martes, 9 de mayo de 2023

13 de Mayo, Sª Huétor: Pto. de la Mora, Calar Blanco, Cerro Oscuro, Buenavista.

Participantes: 15
Fini, Antonio Muñoz, Luis, Jerónimo, Manolo Titos,  Rafa, Pili, Paco Ponferrada, Jesús R., Nori, Paco Ruiz, Manuel D., Lily,  Ricardo y Jesús C.
Distancia recorrida:
10,5  kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
670 metros
Altura mínima: (1.347 m - Proximidades Pto. de la Mora)
Altura máxima: (1.668 m - Caseta Vigilancia Incendios cerro Buenavista norte)
Tipo de recorrido:
Básicamente circular, con algún tramo de ida y vuelta
Tipo de camino:
Carriles, senderos y campo a través.



Desayuno en la gasolinera de Beas. Buen pan con aceite y jamón. A 3€.
Manolo Titos nos llamó poco después de salir de Nerja para decirnos que por Granada
estaba muy nublado, amenazando lluvia, y que iba a pensar si salir o no. A los que
íbamos en el coche, en ese momento, nos estaba cayendo un chubasco considerable,
pero luego, cuando ya subimos al altiplano de Dúrcal, el nubarrón había pasado y hacia
Granada el cielo estaba bastante despejado. No entendimos la duda de Titos. A las 9,
cuando salíamos de desayunar, se presentó Titos dispuesto a caminar.
Partimos de los llanos de los Baldíos, donde sale la pista asfaltada del Pozuelo, con
nubes y claros, en un día más bien fresquito que se agradeció enseguida en cuanto
iniciamos la subida a Calar Blanco. La subida es monte a través, sin senda alguna,
lidiando con la empinada cuesta y las piedras del lapiaz. Mitigamos el ascenso con
paraditas para disfrutar de las vistas hacia el barranco de la Mora y los puntales de la
Mora, al norte, que habíamos visitado en la última ruta por el Parque de Huétor.
Al ascender y llegar a la cresta nos enteramos de que Calar Blanco lo componen en
realidad dos cerros, uno al este de la cresta, el más alto, al que fuimos, y otro al oeste,
poco más bajo que rodeamos más tarde.
Desde lo alto de Calar Blanco se tiene una panorámica extraordinaria con el peñón de
Víznar, cerros de la Cueva del Agua y de los Pollos, y puntales de la Mora como más
cercanos al norte. Al este de los puntales un gran llano, el llano de Fabiares, que ahora
llaman Mimbres 2. Y por encima de esa primera barrera montañosa, el peñón de la
Mata, Orduña, Mahalijar, de la Cruz, Cabeza del Caballo y sierra del Ginestral. Al sur,
nuestros próximos objetivos de los cerros Oscuro y Buenavista, éste con dos cumbres;
como telón de fondo la enorme Sierra Nevada hoy cubierta de nubes.
Todo el recorrido ha estado marcado por las nubes y el riesgo de chubascos. Primero
se fraguó un gran nubarrón un poco al sureste que descargó por allí. Cuando aclaró
vimos que había dejado un tenue manto blanco de los 1800 para arriba. Más tarde,
hacia el mediodía, otro nubarrón vino también a importunar.
De la cumbre de Calar Blanco fuimos al oeste rodeando la segunda cumbre, la del
oeste, para encontrar la sendita de Cueva Rodá. La cueva es un pequeño abrigo, pero
está bien orientado, al sur, y se ha empleado como majada. De la cueva llegamos al
collado entre los cerros Calar Blanco y Oscuro. No bien habíamos descansado de la
subida a Calar Blanco cuando nos enfrentamos a otra similar a cerro Oscuro, también
sin senda, también con lapiaz, también muy empinada, aunque con alguna cobertura
de pinar.
En cerro Oscuro, al abrigo de las rocas cimeras, hicimos un breve Ángelus porque se
formaba un negro nubarrón al sureste y los entendidos en meteorología decían que el
mayor riesgo de rayos está en las cumbres y crestas. Salimos pues de la cumbre para
bajar al este, al collado Fuentealante entre los cerros Oscuro y Buenavista norte, donde está la caseta de vigilancia de incendios, con el coche del vigilante visible ahí cerquita de la caseta.
La bajada, también sin senda, luchando con el pedregal. Por eso cogimos con tanto
gusto la pista que sube a la caseta de Buenavista. Esa pista rodea el cerro de la caseta
de oeste a este conforme sube, pasando un poco más arriba del collado entre los dos
cerros Buenavista: el del norte con la caseta y el del sur, al que íbamos. Un carril parte
de la pista, baja al collado del Lobo y sube al Buenavista sur con su vértice geodésico
que Manolo anotará como un trofeo más en su ya larga lista de vértices.
Alrededor del cerro hay muchas trincheras, hoy parcialmente enterradas, y una cueva
excavada en la ladera este que sirvió como refugio del fuego de cañones y aviones. La
triste nota de la Guerra Civil presente en casi cualquier promontorio del Parque de
Huétor. La Naturaleza en cambio nos obsequió con un precioso tapiz de Convolvulus
boissieri, florecido, en la cima alrededor del vértice.
De la cueva continuamos al norte, hacia la cumbre norte del Buenavista. Un nuevo
nubarrón iba creciendo, amenazante, sobre nosotros. Decidimos parar a comer en el
collado del Lobo para intentar hacerlo antes de que cayera la lluvia. Acomodados en el
collado comenzó el ir y venir de viandas, con gambas, anchoas y boquerones en
vinagre, aguacate, chacina y edamame, como aperitivo. Tortillas de judía verde y
patata, espárragos con gambas, judía verde, lomo en adobo, albóndigas, pollo a la
naranja y muchas más cosas que olvido como platos principales. Quesos tiernos
franceses y “queseesmorona”, mandarinas y la tarta de Jerónimo como finales. Para
beber vino de Ribera, Granada, Campo de Borja, Castilla y Toro, té y orujos varios.
Al principio de la comida estábamos pendientes del nubarrón, cayeron cuatro gotas,
no más, y despejó, de modo que nos tomamos el almuerzo con tranquilidad. Todo el
mundo remoloneaba y nos costó Dios y ayuda ponernos en marcha.
Al pie del Buenavista norte se dijo que subiera quien quisiera. Jerónimo tomo la cuesta
monte a través y al rato, cuando Jerónimo ya llevaba la mitad de la cuesta, se decidió
también Ricardo. Los demás, prudentemente, tomamos la pista descendiendo al
collado de Fuentealante y a la pista asfaltada. Jerónimo, enseguida de haber pasado
Fuentealante, nos alcanzó. Como Ricardo no venía aguardamos 15 minutos en la pista
asfaltada. Como seguía sin venir Antonio decidió esperarlo él y que el resto,
capitaneados por Fini, siguiéramos hacia los coches.
Fuimos por la pista un corto trecho y luego Fini nos metió por la cañada de los
Yegüeros, entre el pinar, por un entorno mucho más agradable que el asfalto, hasta el
aparcamiento.
Antonio apareció al cabo de un rato solo, sin Ricardo, pero habiendo hablado con él.
Del aparcamiento marchó Titos, después Pili-Paco-Jesús y Rafa, al cabo de un rato
Jerónimo-Luis y Nori, y finalmente llegó Ricardo. Parece que había equivocado la
bajada desde Buenavista norte y había dado un rodeo. Se escudaba en que se había
dicho que subiera quien quisiera y por eso él subió. En adelante habrá que mirar lo que
se dice a la hora de dividir al grupo y procurar que Ricardo venga con el grupo.
Un buen día, fresquito, con la amenaza de la lluvia que no llegó.

Helianthemum...

Vicia onobrychioides

Fotografiando un rosal silvestre

Con bastón y sin sendero

Intimidades de una peonía

Acompañando al árbol solitario

Libelloides con un poco de frío

En una de las cimas del Calar Blanco

Hacia otra

Linaria única, sola, mínima

Amapolillas de cuatro petalos en cruz

Cardo

El la cima más alta del Calar Blanco

Erodium cheilantifolium

Las nubes oscuras

se van acercando cada vez más

amenazando lluvia

Sendero bajo la Cueva Rodá

Afrontando los primeros repechos del Cerro Oscuro

Polygala boissieri

Saxifraga erioblasta

Más oscuro el cielo

que el cerro que estamos subiendo

Truenos no muy lejos

¿Nos libraremos del agua?

No se equivocó

y el viento empujaba las nubes de tormenta hacia Sierra Nevada

Panorámica desde el Cerro Oscuro hacia el Buenavista

La bajada por senderillos de cabras

Coris monspeliensis

Globularia spinosa - Yerba de la tos

La cortina de agua del fondo

termina por levantar, y una capilla de nieve o granizo cubre Sª Nevada

Berberis hispanicus - Agracejo

En soledad confusa, 
perdidos unos, otros inspirados

Grupo en el Cerro Buenavista Sur

Convolvulus boissieri 

Un refugio antiaéreo de la Guerra Civil

Por ahí, la Cañada del Muchacho

Mostajo con la Caseta Contraincendios en el Cerro Buenavista Norte

Sorbus aria - Mostajo

En vez de dar piñones dan vino

De albaricoque y queso

Retorno por el Collado de Fuentealante

Lathyrus filiformis?

Por la Cañada de los Yegüeros

Peonía

¿Para comer?

Robinia pseudoacacia - Falsa acacia

Fin del trayecto

Un ratito de charla a la sombra de la espera

Nubes 

Mapa de la ruta

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