Participantes: Manolo, Antonio, Miguel y Jesús.
Distancia recorrida: 16 km
Desnivel acumulado: 1220
Desayuno en Tolox, una rebanada contundente de pan y café, 2 euros.
Escasa concurrencia pero de alta calidad y moral. Será porque después
de un palo como el del miércoles 31 el personal se lo piensa; o no, como diría
Rajoy.
Los cuatro jinetes del Apocalipsis nos pusimos en marcha en el puerto
de las Golondrinas dispuestos a merendarnos la sierra de las Nieves, en un día
soleado pero con un poco de brisa de levante que suavizaba la temperatura.
Y en seguida se vio el talante del día porque llegados al collado de la
Machoruela tomamos sin dudar el empinado cortafuegos para subir al cerro de la
Cierva. Mientras resoplábamos con la subida alguien comentó que no podemos
vivir sin un cortafuegos. Así será.
Ya por la cresta caminamos entre las jaras hacia cerro Corona, lo
rodeamos y en puerto Corona decidimos ir primero por la parte alta del barranco
de la Carnicería con la idea de hacer parte de la subida con la sombra
protectora de los tajos. Nos extasiamos ante la visión de los tajos, repisas y
tremendos pinsapos, pasamos con garbo las dos cadenas y llegamos a la
cuevecilla al lado de la sima en el barranco de los Salaillos. Al salir del
barranco perdíamos toda traza de sendita. Revisamos la zona por abajo, por
arriba, y nada, no dábamos con la salida. El Manolito indicaba que debíamos ir
hacia arriba, y allí se encaramó Jesús agarrándose a los matojos para no rodar
por la pendiente…y dio con la sendita. El quid de la cuestión es que poco antes
de la segunda cadena que desciende al barranco hay que tomar a la izquierda,
ascendiendo un poco, y cruzar el barranco por encima del tajo de la cuevecilla.
Ya con la ayuda de la sendilla hicimos un breve Ángelus bajo un
imponente pinsapo y atacamos la cañada de los Tejos. Manolo llevaba indicación
de que por la parte alta de la cañada había paso. Cerca de los tajos de la
izquierda, ayudándonos con la pared, ascendimos la inestable pedriza, visitamos
unos tejos desconocidos en la parte alta y por los tajos superiores salimos
aprovechando las repisas, una de las cuales está equipada con una providencial
cadena. Salimos por debajo del picacho de Fatalanda a la parte alta del
pinsapar de Froncaire estupendamente, a piso llano.
La primera intención fue remontar hacia la cresta de Fatalanda, pero
era ya tarde y allí no había sombra para comer. Buscamos uno de los últimos
pinsapos y bajo su sombra nos sentamos con ganas, primero de descansar y luego
de comer esas gambitas perfectamente cocidas, ese salchichón y chorizo, esas
sardinitas en aceite, esos tomates, menestra, tortilla y carne, regado todo con
la fría cerveza y el fresquito rosado. Una delicia. Para terminar el sabrosísimo
queso manchego y el té con orujo acompañado de excelentes bomboncitos. El
pinsapo, en voz baja, nos comentó que bajo sus ramas ni bajo las de ninguno de
sus añosos compañeros se había visto banquete igual.
Después de comer seguimos una veredita de ganado que iba más bien llana
hacia el collado de Froncaire, pero para no dar tanto rodeo subimos monte a
través a buscar la sendita al puerto de los Valientes. Una vez en la sendita ya
ascendimos cómodamente a la cresta, pasamos por el puerto de los Valientes, por
las “chorraeras” llenas de sabinas de la ladera sur, y siguiendo los hitos
bajamos a puerto Corona. En lo alto del cerro de la Cierva nos dividimos: unos
atacamos el cortafuegos de la mañana y otros se desviaron al norte por un
cortafuegos más suave pero que lleva a un punto más alejado en el carril . Con
un refresco en el césped del jardín del hotel Cerro de Hijar, arrullados por
una cantarina fuentecilla, despedimos el excelente día.
Subir a la parte alta de la cañada de los Tejos y salir a la parte alta
del pinsapar de Froncaire es sin duda la mejor opción. Desde allí, si se quiere
ir al pilar de Tolox y al Torrecilla, seguir ascendiendo ligeramente hacia el
collado de Froncaire. Si se renuncia a ir al pilar y al Torrecilla, ascender
directamente a la cresta del cerro de Fatalanda y de allí al puerto de los
Valientes.
LA SIERRA DESDE EL PUERTO DE LAS GOLONDRINAS
SUBIENDO EL CORTAFUEGOS DEL CERRO DE LA CIERVA
ENTRE PINSAPOS
SUBIENDO Y BAJANDO ENTRE ROCAS
LAS CADENAS NOS AYUDAN A PASAR LAS ZONAS COMPLICADAS
JESÚS SALINDO DEL BARRANCO DE LOS SALAILLOS
SUBIENDO POR LA PEDRERA HACIA LOS TEJOS
LOS FANTÁSTICOS TEJOS
LA REPISA POR ENCIMA DE LOS TEJOS
POR LA REPISA SUPERIOR
LA FRESCA BEBIDA
COMIENDO A LA SOMBRA DEL PINSAPO
CRUZANDO LAS CHORRERAS
EN MEDIO DEL JARDÍN
AVISTANDO EL CERRO CORONA, AL FONDO YUNQUERA Y LA SIERRA PRIETA
PASANDO POR DEBAJO DEL PINSAPO QUEMADO
MACAÓN. Papilio machaon
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