martes, 25 de junio de 2013

Comida fin de temporada: Jueves, 11 de Julio por la noche

Estupenda cena y sitio ideal. Llegar hasta el lugar indicado en el croquis, fue fácil, a pesar de que salimos con dos horas de antelación por si había que dar alguna que otra vuelta. No hizo falta echar mano del móvil ni del GPS para llegar. ¡¡¡ Y eso que llevábamos a Ricardito de copiloto). Eso sirvió para llegar los primeros y elegir el mejor sitio, con unas vistas incomparables de cara al mar.



 Lo primero que se nos vino a la cabeza fue el bolero: " Mirando al mar soñé............." No estábamos soñando era una realidad. La comida y el servicio excelente. El servicio fue tan rápido, que creo, que en el contenedor, que hay a la entrada (que decían que era para meter las canoas), tienen dos o tres camareros escondidos, que van apuntando los comentarios de los que llegan, y vía Internet, manda a la cocina la información para nada más que te siente y pidas, te llevan el plato con lo solicitado.


Algunas veces tiene que estar saturada la línea pues se trastornan con los vinos. (Se creía el Obama que sólo espiaba él). Las sardinas deliciosas, los mejillones jugosos (como deben ser), los calamaritos en su punto de fritura; y el calamar al espeto enorme (creo que son los que tienen el Aula del Mar de exposición y lo van renovando, con un acuerdo que tienen con el "merendero"). ¿Cómo sería la fuente que tuvieron que poner con el calamar de 15 kg., que encontraron en Fuengirola? ¿Y la caña para espetarlo? Claro que todo no tenía que ser positivo, si tiene algún inconveniente el sitio escogido, son las sillas. Más que las sillas el lugar donde se pone las sillas. Es un peligro evidente sentarte en algunas de esas sillas. Sobre todo si no eres muy alto. Te sientas al principio cómodamente, y la mesa la encuentras a una altura prudencial, pero conforme va pasando el tiempo, y te van removiendo en la silla, poco a poco, te vas hundiendo, hasta llegar a tocar la mesa con la barbilla. Tenemos que dar las gracias a nuestros compañeros de mayor estatura, que rápidamente estaban ojo avizor, para sacarnos de esas arenas (nunca mejor dicho) movedizas. Lo mejor: que al final de la cena no debimos lamentar desaparición ninguna. ¡Por que acabamos la cena como para empezar a coger el pico y la pala, y empezar a buscar a los enterrados!


Terminada la cena fuimos a cerrar la velada en un heladería. Todos en caravana, fuimos desfilando hasta el sitio indicado. Como no habían hecho croquis para llegar, si perdimos algunos elementos de la caravana. Acostumbrados a la agilidad del merendero, en esta parte notamos algo más el servicio, ¡claro no tenían contenedor para esconder las canoas! Entre que sólo había una camarera, el pelotón que llegamos, la variedad de helados, la indecisión y la posibilidad de elegir varios sabores, algunos íbamos a morir ahogados. No es que estábamos cerca del mar, si no que se nos iba haciendo la boca agua, y agua.... de ver pasar las tarrinas y que nuestro turno no llegaba. Al final todo se solucionó: cada uno saboreó la tarrina elegida, y sobre las 1.30 cada cual se fue a recoger a su templo. No podemos olvidar a los compañeros que no pudieron asistir y a los que se les echó en falta en tan provechosa jornada.

28 comentarios:

  1. Yo prefiero cualquier día por la noche, pero si es al mediodía no tengo ningún problema.

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  2. Otra que ya me he perdido. No estoy al loro.
    Yo me apunto al 15 de Julio y prefiero al medio día, aunque no es seguro que pueda ir, lo más seguro que sí.
    Saludos Enrique

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    Respuestas
    1. Lo dicho era para la fecha anterior que decía Junio.
      Enrique

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    2. Si todo sale como va puede que aparezca, pero no doy seguridad. Me imagino que si aparece uno más me dejareis pegar algún bocado y beber algun culo de vino.
      o
      Otro saludo vinicola Enrique-

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  3. Yo me adapto a lo que os venga mejor a la mayoría. Ahora en veranito pega más por la noche. Me apunto salga lo que salga.

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  4. Por la noche pega más en esta época, pero si hay alguien que por cualquier causa, no pueda asistir por la noche, y le viene mejor al mediodía, por mi parte no habría ningún problema ir al mediodía.

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  5. A nosotros nos parece bien.

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  6. María Jesús y Jesús nos apuntamos, preferentemente por la noche.
    ¿No podría ser el domingo 14 en vez del jueves?

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  7. Como no tengo que consultar con nadie ni condicionantes por el trabajo, me apunto al día y hora que convenga a la mayoría.
    Ricardo.

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  8. Por mi parte no hay problema en que sea el jueves 11. Me parece bien. Si se sugiere otro plan tampoco tengo inconveniente.

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  9. Yo, por cuestiones personales, me decido por el domingo 14 y merienda cena, es decir, a partir de las ocho y media o nueve de la tarde-noche, tal y como acordamos en la cervecita tras el río Verde el sábado pasado.
    Iríamos Mari Carmen y el que suscribe.
    Manuel

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  10. Nos gustaría ir.
    El jueves llegaré a casa del trabajo sobre las 9, por lo que salir para Málaga a esa hora no es muy apetecible.
    El domingo creo que tenemos algún compromiso en la casa del campo y no se si acabaremos con tiempo.
    Cuando se acuerde la fecha, intentaremos acoplarnos.
    Mientras tanto y por si acaso, Un fuerte abrazo para todos.

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  11. Para hacer la cena el domingo 14 (por nosotros no hay ningún problema) habría que proponer otro sitio pues del que estamos hablando cierra. Saludos. Paco y Pili.

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  12. Otra cosilla:
    Creo que por precaución presupuestaria se debería de cerrar un precio fijo con el restaurante que sea.
    Es un poné

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  13. Nos apuntamos a comida, merienda, cena incluso desayuno siempre que sea entre 9 y el 14.

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  14. Bueno, ya hemos adecuado nuestras necesidades para tener la cena el jueves 11, tal y como sugieren Pilar y Anita.
    Olvido mi propuesta anterior.
    Por tanto nos reapuntamos para el jueves a partir de las 9 de la tarde-noche y disfrutar de pescaitos varios en Sacaba.
    Seguimos siendo dos, Mari Carmen y el de La Roda
    Un abrazo rinconero
    Manuel

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  15. Mariela y Fali, también se apuntan.

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  16. Una cosa es que últimamente ande menos y otra es el tema del comercio y el bebercio....Yo Tb me apunto a la cenita

    David.

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  17. Mari Carmen y yo iremos (DM) a la cena.
    Antonio S.

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  18. Nos vamos de cena. Contad conmigo.
    Luci

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  19. Iremos a la cena del jueves, al menos. L. Valle y P. Zambrana

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  20. A mí me pasa igual que al compañero David.Últimamente ando menos que la muñeca de Famosa,pero a esta comida me apunto y en compañía,así que dos más que vamos.
    Abrazos afectuosos.

    Victoria(Vélez)

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  21. A última hora estamos mañana a cargo de menor,así que la próxima esperamos ir.Abrazos.
    Victoria (Vélez)

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  22. Estupenda cena y sitio ideal. Llegar hasta el lugar indicado en el croquis, fue fácil,a pesar de que salimos con dos horas de antelación por si había que dar alguna que otra vuelta.No hizo falta echar mano del móvil ni del GPS para llegar. ¡¡¡ Y eso que llevábamos a Ricardito de copiloto). Eso sirvió para llegar los primeros y elegir el mejor sitio, con unas vistas incomparables de cara al mar. Lo primero que se nos vino a la cabeza fue el bolero: " Mirando al mar soñé............." No estábamos soñando era una realidad. La comida y el servicio excelente. El servicio fue tan rápido, que creo, que en el contenedor, que hay a la entrada (que decían que era para meter las canoas), tienen dos o tres camareros escondidos, que van apuntando los comentarios de los que llegan, y via Internet, manda a la cocina la información para nada más que te siente y pidas, te llevan el plato con lo solicitado. Algunas veces tiene que estar saturada la línea pues se trastornan con los vinos. (Se creia el Obama que sólo espiaba él). Las sardinas deliciosas, los mejillones jugosos (como deben ser), los calamaritos en su punto de fritura; y el calamar al espeto enorme (creo que son los que tienen el Aula del Mar de exposición y lo van renovando, con un acuerdo que tienen con el "merendero"). ¿Cómo sería la fuente que tuvieron que poner con el calamar de 15 kg., que encontraron en Fuengirola? ¿Y la caña para espetarlo? Claro que todo no tenía que ser positivo, si tiene algún inconveniente el sitio escogido, son las sillas. Más que las sillas el lugar donde se pone las sillas. Es un peligro evidente sentarte en algunas de esas sillas. Sobre todo si no eres muy alto. Te sientas al principio cómodamente, y la mesa la encuentras a una altura prudencial, pero conforme va pasando el tiempo, y te van removiendo en la silla, poco a poco, te vas hundiendo, hasta llegar a tocar la mesa con la barbilla. Tenemos que dar las gracias a nuestros compañeros de mayor estatura, que rápidamente estaban ojo avizor, para sacarnos de esas arenas (nunca mejor dicho) movedizas.Lo mejor: que al final de la cena no debimos lamentar desaparición ninguna. ¡Por que acabamos la cena como para empezar a coger el pico y la pala, y empezar a buscar a los enterrados!
    Terminada la cena fuimos a cerrar la velada en un heladería. Todos en caravana, fuimos desfilando hasta el sitio indicado. Como no habían hecho croquis para llegar, si perdimos algunos elementos de la caravana. Acostumbrados a la agilidad del merendero, en esta parte notamos algo más el servicio, ¡claro no tenían contenedor para esconder las canoas! Entre que sólo había una camarera, el pelotón que llegamos, la variedad de helados, la indecisión y la posibilidad de elegir varios sabores, algunos íbamos a morir ahogados. No es que estábamos cerca del mar, si no que se nos iba haciendo la boca agua, y agua.... de ver pasar las tarrinas y que nuestro turno no llegaba. Al final todo se solucionó cada uno saboreó la tarrina elegida, y sobre las 1.30 cada cual se fue a recoger a su templo. No podemos olvidar a los compañeros que no pudieron asistir y a los que se les echó en falta en tan provechosa jornada.

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