miércoles, 7 de junio de 2017

10 de junio: Sierra Nevada: Albergues - Rueda Bolas por la Laguna Larga


Participantes:  7
 Paco Ruiz, Paco Ponfe,  Manuel D., Luci, Jesús C., Ricardo y Jerónimo
Distancia recorrida:
24,3  kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
1.480 metros
Altura mínima: ( Hoya de la Mora – Los Albergues -  2.530 m)
Altura máxima: (Escarihuela del Veleta - 3.200 m)
Tipo de recorrido:
Circular con un tramo de ida y vuelta

Desayuno en el bar El Mirador en la carretera de Sierra Nevada. Pedimos tostadas completas; demasiado pan excepto para Paco Ponferrada. 3 euros.

                El sábado pasado fuimos 15 a caminar. Como hizo calor se sugirió subir a las cumbres de Sierra Nevada que siempre están fresquitas. Se programó ésta y aparecemos 7.  Bueno, bienvenidos los 7, ¿para qué más?
               Salimos de Los Albergues por la trillada senda al Veleta con la intención de buscar la entrada al Veredón Inferior entre los valles del San Juan y del Guarnón. Como no sabíamos desde donde descender al San Juan íbamos cerca del borde al valle buscando constantemente por donde atravesar el valle sin perder demasiada altura. Así que de tanto en tanto nos reuníamos en lo alto del borde izquierdo del valle para decidir: “por aquí no se puede bajar”, “estamos demasiado bajos”, “tenemos que ir por arriba de aquel nevero”. Con esa incertidumbre ocurrió lo que tenía que ocurrir, que Paco Ruiz echó para el valle, los demás subimos un poco más hasta el Tanto de Maolico, Jerónimo se despegó también del grupo y el resto fuimos más o menos cercanos. Paco Ruiz llegó directamente al pedrusco donde sale el Veredón mientras los demás llegamos al borde entre San Juan y Guarnón un poco más altos y descendimos por la cresta. Todos habíamos atravesado el San Juan estupendamente, de donde se deduce que cualquier punto es bueno para cruzarlo.
               En el Guarnón chapoteamos con gusto en los borreguiles, probamos la fresquita agua e hicimos el Ángelus al pie de la subida a Veta Grande. Con fuerzas repuestas nos enfrentamos a la cuestecilla de cascajo inestable y la empinada cuesta fue mermando poco a poco esas fuerzas para hacernos llegar al collado de Veta Grande con ganas de descanso.
              Si la sendita a Veta Grande era inestable mucho más lo eran las que nos quedaban a las lagunas de Cardeal y Larga, y a Rueda Bolas. El personal bajaba y subía al ritmo que podía de modo que en cualquier momento podían verse unos caminantes dispersos en esas empinadísimas laderas. Las lagunillas de Cardeal rebosantes de agua, orladas por mullida hierbecilla, fueron un bálsamo. Pero entonces comenzó a planear en el grupo la duda de si podríamos hacer el recorrido previsto o habría que acortarlo. Y mientras nos deleitábamos con las lagunillas de Cardeal mirábamos con preocupación la salida al carril de Río Seco por la empinadísima pedrera.
               La Laguna Larga con su lagunillo inferior estaban imponentes. Primero desde arriba cuando aparecieron ante nuestros ojos y luego desde abajo con ese río que vertía al Valdeinfierno. ¡Qué bonitas y qué contrastantes! El lagunillo rodeado por mullida hierba mientras que la laguna no tiene una brizna de verde en sus orillas. La sendita desde la Larga al carril cruzando los Crestones de Río Seco estaba impracticable por los neveros que la cubrían. La decisión era clara: a Rueda Bolas.
               La subida al valle de Rueda Bolas estaba obstruida por un gran nevero. Hubimos de descender para rodearlo y luego volver a subir por la empinadísima ladera. Y allí se nos terminaron las fuerzas. En cuanto rebasamos los escarpes, al pie de Rueda Bolas nos sentamos a comer, más que por comer por descansar. El helado gazpachito de Jerónimo nos supo a gloria y ya reanimados tuvimos una de esas comidas nuestras tan variada y tan animada como siempre, con muy buenos vinos y excelentes quesos.
               Continuamos la caminata divididos. Los más fuertes echaron hacia Rueda Bolas y los más débiles, Luci y Jesús, siguieron por el valle buscando el collado de la Mosca directamente. Las vistas a los paredones de la Alcazaba y Mulhacén con la laguna de la Mosca allá abajo, impresionantes. Cogimos con ganas la senda por la Caldera dejando atrás definitivamente esas sendillas de cabras con apenas la huella para el pie que habíamos tenido todo el día. Coronamos Loma Pelada comenzando el largo carril que nos llevó a las lagunas de Río Seco, rebosantes de agua, y por el paso de la cadena a la Escarihuela del Veleta. Todo lo que nos quedaba era ya descenso, pero también eran las 7 de la tarde.
                Por la concurrida senda del Veleta ya no quedaba nadie. Nosotros hacíamos de “coche escoba” y solo nos topamos con unos excursionistas que iban a pasar la noche a la Sierra.
                A las 8.15 llegamos al coche, pero antes de bajar necesitábamos un refresco. Lo tomamos en el último garito que ya estaba cerrando. Se le pidió al quiosquero el cuarto de baño: no tenía. El muchacho nos explicó que llevaban no sé cuánto tiempo solicitándolo y la Junta de Andalucía haciendo oídos sordos. Ya en el coche, poco más debajo de Prado Llano, Paco metió el coche en un carrilito y unas matas sirvieron de albergue para desaguar más o menos cómodamente.
                Día excelente, pero cuando se hacen estos recorridos hay que considerar seriamente tomar el autobús a las Posiciones para subir y bajar. Esa ladera se hace interminable, monótona y la hemos recorrido ya mil veces.

 
Mapa de la ruta

Cerca de las Posiciones del Veleta

Parnassius apollo subsp. nevadensis - Mariposa apolo

Sobre los Tajos del Campanario, con el Veleta de fondo

Tajos del Campanario

Por el Veredón inferior

El Veredón, más ancho de lo que parece a lo lejos

Cruzando un infantil Guarnón

Loma de Veta Grande

Barranco del Río Guarnón

La pendiente de Veta Grande

Linaria glacialis

En el Collado de Veta Grande

Norte de los Crestones de Río Seco

Arenaria nevadensis

Por pedregales en laderas de infarto

Barranco del Valdeinfierno

Lagunillo del Cardeal con el Tajo de los Machos al fondo

Contemplando la ladera que baja del Collado de Veta Grande

Laguna Larga y su desagüe, con el Puntal de la Caldera por encima

Llegando a la Laguna Larga

Cruzando el desagüe de la laguna

Lagunillo de la Laguna Larga

Laguna Larga, la mayor de Sª Nevada y una de las más escondida

Cubeta glaciar donde se asienta la Laguna Larga

Veredas sobre tajos y laderas inestables

Dando vistas al Cerro Rueda Bolas

Esquivando un nevero que cortaba la vereda

Vinos y Mulhacén

En la ladera del Rueda Bolas con el Mulhacén como telón de fondo

En la cima del Rueda Bolas con la Alcazaba, el Mulhacén y la Laguna de la Mosca

Llegando al Collado de la Mosca

Iberodorcadion lorquii

Refugio de la Caldera y Mulhacén

Laguna de la Caldera

Cerca del Collado de la Caldera

Asomando al carril que recorre la cara sur de los tresmiles

Leucanthemopsis pectinata

Raspones de Río Seco

Chaenorhinum glareosum - Espuelilla de Sª Nevada

Crestones de Río Seco
 
Coincya nevadensis

Paso con cadenas a los pies del Veleta

Una cornisa solo para los pies

Viola crassiuscula - Violeta de Sª Nevada, flor blanca

Lotus glareosus

Arenaria tetraquetra subsp. amabilis - Papo

Anthericum baeticum

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