Refugio Poqueira, 9 de abril de 2014.
Participantes: Paco, Pepe, Antonio Usieto, Manuel de Nerja,
Antonio Muñoz, Jesús
Distancia recorrida: 20,5 km.
Desnivel acumulado: 1.370 m.
Desayuno: Cruce de Órgiva. Buena tostada y barata, menos de 2
euros por cabeza.
Del aparcamiento de Capileira salimos a la carretera para entrar
otra vez en el pueblo y seguir las indicaciones de los PR al río del Toril y al
refugio del Poqueira.
Comienza el recorrido por una vereda empedrada que asciende entre
antiguas huertas hoy abandonadas. Conforme subimos vamos ganando perspectiva
sobre el blanco pueblo mientras que al frente van apareciendo los blancos
también picos de la alta cordillera. En una mañana serena, en calma, despejada,
la paulatina aparición de la alta cordillera nevada es todo un espectáculo que
hace olvidar el esfuerzo de la primera cuesta.
Llegados a la acequia de los Pueblos la seguimos aguas arriba,
pasamos debajo del aprisco de Capileira y continuamos caminando en animada
charla propiciada por la suavidad de la acequia. A la izquierda se abre toda la
ladera derecha del Poqueira desde la loma de las Matanzas al río, con sus
múltiples cortijillos y labores encuadradas por los robles y encinas de ribazos
y barrancos. Sobre ellas el Alegas nevado.
Descendemos por la pista de la Cebadilla, atravesamos el antiguo
poblado hoy deshabitado, con sus casas casi en permanente umbría, contrastando
con el sol y la luz de las laderas circundantes. Frente a la central se unen el
Toril y el Naute para formar el Poqueira. Hasta aquí hemos llevado una mañana
de lo más tranquila, parsimoniosa, de charla, como si se tratara de una rutita
corta y sin desnivel. Pero todo tiene su fin. En la salida de la central a las
labores de Naute nuestro guía puso una marchita alegre en la antigua senda
zigzagueante entre castaños, robles y encinas, de modo que llegamos al llano
del Naute empapados de sudor deseosos de quitarnos una o más capas y quedarnos
en plan veraniego.
Hicimos una visita a José Luis que estaba con sus vacas, sus perros y sus conducciones de agua.
Después de un rato de charla nos acompañó hasta el río pues quería recoger unas
vacas que tenía por allí para reunirlas cerca del cortijo donde las iba a
“sanear” en un par de días. Nos dejó José Luis y continuamos Naute arriba entre
saucedas en flor, pasamos por el cortijo de la Isla y en la ribera del Naute
tomamos el Ángelus. Pasas, dátiles, higos, mostachones, galletas de chocolate,
vinillo dulce y té de la sierra, con el rumor del río entremetiéndose en la
conversación.
Cruzamos varios humedales hasta la confluencia de los ríos Veleta
y Mulhacén que dan principio al río Naute. Y aquí es donde empieza el calvario
de la caminata. Desde esa confluencia al refugio hay casi 700 m de desnivel al
refugio que se suben primero por la orilla izquierda de río Mulhacén y luego
por el lomo entre los barrancos del Peñón Grande y Peñón Negro. Hasta el
cortijo de las Tomas la senda es antigua, adaptada a las caballerías y sube
relativamente cómoda, pero desde el cortijo al refugio no da cuartel ladera
arriba, a pecho, con el sol castigando la lomera, siguiendo los postes que la
señalan; solo nos animaba la cervecita fresca que íbamos a tomar en el refugio.
Recordar el curioso espantapájaros del cortijo de las Tomas con su enhiesto
mástil.
En el refugio nos recibió Rafa, amigo de Antonio, claro. Antonio
conoce a todo el que ha estado relacionado con la Sierra más de 5 ó 6 años y
Rafa ya lleva 17. Rafa nos puso cervecitas frescas, con choriceta y salchichas
de aperitivo y como le parecía poco nos regaló mapas de la zona y una camiseta
para cada uno, sin querer cobrar absolutamente nada. Usieto estuvo listo y
regaló a Rafa una botella de Somontano. ¡Qué menos! Salimos del refugio con el
propósito de volver a comer algún día.
La comida, como siempre, tomate, espárragos frescos, tortilla,
carnes con pimiento y tomate, con ajo, sola…quesos, bombones y orujos varios,
aunque la verdad es que le hicimos poco aprecio después del gran aperitivo que
Rafa nos había preparado.
Descendimos al cortijo de las Tomas y desde allí retomamos la
senda al sur, entre las acequias Baja y Alta de Pitres, con pequeñas subidas y
bajadas, alcanzando en un punto la Alta para después descender poco a poco a la
baja y desde ella ya decididamente. Nos adentramos en un bonito pinar de
repoblación de pino silvestre, siguiendo las casetas del agua que surte a
Capileira, llegamos al aprisco de Capileira y ya al pueblo.
Apuntar que todas las cañadas traían su chorrito de agua gran
parte de la cual iba a reforzar la de las acequias Alta y Baja.
Precioso día, el primero ya primaveral, casi veraniego y una
rutita que requiere su esfuerzo.
CAPILEIRA Y LA SIERRA DE LÚJAR
LLEGANDO A LA CEBADILLA
CENTRAL ELÉCTRICA DE LA CEBADILLA
SUBIENDO POR LA CARIHUELA
CAMINO DE LA NIEVE
CRUZANDO EL RÍO NAUTE
ÁNGELUS EN LA RIBERA DEL NAUTE
CURIOSO ESPANTAPÁJAROS EN EL CORTIJO DE LAS TOMAS
ACEQUIA ALTA
CRUZANDO EL NEVERO
REFUGIO DE POQUEIRA
EL VINO Y EL VELETA
EL RESTAURANTE
BAJANDO HACIA EL BARRANCO
RÍO VELETA Y ACEQUIA DEL SABINAR
No hay comentarios:
Publicar un comentario