Participantes: 9 | Paco R., Lucía, Jesús R., Pilar, Jesús C., Manuel D., Lily, Paco Z. y Jerónimo |
Distancia recorrida: | 13 kilómetros |
Desnivel de subida | 780 metros |
Altura mínima: (470 m – Puerto de las Pitas) | Altura máxima: (120 m – Cascada de Puente Palo) |
Tipo de recorrido: | Circular con un pequeño tramo lineal de i/v. |
Tipo de camino: | Veredas principalmente, algún tramo de carril y algunas calles de Marbella |
Desayuno en el bar La Piedra de Coín. Muy buen pan con aceite, manteca blanca y lomo. Estupendo servicio. Para volver. Abren a las 8 los sábados.
Este sábado nos ha dado quebraderos de cabeza para buscar un recorrido por donde no predijeran lluvia. Se pensó en el Genal, se cambió por la sierra de Huétor y al final en Marbella había poco riesgo de lluvia y allá fuimos.
Comenzamos bajando a la cascada del Chorreaero en Puente Palo. La entrada a la bajada es extraña, entre los palos de la barandilla del aparcamiento, pero después la sendita de bajada sorprende por los escalones labrados en el travertino. Del pie de la cascada partía una acequia hacia la fundición del arroyo de las Represas; para la realización de esa obra y para su mantenimiento se labrarían los peldaños de la escalera.
Una vez admirada la cascada
partimos por el carril de Puerto Rico para dejarlo por la senda que sube a
unirse con la de Cabañiles. La mañana se presentaba luminosa, pero fresca y la
subida por la senda, en paralelo a la cañada de Cabañiles nos quitó el frío y
los chaquetones pasaron a las mochilas.
La lluvia de los días pasados ha
reverdecido el campo, aunque no ha sido suficiente para hacer correr muchas de
las cañadas. La cascada de Cabañiles, sin ir más lejos, sólo tenía un hilillo
de agua cuando la esperábamos con mucha mayor potencia. Y lo mismo le ocurría
al manantial de Puerto Rico Alto, el agua no salía de la caseta de la captación
como en otras ocasiones, así que nos metimos hacia la Vereda del Faro sin
mojarnos las botas.
La subida al puerto del Pino,
bajo el sol matutino, nos hizo despender de las pocas prendas de abrigo que
quedaban puestas. Del puerto bajamos a la vertiente de la Laja. La cañada de
Puerto Rico tan apenas llevaba un chorrillo de agua, en cambio esta de la Laja
sí que llevaba un buen caudal, suficiente para que bajáramos a contemplar la
cascadita y poza que hay bajo la senda.
En la vertiente de la Laja
iniciamos la subida al puerto de las Pitas por Malpaso. En este tramo merecen
atención un par de enormes pinos carrasco junto a la misma senda. En las Pitas
decidimos alargar un poco el recorrido y bajar a los Monjes dando un pequeño
rodeo por el puerto de la Cruz. El descenso por la rozá de las Pitas es más
suave y permite ir disfrutando de toda la loma de la Plana con el sobresaliente
picacho de los Monjes.
Antes de llegar al puerto de la
Cruz hicimos una pequeña parada para el Ángelus. Parar por parar, porque había
poco apetito después del contundente desayuno. Descendimos por la hoya de la
Barranca. En esta senda es especialmente atractiva la llegada a la cañada de
los Monjes. Allí quedan algunos albarraces que sujetaban los bancales
cultivados en la época de los monjes, bancales llanos, fértiles, en los que ha
crecido una vegetación exuberante.
Pasamos por la ermita de los
Monjes sin tan apenas detenernos para enfilar la ladera de la Lastra hacia el
puerto de Camoján. En esta subida se tienen unas vistas extraordinarias de la
cañada de los Monjes y de la loma del Lobo entre el cerro de la Cruz y las
Pitas.
Del puerto de Camoján al cruce
del pinar de las Ranas, donde tomamos la sendita hacia el llano de las Ánimas.
Al llegar al llano se nos cayó el
alma a los pies. Todo él está siendo convertido en chalets de lujo. No queda
nada del antiguo cortijo de las Ánimas, ni del llano. El bosquete de alcornoques
en torno al manantial de Camoján ha quedado constreñido por muros y alambradas
y para llegar a la cascada Alta hay que pasar entre máquinas, cascotes y
material de la obra. Después de esta horrenda sorpresa no nos quedaron ganas de
entrar a la cascada Baja, sino que por la calle del Olivar salimos al
carrilillo de las Ánimas.
La luminosa mañana se había
empañado con nubarrones, acordes con el estado de ánimo del grupo después de
ver el desaguisado del llano de las Ánimas. Pero hay que ser prácticos. Más
ante lo que nada podemos hacer. Y previendo que los nubarrones pudieran ir a
más decidimos parar a comer en el carrilillo. Unas gotillas casi nos hicieron
desistir y dejar el restaurante, menos mal que se impuso la cordura de algunos
y empezamos a sacar viandas de las mochilas. Las gotillas pasaron y el sol nos
acompañó en el almuerzo.
De aperitivo chacina de León y
Valencia, aguacate, el típico ajobacalao de Semana Santa y una rica pastela.
Después tortillas de patata y de chorizo, caballa en escabeche, lomo en
manteca, filetillos de pollo y solomillo de cerdo con ajos. Cervezas fresquitas
que ya apetecen y vinos de Ribera y Bierzo. Muy buenos quesos variados y para
terminar torrijas en vez de tarta, té y orujos.
Habiendo cambiado el peso de las
mochilas a las barrigas bajamos a la cañada de los Monjes y por Xarblanca
salimos al llano de la Capellanía. En el cerrillo de Buena Vista nos solazamos
con la vista de Marbella y el mar, para continuar después hacia la cañada
Santillana y a la Montúa. Descendimos al olivar de Puerto Rico y a Puente Palo.
Como final de fiesta nos
acercamos con los coches al arroyo de las Represas para visitar la antigua
fundición y la cascada de Puente Palo cayendo sobre la gran poza entre la
lujuriosa vegetación de ese húmedo entorno.
Me apunto, si hay transporte estaré en el aparcamiento de Dia
ResponderEliminarJesús y Pili.... Vamos
ResponderEliminarMe apunto, estaré pendiente de la veleña!
ResponderEliminarEstaré a las 7 en la Ortíz, con coche si no hay otro medio de transporte
ResponderEliminarVoy.
ResponderEliminarMe apunto. Estaré a las 7 en el Día del Tomillar.
ResponderEliminarMe apunto.
ResponderEliminarTambièn voy. A las 7h en la Ortiz.
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