jueves, 5 de diciembre de 2013

Salida día 7 de Diciembre: Cornicabral de Lifa por el Río de El Burgo

AGALLAS
      Un lugar para ocultarse, para hablar en primera persona  y desde dentro, para hablarse a una misma  lentamente. Y parar. Y digo parar, porque parar se me ha vuelto necesario. Agotadas las últimas resistencias en la escucha y el plural mayestático no  deseo más que el descanso en un viejo pinsapo solitario.
      ¿Por qué los otros se inquietan con mi soledad y mi silencio? ¿No miraron ellos el viejo pinsapo, la agalla de la cornicabra o la raíz de la encina?  No miraron, demasiado ocupados en cumplir objetivos, concluir etapas, agarrar la rapidez de estos tiempos o en agradar a un tú inexistente. Ni siquiera vinieron.
      Decido hablar en primera persona de la tristeza o el silencio, siempre escondida tras la correcta impersonalidad y el artículo. No entienden los otros el tiempo que dedico a la tristeza y se alertan, turban, preocupan, y aconsejan. ¿No miraron ellos el ramaje de la encina entre las raíces? Necesitó mucho tiempo mi encina: inviernos y veranos, días y noches, calor y frío, conversación y silencio, soledad y compañía.
      Y creció.
      Qué alegría más grande vivir en los pronombres y conceder a la tristeza la primera persona. No tengamos prisa en que pase el invierno porque el invierno no se va a quedar y las cornicabras volverán a enrojecer el próximo otoño, puesto que así es el perfecto ciclo de la naturaleza, y nosotros las contemplaremos en noviembre y, entonces, el próximo otoño, el objetivo de la cámara hará mi retrato.
      Ahora, permitidme el reposo en una agalla de cornicabra o en la patria roja de Anish Kapoor. De momento, no me concedáis  angarillas para el mundanal ruïdo.
      Y digo parar, porque desvestir el pronombre me es necesario.
Yo te fui desnudando de ti mismo,
de los «tus» superpuestos que la vida
te había ceñido...
Dulce María Loynaz
 
Tras hacernos kilómetro y medio por el carril, con mucho frío (3ºC), en la encina que marca el comienzo del sendero

Consultando el GPS junto a las ruinas del Cortijo de Buenavista

Encina memorable no por su tronco sino por la amplitud de su copa

Ruinas del Cortijo de Troncha

Otra encina curiosa

Alto en el camino para ir quitándose capas

Vistas al cornicabral de Lifa

Cornicabra arbórea

Ángelus en un risco

Bajando del risco

Cornicabras dispersas

Cornicabras con el Pico del Viento al fondo

Subiendo hacia el Pto. del Pinsapo

Cortijo del Hoyo del Pino y cara norte de la Sª de las Nieves

Llegando al majestuoso pinsapo del puerto del mismo nombre

Paco sobre unas rocas; al fondo, la Cabrilla

Abandonando el Pto. del Pinsapo

Valle del Arroyo de la Higuera

Llegando a los Llanos del Lirio

Sierra Hidalga desde los Riscos del Lirio

Cornicabra y Pico del Viento

Riscos del Lirio

Agallas de la cornicabra

Llegando a la Torre de Lifa

Vinos históricos

Foto de grupo

Cornicabral desde la torre

Bajando de la Torre de Lifa

Rapaz en vuelo

Fotografiando el Tajo

Tajo adornado de rojo y verde

Otoño

Arroyo de la Higuera

Y el GPS nos dice que 890 metros de desnivel de subida y 13,5 kilómetros recorridos, a los que hay que añadir el I.V.A., es decir, unos quince, que aún hay que llegar a los coches. En total 20 € que casi se quedan por el camino.

8 comentarios:

  1. Estaré a las 7 en la plaza para explorar el Cornicabral.

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  2. Desde Asilah no se ve el Cornicabral. Pasaré el trago con un te a la menta.
    Abrazos marrocaines
    Manuel González

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  3. Yo tambien vere el cornicabral tomando un te acompañada de Manolo.
    Desde Assilah con amor...!!
    Un abrazo montañero
    Lola D.

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  4. ..en la plaza alas siete.Paco Ruiz

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  5. Yo también madrugaré para conocer el cornicabral. Ricardo

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  6. También estaré en la plaza

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  7. Allí estaremos, David.
    Paco Zambrana

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