jueves, 13 de febrero de 2025

15 de febrero: Peñón de la Giganta desde Sillar Baja

Participantes: 16
Luis, Germán, Lily, Alicia, Antonio M., Fini, Paco P., Pilar, Jesús R., Manuel D., Carlos, Paco Ruiz, Ricardo, Jesús C., Tere y Jerónimo.

Distancia recorrida:
 13,6 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
790 metros
Altura mínima: (1250 m – Sillar Baja)
Altura máxima: (1.703 m – Peñón de la Giganta)
Tipo de recorrido:
Lineal de ida y vuelta
Tipo de camino:
Veredas, carriles y campo a través.


Desayuno en la gasolinera de Beas. Buen pan de chapata, buen servicio, a 2,5€

Bienvenida Alicia. Muy buena caminando. Te esperamos cuando quieras volver. 

En el escondido pueblo de Sillar Baja termina la carreterita que sale del cruce del Molino de Santa Casilda, entre Darro y Diezma y aparcamos a las afueras al lado de unas recientes naves ganaderas. Tomamos la pista terriza hacia Sillar Alta por la parte alta de las naves, con el cerrillo de los Almendros a la izquierda y los tajos y solana de la Carihuela a la derecha.

La pista asciende poco a poco atravesando unas grandes parcelas de cereal, olivo y almendro. Por los llanos del Cortijuelo alcanzamos el principio de la finca de Sillar Alta donde la pista se corta por una puerta que permite el paso de personas pero no de vehículos. Aquí abandonamos la pista para iniciar, al norte, derecha, la subida a la parte alta de la sierra del Jinestral, siguiendo, más o menos, la Cañada Real del Rey, cerca de la alambrada que delimita la propiedad de Sillar Alta, por donde va también la linde del Parque Natural de la Sierra de Huétor.

En la subida se aprovecha una sendilla del ganado, señalizada muy de vez en cuando, por mojoncillos de piedras. Subíamos despacio porque la pendiente no permitía otra cosa, aún así el pelotón se desparramó por la ladera y hubimos de reagruparnos alguna vez. Al principio la subida es de tierra con piedrecilla suelta resbaladiza, pero pronto entra en pedregal-lapiaz donde la dificultad está en buscar el asiento de los pies entre las rocas, además de la pendiente.

Mientras ascendíamos teníamos delante los tajos de Calar Seco a la izquierda y sobre nosotros los tajos de los Cahorros de la Graja y de la Carihuela. Toda la sierra termina en tajos. Una vez llegados a los pies del tajo, se asciende por una grieta con la ayuda de las manos a veces. La grieta se divide en dos y por ambas divisiones se llega a la cresta de la áspera sierra del Jinestral.

La parte alta de la sierra es un lapiaz, más o menos llano, salpicado de dolinas, muy difícil de caminar. Antonio nos llevó por una serie de dolinitas herbosas que empalman una con otra, en dirección norte, descendiendo hacia el cerro del Peñón de la Mata. Ricardo, que coronó la sierra el primero, se fue por donde le pareció en dirección este. Lo recuperamos al cabo de una hora después de gritarle porque estaba muy lejos.

La sucesión de dolinitas termina sobre la depresión del barranco de la Silla del Toril por donde va también un carril. No bajamos a él, sino que tomamos una sendita a la izquierda, oeste, que sin perder altura va hacia el collado del Contadero a los pies del gran cerro de la Giganta. ¡Qué gusto caminar por buena senda y casi llana!

En la llanurilla del Contaderillo paramos al Ángelus y allí recuperamos a Ricardo y a Germán y Jerónimo que habían ido en su busca. Del Contaderillo al collado del Contadero la senda desciende ligeramente, por medio de un ralo pinar, sobre el valle del barranco de la Atalaya, con el gran peñón de la Giganta al frente mostrando los enormes tajos que lo rodean excepto por el norte.

Del Contadero comenzamos el ataque al Peñón. Primero, unos metros, de acercamiento y luego de ascensión empinadísima, sin más senda que alguna de las ovejas. Tratando de no resbalar por las piedrecillas que cubren el suelo llegamos a la base de los tajos que están cubiertos de oquedades, pequeñas en general, rodeamos el Peñón y por el noreste, aprovechando una zona sin tajos, seguimos la difícil y lenta ascensión mirando donde poner cada pie.

Llegamos a la cresta noreste del cerro. Desde allí lo que quedaba era pan comido porque la cresta sube bastante suavemente a la cima del Peñón. Panorámica excelente desde el Peñón a los cuatro puntos cardinales.

Al norte la depresión entre Iznalloz y Bogarre con los perfectamente alineados olivares y la sierra Mágina cerrando el panorama. Al este el cerro del Peñón de la Mata con el barranco de la Atalaya abajo. Al sur los tajos de la sierra del Jinestral; esta inhóspita sierra tiene tajos al norte y al sur y en la parte superior un tremendo lapiaz bastante llano. Al oeste los cerros del Asno, y los cerros Orduña y de la Cruz de la sierra Arana que en realidad es una prolongación de la sierra del Jinestral.

El descenso se presentaba más complicado que la subida por los resbalones. Descendimos despacito y, afortunadamente, sin incidentes. 40 minutos empleamos en subir y lo mismo en bajar.

En el Contadero, al abrigo de una roca, aprovechando un carasol, encontramos el restaurante. Imposible recordar todo lo que comimos: langostinos, tomates, ensalada, boquerones en vinagre, chacinas varias, garbanzos con espinacas, tortilla, tabulé, caballa en adobo, hígado, filetillos tiernos… y más cosas que olvido. Quesos de Júrtiga y Camembert, vinos de Toro, Murcia, Bierzo y Rioja, tarta de almendra con mandarina, tés y orujos variados. Fenomenal ágape.

Del Contadero regresamos por donde habíamos venido. La sierra del Jinestral no da opciones. Tomamos la agradable senda que nos llevó primero al Contaderillo y después al comienzo de la sucesión de dolinitas. Allí se acabó la buena senda y volvimos a entrar en las sendillas del ganado, ascendiendo por las dolinitas a lo alto de los tajos de la Carihuela. Quedaba la bajada hasta la pista. Despacito, cada uno a su marcha, fuimos descendiendo sin incidentes a la pista en el inicio de la finca de Sillar Alta.

Quedaba bajar la pista a Sillar Baja.

Un recorrido de relativamente poca distancia y poco desnivel que se torna complicado por la dificultad de subir y bajar a la cresta del Jinestral y al peñón de la Giganta.

Día que comenzó despejado y acabó con nubes altas, con muy buena temperatura y una brisa ligera en las partes altas.

Saliendo de Sillar Baja, por parejas y alguno que se salta el orden

Enfilando el carril

Campos de cultivo a los pies de la sierra

Las parejas se han convertido en pequeños grupos

y algunos que atrás han quedado

Llegados al límite de la finca de Sillar Alta, abandonamos el carril 

por una veredilla de ganado

que remonta la sierra a los pies de los Tajos de la Carihuela

Encinas como melenas de roca

Sorteando las piedras cada cual a su estilo

Cortijo de Sillar Alta

No perder la veredilla

bajo los tajos

para alcanzar las alturas

por la Cañada Real del Rey -valga la redundancia-

unos por la izquierda, que han alcanzado ya la cuerda,

desde donde se observa un peñón, ¿cuál será?

y otros por la derecha

Por el lapiaz cimero para juntarnos

mientras sobrevuelan nuestras cabezas algún quebrantahuesos

y bastantes buitres leonados

Atravesando una pequeña dolina

y un llano lapiaz 

con vistas al Cerro de la Buitrera ¿dónde está la Giganta?

Colchicum triphyllum

Y por fin, la Giganta asoma a nuestra izquierda

un alargado tajo que según alguien parece terminar en una gran madalena


Panorámica Sª Arana, Peñón de la Giganta y Cerro de la Buitrera

Crocus nevadensis

Dejamos el lapiaz y recuperamos una veredilla 

y a Ricardo

Taraxacum...?

Comenzando la subida al Peñón

Bajo la cara sur del Peñón

donde la pared está horadada por pequeñas oquedades

Diminutos bajo el tajo

Afrontamos una pina subida por la derecha

En la inclinada pero relativamente suave

cresta cimera

...

Grupo en la cima del Peñón de la Giganta

Ahora toca bajar

ese pedregal inclinado resbaladizo e inestable

Las paredes del tajo están llenas de pequeñas cuevas

Con cuidado 

el Peñón de la Giganta ha quedado atrás

Vinos en arenales dolomíticos

Toca volver tras la comida a recorrer la misma vereda

e idéntico lapiaz

para dar vistas a una renovada en luces

Sierra Nevada

Panorámica de la parte más alta de Sª Nevada

La carihuela de bajada

vuelve a poner los sentidos en alerta

Vistas a Sillar Baja y a la Hoya de Guadix

Una encina bajo los tajos

Algo queda a levante

Llegando de nuevo al carril ¡buen camino! Pero más aburrido...

Alcazaba y Mulhacén

Agrupados

Solitario

Mapa de la ruta

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