jueves, 21 de marzo de 2024

23 de marzo: Acequia Real de la Alhambra

Participantes: Fini, Antonio Muñoz, Pili, Javier Sánchez, Manolo Titos, Pili R., Paco Ponferrada, Jesús R., Carlos, Ricardo, Lucía, Manolo Díez, Lily, Lola, Paco Zambrana y Jesús C.

Distancia recorrida:

Desnivel acumulado:

Desayuno en la cafetería Atlanta de Cenes. Pan con aceite, tomate, jamón y churros. Lucía tuvo a bien invitarnos por su cumpleaños ya pasado. ¡¡¡MUCHAS GRACIAS LUCÍA, Y MUCHAS FELICIDADES!!!

Hacía años que Javier nos había propuesto caminar por la acequia Real de la Alhambra y al fin ha llegado el día de hacerla. No fue el mejor día porque había mucha calima y poca visibilidad para disfrutar de las vistas. Además, según Antonio Muñoz, era primavera demasiado temprana y todavía no teníamos la floración de las plantas en todo su esplendor.

Partimos de lo alto de la urbanización Cerro del Sol, en Cenes, de donde termina la calle asfaltada y comienza la pista terriza que va rodeando el este del cerro del Sol hasta el canal de los Franceses donde nos esperaba Manolo Titos. Allí, sobre el río Darro, tuvimos la primera explicación del recorrido a realizar, de la necesidad de llevar agua a la construcción de la Alhambra en el siglo XII, de las vicisitudes de la acequia y de sus servidumbres de agua a diversos cortijos y cármenes. También nos explicaron la construcción y función del canal de los Franceses desde el río Aguas Blancas debajo del embalse de Quéntar.

Bajamos al río Darro frente al molino de Domingo. En el siglo XIX se construyó un nuevo canal que parte del Darro por la margen derecha y en el molino de Domingo cruzaba el río a la margen izquierda mediante un sifón de madera que muy posteriormente fue sustituido por un puente de hormigón, el actual sobre el cual cruzamos el río por una zona umbrosa con sauces, chopos y fresnos, con los taludes del río cubiertos de vinca en flor.

Poco más arriba está la presa del XIX de donde se deriva la actual acequia. La presa tiene sus aliviaderos, depósito de decantación y medidor de caudal. También aquí tuvimos las oportunas explicaciones de Javier quien había traído además información gráfica en forma de planos y esquemas.

De la presa volvimos al cortijo de Domingo y seguimos hacia el cortijo Jesús del Valle por el antiguo camino de Beas. El cortijo es un enorme complejo constructivo con molinos de aceite y de cereal, lagar y corrales, que sería la parte más antigua, siglos XVI-XVII, al lado de la cual se construyó la residencia de Jesuitas y capilla en el XVIII. Al cortijo pertenecían todas las tierras de esta parte del Darro y los montes aledaños. Después de la desamortización el cortijo pasó por distintas manos hasta caer en la empresa Ávila Rojas. Se siguieron explotando las tierras hasta el siglo XX, pero las construcciones se abandonaron y saquearon hasta la ruina actual. Parece ser que los Jesuitas impartieron aquí enseñanza superior, no colegio.

Continuamos por el camino de Beas hacia abajo hasta un nuevo cortijo, el de Moronta, que devino al final en vivero, al que llegamos por el precioso bosque de galería del Darro, acompañados por el murmullo del agua y el canto de los pájaros, después de haber visto los enormes corrimientos de tierras de la ladera izquierda del Darro que arruinaban la acequia Real e hicieron que la del siglo XIX se construyese subterránea.

En Moronta hay puente por el que cruzamos a la orilla izquierda. Hay que ir un pequeño trecho aguas arriba para luego ascender por la ladera hasta la senda auxiliar de la construcción del canal del XIX que es la que utilizaremos mayormente de aquí en adelante, pero antes nos acercamos al paso de ese canal por el barranco de las Tinajas, uno de los dos lugares por los que está trazada al aire libre, y en los que se aprecia el caudal de ese canal.

El paseo por la senda de servicio del canal es agradabilísimo, porque es llano, con buen piso, entre el bosque de encinas y quejigos mayormente, con multitud de durillos en flor, y teniendo a vista de pájaro el cauce del río, con su bosque y parcelas de cultivo primero, y luego las primeras casas construidas en el camino de Beas, al barrio de Valparaíso, anejo al del Sacromonte. Sobre ellas la enorme mole de la abadía del Sacromonte.

A la senda por la que caminamos abren de vez en cuando galerías por las se sacaban los materiales de excavación del hueco del canal que se vertían por encima de espaldones construidos en la ladera. Esas galerías han quedado como puntos de entrada para el mantenimiento del canal.

En un punto descendimos de la senda de servicio del canal a la acequia Real pasando por la acequia del Tercio. Aún en época nazarí de la acequia Real se desgajó otra que, con menos pendiente, llevaba un tercio del agua de la acequia Real por encima de ella y por debajo del actual canal. Del volumen de agua que llevaba le vino el nombre de acequia del Tercio.

Tanto la acequia Real como la del Tercio se han restaurado en un tramo de casi un km. Por ese tramo paseamos la Real hasta el barranco del Aljibe donde nos detuvimos. Allí se ha excavado y encontrado un sistema de galerías y norias único. Una galería llevaría al interior un canal con agua al final del cual una noria elevaría esa agua que vertería en un aljibe de donde partiría otra galería horizontal y otro pozo vertical con una segunda noria. No recuerdo bien las cifras que dio Javier, pero en total sería como 120 m de elevación y 400 de galerías horizontales. Impresionante.

Hacía calor y era hora de almorzar. Buscamos la sombra en el talud de la misma acequia Real y nos aposentamos en hilera mirando al enorme complejo de la abadía del Sacromonte. Manolo Titos describió la primera fase constructiva de la abadía, final del XVI, al calor de unos restos humanos y libros plúmbeos que relacionaban cristianismo e islam, que se encontraron en una cueva, sería la parte más baja, horizontal, del complejo. Posteriormente, en el XIX, se edificó el colegio e internado en forma de cuadrado.

Con tanto personal que íbamos tuvimos un ágape excelente, aunque difícil de recordar. Chacinas de aperitivo, ensalada, tortillas, jibia con guisantes, caballa en adobo, carnes de pollo y de cerdo, filetillos tiernos y solomillo con ajos, además de otras cosas. Cervezas frescas, vinos de Rioja, Uclés, Bierzo, Cariñena y Ribera. Torta y chocolates que pasamos con tés y orujos varios.

 De la acequia Real subimos a la del Tercio que abandonamos por una pista que nos subió al mirador de la Silleta del Moro, con inigualables vistas sobre la Alhambra y sobre Granada. Por una pista ascendente subimos hasta el olivar de la Alhambra, 60 ha de olivo de la poco común variedad Lucio, cultivada en ecológico.

Desde el olivar tomamos una pista y después senda por la ladera sur del llano de la Perdiz y cerro del Sol. Va casi llana, o con pequeñas subidas y bajadas, con buen piso, pero sin árboles y vegetación rala. La senda se hace monótona por sus múltiples entradas y salidas a las barranqueras que bajan del cerro. Al final, al lado de la urbanización Cerro del Sol, atravesamos las explotaciones auríferas romanas y muy posteriores. A ellas iba el canal de los Franceses, con paredones verticales y agujeros de galerías por las que derrumbarían el cerro por medio del agua.

Magnífico día en el que aprendimos un montón de cosas, en una excursión muy agradable aunque con final monótono.










































13 comentarios:

  1. Me apunto estaré en la gasolinera de Nerja

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  2. Me apunto, con coche si no hay otro voluntario. Estaré a las 7,30 en la Ortíz

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  3. Sintiéndolo mucho no podré acompañaros en esta ocasión. Nos vemos en la siguiente.

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  4. Lola V y P. Zambrana iremos, con coche si fuera necesario.

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  5. Estaré en La Ortiz a 7:30. Ricardo

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  6. Estaré en la Ortiz a la 7,30 h.
    Antonio S.

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  7. Ya he vuelto y estoy deseando salir con vosotros.
    Si alguien me puede recoger en la gasolinera de Algarrobo estaría muy agradecida. Si no cuadra puedo llegar a Nerja.
    Lucía

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  8. Organización de coches para mañana. Jesús recoge a Lily, Lola y Paco a las 7,30 en el aparcamiento de casa de Victoria.
    Carlos recoge en la Ortíz a Ricardo y Antonio, después recogen a Lucía en Algarrobo y a Manolo en Nerja. Nos vemos a desayunar en Cenes

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