Participantes: 16
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Fini, Antonio Muñoz, Rafa Lozano,
Nori, Luis, Jerónimo, Pili, Paco Ponferrada, Jesús R., Lola, Paco Zambrana,
Luci, Manolo, Paco Ruiz, Ricardo y Jesús C.
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Distancia recorrida:
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14 kilómetros
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Desnivel de subida acumulado:
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720 metros
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Altura mínima: (1250 m – Pto. del Lobo)
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Altura máxima: (1.570 m – Vértice junto a la Cruz de Alfacar)
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Tipo de recorrido:
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Circular en su mayor parte, con
algún tramo de ida y vuelta
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Tipo de camino:
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Veredas, carriles, algún tramo de campo
a través.
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Desayuno
en la gasolinera de Beas. Buen pan y café, a 2€.
Habíamos
pedido a Antonio una ruta con sombra porque está haciendo unos buenos días de
calor. Y en verdad que ha transitado por sombra en su mayor parte. Una ruta muy
bonita y muy agradable.
Partimos
del aparcamiento del Centro de Visitantes de Puerto Lobo por la senda que
recorre el oeste de la sierra de Alfacar, ascendiendo entre pinos por un camino
de herradura perfectamente trazado para la repoblación forestal, por la zona
Recacha del Choto. Entre los pinos se abría el panorama hacia los pueblos del
sur oeste de la sierra: Víznar y Alfacar los más cercanos; Jun, Pullanas y
Peligros con su gran polígono industrial, más allá, entre olivares y colinas.
Mientras, a la derecha, teníamos el tajo del Águila.
Según
Antonio esta era la mayor subida de la ruta, y la subíamos casi sin esfuerzo
porque era por la mañana, bajo la sombra del pinar, con la alegría que siempre
se tiene al comienzo de cada excursión. Cuando nos hemos querido dar cuenta
estábamos en la cabecera del barranco del Cerrillo a punto de coronar el
collado de Víznar hacia el barranco de la Umbría.
En
el collado hay un cruce de sendas: la que traíamos que desciende al barranco de
la Umbría y otra que viene cresteando desde el puesto de vigilancia de
incendios de la Cruz de Víznar a nuestra derecha, hacia la Cueva del Agua, al noroeste,
izquierda. Hemos tomado al sureste, derecha, para acercarnos al peñón donde
está enclavada la Cruz de Víznar y trepar por el peñón para llegar a la misma
base de la cruz.
Desde
la Cruz se ve el vértice geodésico de la cresta de la sierra de Alfacar, al
noroeste, nuestro siguiente objetivo siguiendo la senda por cresta a la Cueva
del Agua. Después de pasar el primer cerro a la izquierda hemos abandonado esa
senda principal por otra de menor rango, a la izquierda, para llegar a un
colladito y por el suroeste de la cresta ir a la Cruz de Alfacar. No hemos
llegado a esa Cruz, sino que por un lomillo hemos subido monte a través al
vértice geodésico.
Se
ve que lo que busca el caminante por estos lares son las cruces de Víznar y
Alfacar, con sendas muy transitadas, no así el vértice a donde no llegan las
sendas, aunque tiene unas vistas fabulosas, sobre todo al sur, hacia la Sierra
Nevada y hacia el oeste hacia la ciudad y los pueblecillos cercanos.
Del
vértice hemos salido monte a través, al noreste, por una cañadita, hasta
encontrar la senda de la Cueva del Agua dejada antes del colladito. Hemos
seguido la senda un cortito trecho para dejarla, cerca del collado de la Zorra,
por otra a la izquierda que se mete en la ladera norte de la sierra de Alfacar
hacia la Alfaguarilla.
Esta
senda por la umbría es bellísima, con pinos resineros de buen porte, encinas y
quejigos. En el sotobosque domina la estepa, Cistus laurifolius, arbusto de terrenos silíceos, pero que también
aparece en dolomías, como aquí. Hoy estaba en la última etapa de su floración,
ofreciendo esas flores grandes de pétalos blancos colonizadas por un montón de
insectos en busca del polen.
Debajo
de la Umbría, en una llanurilla sombreada por grandes pinos resineros, hemos
hecho la paradita del Ángelus. Han vuelto los mostachones de Vélez que hemos
pasado con un poquito de vino dulce, como es de rigor.
Puestos
otra vez en el camino nos hemos acercado a la Alfaguarilla para visitar el
enorme pino resinero, Pino Gordo le llaman, y las praderas donde está la fuente
de la Alfaguarilla. Según Antonio en el lugar de la fuente siempre había agua,
hasta que construyeron la fuente y dejó de manar allí, aunque el agua está
presente en todo el entorno como muestra la verde cubierta vegetal.
El
objetivo siguiente era el sanatorio de Doña Berta. Hemos caminado al este,
siempre por sombra, con hermosas vistas a la sierra de Cogollos con el Peñón de
la Mata primero y luego al Majalijar, Orduña, Arana, de la Cruz y Jinestral,
todos sin vegetación, castigados por el sol, mientras nosotros disfrutábamos de
la dulce sombra.
El
sanatorio de Doña Berta recibe al visitante con dos hermosísimos cipreses de
Portugal (Cupressus lusitanica)
oriundo, no de Portugal a pesar de su nombre, sino de la zona entre México y
Costa Rica. Detrás, orientado al sur este, bajo el cerro de las Carboneras, están
las ruinas de lo que debió ser un bonito edificio a juzgar por las formas y
terraza que aún exhibe. Según Antonio se dice que en el edificio se producen
apariciones de una señora vestida de blanco, de un cura alto y delgado, de unos
perros…
La
senda da la vuelta al cerro de las Carboneras, entre pinos y encinas, para
salir a la pista principal. Justo antes de la pista está la Fuente Fría, antes
siempre con agua y ahora nunca. Junto a ella nos sentamos a la sombra para
almorzar.
Después
de desinfectarnos las manos comenzamos el festín con gazpacho y cervezas heladitas,
chacina, ensaladas, tortillas variadas, pasta, berenjenas, caballa, pinchitos,
lomo al ajillo… y más cosas que seguramente olvido. Luego los quesos y para
terminar la ya tradicional tarta de Jerónimo, esta vez de arroz con leche con cáscara
de mandarina y jalea de frambuesa, aparte, que la tarta no necesitaba porque
estaba jugosísima. Tés y orujos. Vinos de Somontano, Bierzo, Rioja, Ribera y
Granada, ricos, fresquitos, a su debida temperatura todos excepto uno.
Después
de comer tomamos la pista a la Alfaguara para dejarla enseguida por la que va a
Puerto Lobo por el mirador del Gato, entre los cerros Maúllo y Peñón de Viznar.
El único trozo del recorrido sin la protección del arbolado. En vez de prestar
atención al sol se la prestamos al entorno, al verde valle del río Darro, allá
abajo, a los cerros de la Cruz y Casa Fuerte, al este, y a la inmensa Sierra
Nevada.
Excelente
recorrido, muy apropiado para el tiempo caluroso de principio del verano.
Mapa de la ruta
Ascendiendo por la Recacha del Choto
a sol y sombra
La vista puesta en la Cruz de Víznar
Subida a la Cruz de Víznar
Todo lo que sube, baja
Gramínea...
Roquedos
que cortan el verde del pinar
En el vértice próximo a la Cruz de Alfacar
Buscando un paso para bajar
Bajo el Pino Gordo
En la Alfaguarilla
Filipendula vulgaris
Libelloides baeticus
Panorámica de la Sª de Arana
Polygala boissieri
Abejorro (bombus terrestris) sobre salvia
Lonicera... (Madreselva)
Klasea...
Pistorinia hispanica
Lagarto ocelado
Troncos entrelazados
Catananche caerulea - Hierba cupido
En el Sanatorio de Bertha
Ya lo dice su nombre
La hora del postre
Hypericum hispanicus
en su hábitat
Tiempo de charla pausada y caminar tranquilo
Digitalis obscura - Crujía
Helianthemum syriacum
Cerro del Maúllo con Sª Nevada al fondo
Yo me apunto, estaré en la gasolinera de Nerja pendiente de los coches que vengan de occidente
ResponderEliminarNos apuntamos. Jerónimo, si vas y podemos ir contigo,por favor, ¿a qué hora?
ResponderEliminarA las siete menos veinticinco donde siempre.
EliminarOK y gracias!
EliminarMe apunto.
ResponderEliminarLuci y Jesús también se apuntan. Paco, ¿nos recoges en la plaza a las 7?
ResponderEliminarJesús R. Paco y Pili.. Vamoz
ResponderEliminarLola V y P. Zambrana también iremos. Llevaremos coche propio.
ResponderEliminarHasta mañana tarde no sé si iré. Dependo de que el trabajo que me hagan mañana se termine o quede para el sábado. Llamaré por teléfono a conductores.
ResponderEliminarRicardo
Puedo ir. Estaré a las 7. Ricardo
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