viernes, 5 de septiembre de 2025

6 de setiembre: Arroyo del Quejigo

Participantes: 5
Paco R., Luis, Ricardo, Germán, Jerónimo

Distancia recorrida:
9,5 km 
Desnivel de subida acumulado:
380 metros
Altura mínima: 450 m (Arroyo del Quejigo - Charco Azul)
Altura máxima: 655 m (Parte alta del Arroyo del Quejigo)
Tipo de recorrido:
Lineal de ida y vuelta.
Tipo de camino:
Carriles, el cauce del río y alguna veredilla por su borde.

Bajando por un carril secundario 

en dirección al Río Almarchal

donde grandes chaparros sombrean el camino

y castaños de buen porte cargados de erizos

Cerca del río había casas y se escuchaban ladridos de perros, así que decidimos darnos la vuelta

A pesar de los recurrentes y desastrosos incendios de 2021 y 2022, en muchas zonas del bajo Genal el verdor de la frondosa arboleda es el protagonista

Dejamos el carril antes de cruzar el Arroyo del Quejigo, y en apenas 50 metros, el Charco Azul, no por el color de las aguas sino por el de la roca, esa capa de serpentina verde azulada que en determinados lugares recubre la peridotita, como ocurre también en el Tajo Azul, en la Sierra de Aguas en Carratraca.

Arroyo arriba

saltando o casi escalando piedras

A pesar de estar en la época de mayor estiaje, el arroyo sigue manteniendo un buen chorro de agua

Veremos muchos troncos quemados arrastrados por las avenidas

Tráfico en hora punta - Pequeños escarabajos perinola, coleópteros adaptados a la vida acuática.
El nombre científico de su familia, Gyrinidae, se debe a los movimientos giratorios que hacen los adultos al sumergirse en el agua en busca de refugio o comida.

No es este el camino habitual para sortear el Charco Encantado

Un descanso para curar las heridas

Un senderillo lateral que sale a la derecha nos pone en la parte alta de la poza

Con calma y disfrute del rumor del agua y la soledad del lugar

Por un momento parece querer salir el sol

Sorteando por un lateral el Charco Cuadrado

De piedra en piedra es lo que toca

En las orillas del muy profundo Charco de María Teodora

Por la derecha tiene otro senderillo que escala la pared y nos pone río arriba

Las pequeñas pozas se van sucediendo para los de delante

y las grandes y medianas tachuelas

para los de detrás

El Arroyo del Quejigo, que nace cerca del Pto. de Peñas Blancas, en su cara norte, es tributario del Arroyo del Estercal y este, cuando se une con el del Algarrobo que viene del Pinsapar de los Reales, forma el Río Almarchal, uno de los principales afluentes del Genal.

Un tronco atravesado en una poza que parece pequeño visto desde aquí

pero que si lo vemos desde arriba, humano, tronco y poza toman otra dimensión

Continuamos río arriba, aunque el agua, poco a poco, va desapareciendo, filtrada, durante un tramo

Pelophylax perezi - Rana común

Para poner unos inmensos tubos de plástico, abrir caminos y destrozar hay dinero. Cuando las riadas y avalanchas de piedras los rompen y los arrastran cauce abajo, no se les obliga a retirarlos, y ahí quedan, por los siglos de los siglos...

Vuelve a circular con fuerza

y a sucederse las pozas

Puestos a nombrar pozas, a esta la llamaremos la Charca de los Sauces

Por ahí no está nada fácil

Y hasta aquí llegamos, más arriba el arroyo se abre 

y en las laderas de su parte alta se notan los estragos que causó el incendio de setiembre de 2021, hace ya cuatro años

A falta de nombre, la hemos llamado la Poza del Laurel

Corta pero intensa

donde siempre hay que ir mirando donde colocar el pie

Un horno de brea entre el pinar de la orilla
La brea era elaborada por pegueros -así se llamaban los que se dedicaban a esta labor artesanal- a partir de tocones de pinos y del sarro (resina caída al suelo y mezclada con restos de corteza y hojas). La pez negra resultante se utilizaba para calafatear barcos, con fines medicinales y para marcar animales. Estos hornos tenían varias cámaras, se cargaban por la parte superior y tenían un canal en la parte inferior por donde la brea iba saliendo. De unos 300-400 kg de material combustible, se podían sacar alrededor de 50 kg de brea. Este oficio desapareció sobre los años 60 del pasado siglo, pudiendo encontrar en Sierra Bermeja varios de estos hornos en mejor o peor estado.

El Charco de María Teodora desde arriba

Baño en el Charco de María Teodora, donde también instalamos el restaurante a la sombra de unas rocas

La bajada hacia el Charco Cuadrado

El Charco Cuadrado, más bien rectangular

La transparencia del Charco Encantado

Alrededor del arroyo el pinar se ha salvado en su mayor parte

Por esa piedra no que en la subida ya probé lo áspera que es en la caída

Este arroyo es uno de los mejores lugares donde apreciar esa escasa roca plutónica que es la peridotita, una roca que ha aflorado al exterior en pocos lugares del mundo y que contiene multitud de minerales raros y, en muchos casos tóxicos, y que dan lugar a suelos pobres y poco aptos para la agricultura, pero muy especiales por el alto grado de endemismos que se dan en ellos.

La percepción de por dónde es más fácil o difícil es muy particular

El Charco Azul visto desde arriba

Después del baño en el Charco Azul

El Arroyo del Quejigo visto desde el carril

Mapa de la ruta

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