y el puerto de Veredas Blancas.
Pilar, Jesús R. Y Paco vamos.
ResponderEliminarMe apunto, voy al Trapiche, puedo llevar al que lo necesite
ResponderEliminarLola V y P. Zambrana nos apuntamos también, iremos al Trapiche.
ResponderEliminarJesús se apunta. Estaré a las 7,30 en la Ortíz, con coche si hace falta
ResponderEliminarYo también en lugar hora estipulados. Ricardo
ResponderEliminarVoy.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarApúntome
ResponderEliminarMañana no puedo acompañaros.
ResponderEliminarPaco Ruíz va sin vehículo.
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