miércoles, 5 de abril de 2017

Sábado 8 de abril: Sª del Endrinal


Participantes:  11
 Paco Ruiz, Paco Ponfe, Pilar, Jesús R., Luis,  Luci, Manu, Manuel D.,  Nori, Ricardo  y Jerónimo
Distancia recorrida:
17 kilómetros
Desnivel de subida acumulado:
1.110 metros
Altura mínima: (Camping Rodillo, Grazalema - 910 m)
Altura máxima: (Simancón – 1.569 m)
Tipo de recorrido:
Circular
 
A las nueve y veinte de la mañana, un grupo de amigos entran casi a la par en el aparcamiento del camping del Tajo Rodillo, venidos de puntos distintos y distantes: un ejemplo de coordinación sin hora fijada. Alrededor, la mañana luce sus galas en el blanco luminoso de las casas de Grazalema y la altivez del Peñón Grande que los saluda desde arriba, casi sobre sus cabezas.
Por delante, la Cañada de Mahón, sombreada de pinos y asfaltada de las piedras caídas de los tajos que la constriñen. Una empinada subida para calentar piernas y corazones solitarios hasta llegar al Puerto del Endrinal, desde donde se otean Simancón y Reloj, siameses unidos por un bello y agreste lapiaz, pura roca.
Al fondo, tras la alargada dolina de los Llanos del Endrinal, se dibuja el Puerto de las Presillas, y a él dirigen su caminar, alegres en animada charla  de puesta al día o planes de futuro.  Desde el puerto, y girando la vista en dirección contraria a sus pasos, la cresta de la Sierra del Pinar se recorta sobre el cielo azul, algo brumoso en el horizonte por la falta de lluvias y el levante. A un extremo, el Torreón; en el otro, el picudo San Cristóbal, guía de barcos, faro de Neptuno.

En esta ladera noroeste, añosas encinas de gruesos troncos negros y agrietados manchan el gris de la roca y el verde lujurioso de la hierba nueva. El sendero les conduce en bajada hasta la Casa del Dornajo, antiguos muros resquebrajados que a duras penas aguantan de pie,  y un poco más allá, a la fuente del mismo nombre, con sus tres pilas labradas en piedra  y su chorro fresco de agua, y allí se sientan y allí sacan algo con lo que saciar el hambre que ya sienten.
Cerca de las ruinas que de la casa quedan, junto a un rezumadero, un viejo y portentoso quejigo los acoge bajo sus ramas y sobre sus raíces desnudas, cubiertas de musgo. En el recuerdo, un hombre se acerca y le susurra palabras de aliento, de ánimo en su vejez más joven:
 Tú que aquí estabas
 cuando aún ni pensamiento era.
Tú que seguirás aquí
 cuando yo muera.
Un senderillo apenas dibujado, entre encinas y quejigos, recorre el Circo del Dornajo, anfiteatro de piedra, y sube hasta encaramarse en su cresta y perderse en un dédalo de carrascas, matorrales y afiladas rocas talladas por el agua, hasta salir, ya decididamente hacia arriba buscando el Simancón.
Una vez leí, hablando de esta cumbre y de su compañero El Reloj, que era lo más parecido a un paisaje lunar. Una inclinada ladera de metal surcada por miles de grietas que asusta y asombra, que satisface y disgusta, que llena, vacía y emociona, que te arropa con su cruda frialdad de piedra helada y duro viento.
¿Dónde estará? La Charca Verde en el fondo espera, conferencia. Y allí, al sol primaveral y a resguardo del levante, nadie se levanta para dar cuenta de cuanto traían: mochilas llenas y espaldas agradecidas. 
Y  la senda continúa, y aquellos que por ella van en animada charla  recuerdan al toro, y su rabo, escondido esta vez  en la Cueva de Dos Puertas, que no es cueva pues es arco, y que no tiene dos puertas ni una, y si las tiene, en aquel momento las tenía abiertas y había corriente y nadie quería perderse el momento de quedar dibujado en negro.
Media hora –Ahmed dixit- de sinuoso camino para no olvidar las piedras y de nuevo, cayendo la tarde, los amigos se despiden, cansados, doloridos algunos, pero contentos de volver a compartir un trozo de montaña y algo más, mucho más.
 

Mapa de la ruta
 
Peñón Grande
 
Subiendo por la Cañada Mahón
 
En el Pto. del Endrinal
 
Cruzando los Llanos del Endrinal
 
Camino al Pto. de las Presillas
 
Por el Pto. de las Presillas
 
Encinas y el Torreón
 
Subiendo y bajando con la crestería de la Sª del Pinar de fondo
 
Coagarzal
 
En la Fte. del Dornajo
 
Ruinas de la Casa del Dornajo
 
Bajo el quejigo del Dornajo, declarado árbol singular
 
Subiendo por una pedrera
 
Ya casi arriba
 
Vistas al Circo del Dornajo
 
Subiendo hacia el Simancón
 
Llegando a la cumbre
 
Foto de grupo
 
Empezando a bajar el lapiaz que une el Simancón con el Reloj
 
Una mirada hacia arriba
 
Haciendo equilibrios
 
Harrijasotzaile
 
En el Reloj, con su vértice por los suelos
 
Buscando que el viento no nos lleve
 
Toca bajar
 
Como su nombre indica
 
Charca verde, hoy marrón
 
Orchis mascula
 
Pequeño gran lapiaz
 
En busca de la cueva perdida
 
Uno, una puerta
 
Muchos en la Cueva de Dos Puertas
 
Ya tenemos Grazalema a tiro de piedra, nunca mejor dicho
 
Lathyrus cicera

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