Participantes: 5
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Paco Ruiz, Paco Ponfe, Pilar, Jesús R. y Jerónimo
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Distancia recorrida:
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16 kilómetros
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Desnivel de subida acumulado:
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350 metros
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Altura mínima: ( Baños de Ulquízar - 640 m)
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Altura máxima: (Cascada de los Bolos - 840 m)
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Tipo de recorrido:
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Circular con un tramo de ida y
vuelta
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Mapa de la ruta
Cerro del Moro
Bajando hacia los baños con Cónchar al fondo
Primer baño de la mañana
Los Baños de Ulquízar se encuentran a unos 3 km del centro de Dúrcal. Sus aguas medicinales se consideran buenas para la piel y el riñón. Se mantienen a una temperatura constante entre los 26 y los 28 ºC.
Cruzando el lugar donde se unen las aguas del Arroyo del Alcázar, limpias y claras, con las del río Dúrcal, de un sospechoso color gris claro.
Cascada en el Arroyo del Alcázar
Alrededor de la cascada se ha formado un travertino y una bonita poza
Las sucias y pestilentes aguas del Dúrcal río abajo desde el pueblo. En 2006 se le adjudicó la construcción de la depuradora de Dúrcal- Nigüelas a la empresa Befesa, pero a día de hoy la obra sigue sin hacer. Parece que la Junta en este 2017 ha retomado de nuevo el asunto. ¿Se hará realidad?
Por el sendero Nico Molina que sube pegado al barranco del río hasta pasar por debajo del puente de la autovía
Calystegia sepium - Corregüela mayor
El sendero balizado sigue por un frondoso camino entre huertas y árboles frutales
Lysimachia ephemerum - Lisimaquia roja
Puente medieval
Pasando bajo el llamado "Puente de Lata", construido en Bélgica para la línea férrea Guadix-Baza por un discípulo de Eiffel e instalado a principios del s.XX sobre el Barranco de Gor. Tras muchas vicisitudes, se trasladó en 1924 al lugar que ocupa hoy para uso del proyectado tranvía Granada- Motril, proyecto que quedó varado en Dúrcal, donde sigue la última y abandonada estación. Hoy en día, después de su restauración, sirve como paseo para viandantes y punto de anclaje para saltos al vacío.
Y más puentes, estos modestos, cruzando de un lado a otro las aguas ya limpias del Río Dúrcal, entre álamos, fresnos, sauces y otras especies vegetales, formando un tupido y fresco bosque de galería.
Charca junto a un azud remontable por senderillos tanto a izquierda como a derecha.
Pequeño túnel excavado para el paso de la acequia.
Y entramos en la zona de cahorros
donde altas paredes de dolomías muy erosionadas
custodian las frías aguas del Río Dúrcal
hasta llegar a la Cascada de los Bolos
donde nos hicimos una foto de grupo y algunos disfrutaron de sus aguas
Y desde aquí, vuelta hacia abajo, porque subir por encima de la cascada, es complicado y arriesgado
Bajo una enorme higuera, comimos y después emprendimos camino abajo
para recorrer de nuevo estos impresionantes cahorros
entre altas paredes rojizas
y enormes piedras esparcidas por el cauce
pero que en ningún momento
suponen una gran dificultad
para pasar entre ellas
sin que el agua te llegue normalmente
más arriba de las rodillas
hasta llegar al azud
y encaramarnos esta vez a la acequia de Márgena
que discurre por la margen izquierda del río
En un punto tenemos que escoger entre un paso muy estrecho (imposible pasar con las mochilas colgadas a la espalda)
o el oscuro túnel, de unos 25 m y en curva, por donde pasa la acequia -a no ser que se sepa volar o se tenga el don de la ubicuidad como algunos. En ese caso, es posible pasar por los dos a la vez.
Una mirada atrás: La acequia va saliendo de los cahorros
y la vereda que la acompaña se termina convirtiendo en carril
para repartir sus aguas por los campos de Dúrcal, donde se encuentra la Torre de Márgena, torre se supone de una antigua alquería nazarí.
Y de aquí, unos tres kilómetros a través de las calles y campos de Dúrcal hasta llegar al cementerio, donde teníamos aparcado el coche, y todo esto a 38,4ºC. Menos mal que quedó a la sombra de una enorme higuera cargada de exquisitos higos.
Me ha gustado muchísimo la narración y el reportaje fotográfico de este desconocido, por mi parte, rio Durcal.
ResponderEliminarLa verdad es que nos sorprendió gratamente ya que ninguno lo conocíamos.
ResponderEliminarQue paséis un buen verano y a ver si en la próxima temporada nos vemos algo más, aunque sea cogiendo setas o huyendo mutuamente de asustados jabalíes (o las dos cosas a la vez).
Un abrazo para Mariela y para ti.
Genial!! La descripción y las fotos han convertido al Río Dúrcal en objeto de deseo. PZ.
ResponderEliminarEsperemos que así sea. Igualmente otro abrazo para Tere y para ti, y para el resto del grupo.
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