martes, 7 de septiembre de 2021

11 de septiembre: Sª Nevada - Cerro de los Machos

Participantes: 9

Paco R., Lola V., Luci, Jesús C, Enrique, Lucía L., Ricardo, Paco Z.  y Jerónimo

Distancia recorrida:

8,6 kilómetros

Desnivel de subida acumulado:

420 metros

Altura mínima: (2.500 m –Albergues)

Altura máxima: (3.327 m – Cerro de los Machos)

Tipo de recorrido:

Lineal de ida y vuelta

Tipo de camino:

Veredas más o menos marcadas


Desayuno en el Mirador de Güéjar. No nos gusta ni el pan ni el trato, pero no conocemos otro en la subida a la Sierra abierto antes de las 9.

Con el recorrido de hoy se abría la temporada 2021-22 y como por la costa hace aún mucho calor (esperemos que sean los últimos coletazos del verano) decidimos retornar a nuestra querida Sierra Nevada que siempre nos acoge con fresquito.

Aprovechamos los autobuses-lanzadera desde el albergue Universitario a las Posiciones del Veleta para quitarnos esa interminable loma del Veleta que tantas veces hemos pateado. Teníamos plaza reservada en el autobús de las 10.

A pesar de ser un grupo reducido nunca faltan diferentes puntos de vista para organizar el recorrido: unos querían una excursión más cañera y otros más tranquila. Al final se tomo la propuesta de los tranquilos de ir al Corral del Veleta, subir a Los Machos y darle la vuelta al Veleta, con el añadido de visitar los lagunillos del Veleta y la laguna Verde si había tiempo.

Con la alegría de volver a reunirnos en el ambiente que tanto nos gusta, la montaña, iniciamos el descenso al Corral del Veleta por el Veredón Superior. Alguien comentó que no conocía el túnel que se intentó abrir en uno de los proyectos de la “carretera de la Sierra”. Al llegar al Corral nos desviamos al norte buscando la boca del túnel. Hay marcada sendita hasta ella.

El duque de San Pedro, un emprendedor pionero en la industria azucarera, constructor de los hoteles Alhambra Palace y del Duque e impulsor del tranvía Granada-Vegueta del Caracol, fue también uno de los promotores de la carretera Granada-Alpujarra cruzando la Sierra. Hacía falta ser un visionario para idear esta carretera de la sierra que, después de evitar los Tajos del Campanario por este túnel, tenía que cruzar la hondonada del Corral del Veleta y, casi en voladizo, salvar los tajos de las caras norte y este del cerro de los Machos. ¡Casi nada! La obra la diseñó y comenzó a ejecutarla el no menos visionario ingeniero Santa Cruz.

Nosotros atravesamos el Corral del Veleta por la cresta de la última morrena glaciar de la Sierra, disfrutando de los últimos restos de nieve y de las dos lagunitas que se forman entre la morrena y la base del Veleta. Una de ellas, la superior, con un color verde precioso.

Y con esta grata visión en la retina enfrentamos la loma al cerro de los Machos. Subida empinada donde las haya, aunque a estas alturas del verano ya se ha marcado una clara senda que ayuda en la subida y, sobre todo, a no dudar de qué camino tomar.

En el monolito del cerro de los Machos nos sentamos a descansar y a contemplar el grandioso y agreste panorama mientras tomábamos el refrigerio del Ángelus. Lola paseó un poco por la cima disfrutando de las vistas, con tan mala suerte que resbaló en una roca y cayó lastimándose la muñeca izquierda.

De las mochilas de la Vinoteca sale de todo. En esta ocasión salieron vendas y esparadrapo para que Lucía, recordando sus prácticas en la Facultad, le sujetase la muñeca y le hiciese un cabestrillo, y pastillas de ibuprofeno para calmar el dolor.

Con este percance no quedaba más remedio que volver cuanto antes para que Lola recibiese atención sanitaria. Bajamos de nuevo al Corral del Veleta y subimos el Veredón. Para entonces el ibuprofeno había hecho su efecto y, aunque no le quitó totalmente el dolor, sí que le dio fuerza y ánimo, tanto que en vez de seguir descendiendo paramos a comer.

Comida variadísima, animadísima, con gazpacho heladito, chacina, verduras, pescado y carne, terminando con una riquísima tarta de almendra y mandarina, jugosa, excelente, que pasamos con unas tacitas de té. Vino de La Mancha y de La Palma, este último exótico por lo raro, que Jerónimo trajo de su periplo palmero junto con un queso de cabra muy sabroso.

Al terminar, Lola se encontraba con fuerzas y bajamos caminando en vez de esperar al autobús. Fue una decisión acertada porque los autobuses paran al mediodía y el primer trayecto de bajada es a las 4. Para entonces estábamos cerca del Mojón del Trigo.

Día de tiempo excelente, fresquito, casi sin viento, despejado, qué se vio enturbiado por el desgraciado accidente de Lola.

Iniciando el recorrido

hacia el Corral del Veleta

por el Veredón Gande

No dejan de impresionar las vistas aunque hayamos pasado ya muchas veces

La bajada

escoltados por altos paredones

Buscando el sendero

hacia la entrada al túnel inacabado de la loca carretera proyectada

Senecio nevadensis - Suzón de Sª Nevada

Recorriendo la morrena del Corral del Veleta

llena de cascajos y rocas de gran tamaño

que hay que ir sorteando cada uno como pueda

sola o en compañía

Reflejos

en la Laguna del Corral del Veleta

Vistas al Valle del Guarnón 

La imponente cara norte del Veleta

Una parada para contemplar la verticalidad de sus paredes

Vamos subiendo aunque no lo parezca

Panorámica del Corral del Veleta desde la subida al Cerro de los Machos

La particular disposición de las piedras en el suelo del Cerro de los Machos

La línea de cumbres: Zacatín, Campanario, Salón y Veleta

Y hacia el este, el Cerro de los Machos

Llegando al Cerro de los Machos

Y tras el accidente de Lola, toca bajar por el camino más corto

Deshacer

lo subido

para volver a cruzar la morrena

y emprender la subida por el Veredón Grande

Vistas hacia el este desde el Veredón

Un ancho camino colgado en los tajos

Ya casi arriba

Entre internet y photoshop, remediamos el olvido

Aún quedan mandarinas del Guadaiza

La bajada hacia Los Albergues

13 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Si no está cerrada la reserva en la lanzadera

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    2. No la hemos hecho todavía. Mañana por la mañana llamaré. A ver qué nos dicen. Si no es posible buscaremos alternativas.

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    3. Me he permitido la libertad de llamar a la lanzadera, porque va un grupo de aquí y sabía que en la de las 9 ya no había plazas.
      Me acaban de decir que solam
      ente quedan en la de las 11.

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  2. Podemos ir contigo? Si fuera así, dïnos sitio y hora.

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  3. Yo me he quedado de pico en Torre. Espero respuesta

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