Participantes: 5 | Paco R., Luis, Ricardo, Germán, Jerónimo |
Distancia recorrida: | 9,5 km |
Desnivel de subida acumulado: | 380 metros |
Altura mínima: 450 m (Arroyo del Quejigo - Charco Azul) | Altura máxima: 655 m (Parte alta del Arroyo del Quejigo) |
Tipo de recorrido: | Lineal de ida y vuelta. |
Tipo de camino: | Carriles, el cauce del río y alguna veredilla por su borde. |
Bajando por un carril secundario
en dirección al Río Almarchal
donde grandes chaparros sombrean el camino
y castaños de buen porte cargados de erizos
Cerca del río había casas y se escuchaban ladridos de perros, así que decidimos darnos la vuelta
A pesar de los recurrentes y desastrosos incendios de 2021 y 2022, en muchas zonas del bajo Genal el verdor de la frondosa arboleda es el protagonista
Dejamos el carril antes de cruzar el Arroyo del Quejigo, y en apenas 50 metros, el Charco Azul, no por el color de las aguas sino por el de la roca, esa capa de serpentina verde azulada que en determinados lugares recubre la peridotita, como ocurre también en el Tajo Azul, en la Sierra de Aguas en Carratraca.
Arroyo arriba
saltando o casi escalando piedras
A pesar de estar en la época de mayor estiaje, el arroyo sigue manteniendo un buen chorro de agua
Veremos muchos troncos quemados arrastrados por las avenidas
Tráfico en hora punta - Pequeños escarabajos perinola, coleópteros adaptados a la vida acuática.
El nombre científico de su familia, Gyrinidae, se debe a los movimientos giratorios que hacen los adultos al sumergirse en el agua en busca de refugio o comida.
No es este el camino habitual para sortear el Charco Encantado
Un descanso para curar las heridas
Un senderillo lateral que sale a la derecha nos pone en la parte alta de la poza
Con calma y disfrute del rumor del agua y la soledad del lugar
Por un momento parece querer salir el sol
Sorteando por un lateral el Charco Cuadrado
De piedra en piedra es lo que toca
En las orillas del muy profundo Charco de María Teodora
Por la derecha tiene otro senderillo que escala la pared y nos pone río arriba
Las pequeñas pozas se van sucediendo para los de delante
y las grandes y medianas tachuelas
para los de detrás
El Arroyo del Quejigo, que nace cerca del Pto. de Peñas Blancas, en su cara norte, es tributario del Arroyo del Estercal y este, cuando se une con el del Algarrobo que viene del Pinsapar de los Reales, forma el Río Almarchal, uno de los principales afluentes del Genal.
Un tronco atravesado en una poza que parece pequeño visto desde aquí
pero que si lo vemos desde arriba, humano, tronco y poza toman otra dimensión
Continuamos río arriba, aunque el agua, poco a poco, va desapareciendo, filtrada, durante un tramo
Pelophylax perezi - Rana común
Para poner unos inmensos tubos de plástico, abrir caminos y destrozar hay dinero. Cuando las riadas y avalanchas de piedras los rompen y los arrastran cauce abajo, no se les obliga a retirarlos, y ahí quedan, por los siglos de los siglos...
Vuelve a circular con fuerza
y a sucederse las pozas
Puestos a nombrar pozas, a esta la llamaremos la Charca de los Sauces
Por ahí no está nada fácil
Y hasta aquí llegamos, más arriba el arroyo se abre
y en las laderas de su parte alta se notan los estragos que causó el incendio de setiembre de 2021, hace ya cuatro años
A falta de nombre, la hemos llamado la Poza del Laurel
Corta pero intensa
donde siempre hay que ir mirando donde colocar el pie
Un horno de brea entre el pinar de la orilla
La brea era elaborada por pegueros -así se llamaban los que se dedicaban a esta labor artesanal- a partir de tocones de pinos y del sarro (resina caída al suelo y mezclada con restos de corteza y hojas). La pez negra resultante se utilizaba para calafatear barcos, con fines medicinales y para marcar animales. Estos hornos tenían varias cámaras, se cargaban por la parte superior y tenían un canal en la parte inferior por donde la brea iba saliendo. De unos 300-400 kg de material combustible, se podían sacar alrededor de 50 kg de brea. Este oficio desapareció sobre los años 60 del pasado siglo, pudiendo encontrar en Sierra Bermeja varios de estos hornos en mejor o peor estado.
El Charco de María Teodora desde arriba
Baño en el Charco de María Teodora, donde también instalamos el restaurante a la sombra de unas rocas
La bajada hacia el Charco Cuadrado
El Charco Cuadrado, más bien rectangular
La transparencia del Charco Encantado
Alrededor del arroyo el pinar se ha salvado en su mayor parte
Por esa piedra no que en la subida ya probé lo áspera que es en la caída
Este arroyo es uno de los mejores lugares donde apreciar esa escasa roca plutónica que es la peridotita, una roca que ha aflorado al exterior en pocos lugares del mundo y que contiene multitud de minerales raros y, en muchos casos tóxicos, y que dan lugar a suelos pobres y poco aptos para la agricultura, pero muy especiales por el alto grado de endemismos que se dan en ellos.
La percepción de por dónde es más fácil o difícil es muy particular
El Charco Azul visto desde arriba
Después del baño en el Charco Azul
El Arroyo del Quejigo visto desde el carril
Mapa de la ruta
Paco Ruíz se apunta.
ResponderEliminarTengo intención de ir
ResponderEliminarMe apunto. Con vehículo si fuera necesario.
ResponderEliminarAunque es un madrugón y estoy muy flojo, sobretodo de piernas (la cabeza no cuenta), me recogéis en La Ortiz. Ricardo
ResponderEliminarVoy.
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