Vélez - Torre, a las siete y media.
Desayuno en Canillas de Aceituno, a las ocho.
Vélez - Torre, a las siete y media.
Desayuno en Canillas de Aceituno, a las ocho.
Participantes: 10 | Pili, Paco P., Jesús R., Jesús C., Lily, Manuel D., Ricardo, Germán, Luis y Jerónimo. |
Distancia recorrida: | 16 kilómetros |
Desnivel de subida acumulado: | 935 metros |
Altura mínima: (618 m – Balsa contraincendios Arroyo del Conejo) | Altura máxima: (1289 m – Pico del Grajo) |
Tipo de recorrido: | Algunos tramos circulares y otros de ida y vuelta. |
Tipo de camino: | Veredas más o menos marcadas y carriles. |
Desayuno en el Cruce de Ardales. Molletes, pitufos, rebanadas. Como mañana es el día del Pilar, Pili ha tenido la deferencia de invitarnos. ¡¡¡MUCHAS FELICIDADES EN EL DIA DE TU SANTO, PILI!!!
La sierra de Alcaparaín es curiosa porque es muy abrupta en sus cuatro costados mientras que arriba es casi una planicie en la que destaca el pico del Grajo al sureste, la altura máxima de la sierra. Tiene un par de barrancos al norte, por donde solemos subir y bajar, y otros dos uno al oeste y otro al este unidos por un carril.
Hemos partido de la balsa contraincendios, cerca de Carratraca y Ardales, para subir a Alcaparaín por su cara norte. Esa cara esta surcada por dos barrancos, el del Conejo y otro más al oeste, y el recorrido planeado era subir por el del Conejo, recorrer el llano de Alcaparaín, ascender al Grajo, volver al llano, visitar el tajo de la Canana y regresar por el barranco más al oeste. Un día cálido, sin viento, luminoso.
Comenzamos a caminar por el carril que va a la casa forestal, para dejarlo pronto por un ramal a la izquierda que asciende en dirección sur. Desde el principio había trozos de cinta de plástico colgados de los árboles; era la preparación de la carrera de montaña que se iba a celebrar mañana. Las cintas seguían por el carril hasta que se desviaban a la derecha por una sendita hacia la casa forestal.
La senda, construida probablemente para repoblación forestal, está muy bien trazada y va ganando la abrupta pendiente mediante continuos zigzags. Mientras se asciende disfrutamos de unos preciosos tajos a la izquierda y sobre nosotros. Y hacia el norte alguno de los embalses del Chorro dejando escapar vapor en esta mañana clara, el Huma y el pico Capilla.
Cuando hemos alcanzado el altiplano una brisita fresca ha venido a enjugarnos el sudor. Hemos hecho una paradita de reagrupamiento y para beber agua antes de entrar en el encinar del altiplano, en dirección sur, hasta el carril que cruza la sierra, con las señales de la carrera acompañándonos. Hemos tomado el carril a la izquierda para coronar el puertecillo de Alcaparaín que casi ni se nota. Más adelante las señales de la carrera nos han sacado del carril para entrar a la derecha en una sendita antigua pero que estaba casi perdida. Ahora se ha recuperado gracias a la carrera. La sendita va casi llana hasta alcanzar un colladito en la cresta donde termina el altiplano justo sobre los enormes tajos que caen al suroeste.
Desde el colladito la sendita va al sureste, siguiendo más o menos la cresta sobre los tajos. La senda tiene mal piso y así seguía hoy, no se ha arreglado para la carrera. Es especialmente complicada en el lapiaz del Grajo, pero siguiendo las señales de la carrera hemos alcanzado el Grajo cuando estaban llegando los últimos corredores del kilómetro vertical de Carratraca que se celebraba hoy. La senda tiene unas preciosas vistas sobre la ladera cultivada que baja hacia el Turón, sobre El Burgo, y hacia las montañas de la serranía de Ronda a lo lejos y hacia las cercanas Prieta y Blanquilla.
Hemos tomado el Ángelus en el Grajo. Los organizadores de la carrera nos han regalado botellitas de agua que les han sobrado y no querían volver a transportarlas, y estaban recogiendo los enseres de la meta cuando hemos partido siguiendo exactamente la ruta de llegada.
En el cruce donde hemos alcanzado el altiplano hemos seguido por la sendita al norte y luego la hemos dejado por otra, esta sendita de cabras, hacia el tajo de la Canana.
Antes no había traza de senda y ahora, con el paso de los caminantes, ya hay huella marcada.
Nos gusta acercarnos al tajo porque tiene unas vistas preciosas al noreste, y por la enorme caída que allí se abre. Por muchas veces que se haya visitado siempre asombra esa caída a pico. En el mismo tajo hemos encontrado hoy el restaurante.
Langostinos y chacinas variadas de aperitivo, acompañados de cerveza fresca. Ensalada de rúcula, tortillas varias, albóndigas, carne con tomate y filetillos tiernos. Vinos de Granada, Méntrida y Bierzo. Té calentito con orujo para acompañar la excelente tarta de calabaza.
Hemos bajado por el barranco del noroeste, más cerrado que el del Conejo, con tajos no tan grandes, pero con una serie de estratos verticales que han devenido en tabiques rocosos paralelos muy bonitos, mientras dábamos vista a Carratraca. Esta senda está mucho menos usada que la del Conejo, la vegetación la cierra y en algunos tramos se sigue mal. Termina en el carril por encima de la casa forestal a la que se llega enseguida. Y de la casa forestal a los coches.
Participantes: 9 | Pili, Paco P., Mª José, Paco R., Manuel D., Ricardo, Germán, Tere y Jerónimo. |
Distancia recorrida: | 20,6 kilómetros |
Desnivel de subida acumulado: | 1.060 metros |
Altura mínima: (720 m – Campo de fútbol de Yunquera) | Altura máxima: (1471 m – Pto. de los Hornillos) |
Tipo de recorrido: | Un tramo de ida y vuelta y otro circular |
Tipo de camino: | Veredas -algunos tramos con mucho matorral- y carriles. |