miércoles, 23 de enero de 2019

26 de enero: Sª de Camarolos


Participantes: 7
Ana, Paco R., Carlos, Luci, Luis, Paco Z.  y Jerónimo
Distancia recorrida:
15 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
1.030 metros
Altura mínima: (980 m – Llano del Hondonero)
Altura máxima: (1.634 m – Pico del Chamizo)
Tipo de recorrido:
Circular
Tipo de camino:
Veredas, sendas de ovejas, carril  y campo a través en el cresteo de los picos

  
El viento agita las conciencias.
Nos mueve el impulso de andar.
Nos ha levantado del calor de las mantas y los cuerpos cuando aún una luna en declive proyecta su luz robada.
Dulce tentación bajo cero. El viento norte corta palabras y cierra abrigos. Un olor anisado recorre las calles, aromas de pueblo andaluz al albor de un sábado cualquiera.
Doble de jamón pero una sola cola, aceite para las bisagras y una máquina para el corazón.
Las nueve y el Hondonero nos recibe más alto y cálido. Los árboles, desde su desnudez, desprenden aires de tristeza mientras un aura azul rodea la fría caliza de Camarolos.
El gallipato ausente nos habla de geología, del choque entre Gondwana y Laurasia, ejércitos de piedra, invisibles, indomables que trajeron olor a mar tierra adentro.
Desprendimientos, rodaeros, caos lítico en busca de un punto de apoyo, paso a piso, piso a peso, peso a pulso en busca de un lugar al sol allá en lo alto, donde las sombras se proyectan y pintan de caminantes las crestas imposibles.
Somos animales de costumbres y hoy añoramos el dulce ángelus. Llévanos por el buen camino, alimenta nuestro cuerpo y espíritu, pero no creas que dios es tu aliado. El diablo agazapado espera tu tropiezo una y tres veces, en la misma o en distinta piedra. No mires al cielo. Busca apoyo en el suelo, agarra la fría roca con tus dedos helados, y vuela con el lento planear del buitre paciente, entre el mar y el olivar, sur y norte, este a oeste.
Lapiaz agreste, apenas surcos dejados por la reja del agua y el tiempo.
No llevo pollo, ni verdura ni ensalada. No porto en el zurrón tortilla de patatas ni espinacas. No alegra el ajo la carne inmaculada. No queda vino ni el queso que acompaña, ni queda nada ni nadie a quien falta haga un café con leche y té con un dulce de no naranja.
Via crucis, catorce en uno para tres en nueve y de nuevo una vuelta al origen, al pozo, a lo hondo, frío y oscuro, a lo más amargo y lo más duro. No me dejes caer en la tentación de sentir el dolor en mis oídos. El desconcierto y la incomprensión, la soberbia y el desamparo alzan castillos al aire cuando a veces olvidar es la única forma de volver a la normalidad, decía M.L.Stedman en La luz entre los océanos.
Quizá la mejor forma de callar rumores y cerrar el camino a las habladurías sea la de ponerle un condón al móvil.

 
Mapa de la ruta
 
Por la zona del Rodaero
 
El camino se inclina
 
Tajos en la Sª del Jobo
 
En la cresta con Villanueva del Trabuco al fondo
 
Identificando al norte pueblos y montañas
 
Tajos del Sabar, la Viñuela y el mar
 
Poniéndolo todo al bajar
 
Cresteo
 
En el vértice del Chamizo
 
Lapiaz cimero y Vva. del Trabuco
 
Con cuidado, paso a paso, piedra a piedra
 
Equilibrio en el bastón
 
Buscando los hitos que marcan el camino
 
Un camino a veces difícil de seguir
 
Erosión en la caliza
 
Llegando al Pto. de los Perdigones
 
Chamizo y dolina a sus pies
 
Distancia de seguridad
 
Cabras
 
Tajo de la Madera y Vva. del Rosario
 
Árboles desnudos
 
Recorriendo el lapiaz entre los dos picos
 
Chamizo
 
Charca
 
Hiedra en los tajos
 
Verticalidad monumental
 
Donde el Guadalmedina ve la luz
 
La Cruz de Camarolos a la vista
 
Posado alerta
 
Panorámica de la Sª de Camarolos
 
Vinos
 
Camarolos, la Maroma y Sª Nevada
 
En la Cruz de Camarolos
 
Bajando de la Cruz con el valle donde nace el Guadalmedina de fondo
 
Tajo de los Perdigones y Sª Nevada
 
Buscando la senda de bajada
 
Cresta rocosa
 
Camino con el Chamizo de fondo
 
Pozo lleno de agua
 
Tajo de la Madera a la vuelta y Dehesa del Hondonero
 
Almendro en flor y escaladores en el tajo

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