miércoles, 15 de julio de 2020

15 de julio: Ruta por Jarapalo: Tiro Pichón-Puerto Farero-Cerro Medialuna-Casa Forestal

Participantes: Luis, Jerónimo, Perpetua, Miguel Ángel, Antonio Usieto y Jesús
Distancia recorrida: 12,5 km
Desnivel acumulado: 720 m

El verano dispersa a los caminantes de la Vinoteca. Véase la exigua participación a pesar de programarse una excursión con mucha sombra y de mediodía para evitar la calorina de la tarde. Bueno, pocos pero bien avenidos.
Partimos poco más de las 8 de Las Cadenas, justo encima del Tiro Pichón de Jarapalo, por la pista de la Mezquita, llaneando. En la primera cañada abandonamos la pista para entrar hacia el valle del Arroyo de Fuente de Piedra. Este arroyo no lleva agua, pero la debe tener cerca a juzgar por la feraz vegetación que sostiene. Es como una selva, con las aristoloquias béticas y las zarzaparrillas colgadas de los pinos a modo de lianas o cubriendo los arbustos de lentisco, cornicabra y olivilla. Bajo la selva caminamos, sin machete, disfrutando de tanta vegetación.
Las casas de Fuente Piedra nos reciben con una alberca rebosante de agua y un par de fuentes encadenadas con su chorrito de agua. Un poco más arriba un par de estanques más, rebosantes de agua, entre la lujuriosa vegetación que los rodea. El amigo Paco Corbacho ha hecho aquí un trabajo tremendo; nuestra gratitud por ello.
De las casas hacia arriba sigue el valle con la misma tónica de verdor por todas partes, tanto que cuando más arriba se abre alguna ventanita entre el pinar hacia el valle del Guadalhorce, se agradece la amplitud del panorama después de haber llevado la vista constreñida por el bosque.
El denso pinar comienza a alternar con encinas y alcornoques cuando se sobrepasa el cortito arroyo de la Fuente de Piedra para pasar el valle del Arroyo Hondo. Seguimos por bosque, ahora de encinas, contrastando con la pelada vertiente izquierda del arroyo. Al frente, un denso pinar cubre la cresta de la sierra por puerto Farero, nuestro objetivo.
La senda pedregosa se transforma en un arenal playero anunciando la llegada al puerto del Arenal donde entramos en el valle del Arroyo Hondo, en un tramo sin bosque. Suerte que, como hemos madrugado, la misma ladera derecha nos da sombra hasta llegar al cercano pinar de pino resinero en las inmediaciones de la cresta. Es este un magnífico pinar donde no entra el sol, con algunos ejemplares memorables y con sotobosque de brezo blanco.
Quien trazo la senda no buscó muchas alternativas: para arriba por la pendiente sin un triste zigzag para suavizar el desnivel. Menos mal que el tramo es corto.
En la cresta iniciamos la subida al cercano cerro de la Medialuna por la Gran Senda de Málaga. Poco antes de la cima hay unas vistas estupendas al valle del Guadalhorce, a Fuengirola y, sobre todo, hacia el este de la sierra con Jabalcuza, Carramolo, Castillejos y Moro como cimas destacadas.
En el carrilillo al puerto de la Graja reinaba un silencio y una paz excepcional. Cuando nadie hablaba ese silencio penetraba dentro pacificando el espíritu. Ese fue el lugar elegido para tomar un descanso largo y un frugal Ángelus.
Nos costó levantarnos para reemprender la marcha. En la pista de Jarapalo disfrutamos de las panorámicas hacia los tajos de la Hiedra y las Grajas, ahí en el cercano arroyo de la Mina, y al de los Hornos, más al oeste, en el Cañadón, antes de entrar en el bosque que precede al estanque de Jarapalo.
El estanque estaba a rebosar, con su borde sur orlado de ranas en el sol y sombra de la mañana. Las ranas, tranquilas, sin acusar nuestra presencia, nos permitieron fotografiarlas y allí seguían sin inmutarse. Y hubieran seguido si Jerónimo no hubiera tenido la idea de espantarlas y echarlas de su reposadero al estanque.
Acompañados del murmullo del agua cayendo de bancal en bancal bajamos al antiguo cortijo, hoy casa forestal, no sin antes saludar a un par de pinos carrrascos enormes, sorprendentes.
Por la puerta de la casa entramos en la antigua vereda del cortijo de Jarapalo para bajar al puerto del Madroño. Continuamos por el carril que baja a los Llanos de la Plata un trecho, hasta el arranque de la senda que debió ser el acceso al cortijo de Jarapalo. Esa senda rodea el cerro del Madroño para salir al arroyo de la Higuera y paralelo a él, descender a la pista de la Mezquita.
Aún hemos hecho una exploración dejando la pista de la Mezquita y tomando la que baja a la carretera por el arroyo de la Fuente de la Higuera. De ella sale un carrilillo a la derecha que cruza el Arroyo Hondo a la altura de la cueva de Arroyo Hondo y sube por una cañadilla de nuevo a la pista de la Mezquita. La cueva ha tenido el uso habitual: corral de cabras y refugio de cabreros.
Teníamos intención de refrescarnos con una cervecita, pero se ha hecho tarde y todos hemos salido hacia casa sin más. Una ruta muy bonita, sombreada, con agua y con no mucho desnivel. Se puede hacer en verano sin problemas, especialmente en un día de levante como hoy.

Por la feraz vegetación del arroyo de la Fuente de Piedra

Balsa cerca de las casas de la Fuente de Piedra

En la senda por encima de la fuente

Entrando en el encinar

El Valle del Guadalhorce desde la loma

Pino añoso

En el pinar cerca de la cresta

Junto a un hermoso ejemplar de pino resinero

Por la trocha hacia el Cerro de la Medialuna

Sinfonía de montañas desde la Medialuna hacia el este

Desde la Medialuna hacia Fuengirola

Bajando hacia el Pto. de la Medialuna

Ranas en el estanque del cortijo de Jarapalo

Estanque

Espantando las ranas

Casa forestal de Jarapalo

Cueva del Barranco Hondo

Por la senda bajo la casa forestal

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